El reloj posado sobre la mesa de café me advierte que pasa de la media noche, siento un leve escalofrió, todo mi cuerpo se tensa y siento mi sangre helarse, los nervios me consumen viva.
Tomo la caja de cigarrillos que esta en mi cama, saco uno y lo coloco en mi boca, el encendedor que esta junto al reloj me llama para que lo tome, lo tomo y lo enciendo, la leve flama que emana ilumina aunque sea un poco la oscura habitación. Me acerco a la ventana ya abierta y comienzo fumar, el viento es leve, pero se puede sentir, la noche es silenciosa, la mayoría de las veces se puede escuchar el ladrido de los perros o los grillos cantando, pero esta noche, como todas las noches que espero, es especial. Mi cigarrillo cada vez se va haciendo mas pequeño, lo apago y tomo otro.
Sentada en el suelo, con la cabeza apoyada en la pared donde esta la ventana escucho tus pasos, los escalofríos regresan y mi sangre vuelve a helarse. Rápidamente me levanto y miro por la ventana, ahí estas, de pie con las manos en los bolsillos, una sonrisa se te escapa cuando me ves, inevitablemente yo también sonrió.
Me haces señas con tu mano mientras mueves la boca, me estas preguntando si ya puedes subir, miro hacia todos lados, despejado. Asiento con la cabeza y te acercas preparándote para subir, varias veces ya habías subido, después de la segunda vez te volviste un experto en la maniobra. Llegas al borde del techo, ya casi estas en mi ventana, volteas tu cabeza hacia mi y tus ojos se encuentran con los míos, sonríes como si me estuvieras saludando y ese algo mas que esta acompañado de esa sonrisa y esa mirada, ese algo que nunca pude descifrar, que todas las veces anteriores me habías dado. Finalmente entras por la ventana a mi habitación. "Hola" dices en susurro para que nadie escuche, aunque todos estén dormidos.Y así, como llevamos haciendo por semanas, nos amamos cuando nadie ve, cuando nadie nos puede escuchar, y así es perfecto por que nadie ajeno puede arruinarlo, solo tu o yo. Y así amando primero nuestros cuerpos llegamos a enamorarnos de nuestras almas.
Nos conocemos de pies a cabeza, literalmente, pero también nos conocemos tan bien el alma.Y así juntos, en nuestro momento mas humano, nos amamos, nunca lo hemos dicho como tal, pero sabemos que el otro lo siente.
Amantes de 1 a 5 hasta que llega la hora de irte, tomas lo que sea que no tengas puesto y te lo pones, tus labios y mis labios se unen en una despedida hasta la próxima noche.
Sales por la ventana, llegas a la calle y me miras, de pie frente a la ventana viendo como te alejas, sonríes y te pierdes en la oscuridad. "Hasta la siguiente noche" pienso y me recuesto en la cama pensando en todo lo que pasamos, lentamente mis ojos se cierran hasta que lo ultimo que vi fue el sol saliendo.