Solo una chica sin talento[Link y tú]

Capítulo 1 "Mi primer viaje."

—Mis ojos se abrían poco a poco , una suave brisa había invadido la habitación y el crujido de la madera al ser pisada me hizo ser consciente de que había alguien entrando a mi cuarto , giré ligeramente mi cabeza en dirección a aquel suave ruido y pude divisar a mi hermano menor. Él al percatarse de que me encontraba consciente se acercó a mí y me abrazó , su pequeño cuerpo temblaba a horrores , de seguro había tenido alguna pesadilla. Sus malos sueño eran más frecuentes debido a ser atormentado por aquellas malditas criaturas le habían creado traumas , y a quien no le habría atormentado , pasamos varios años siendo solamente ánimas perseguidas por monstruos de crepúsculo.—

-¿Pu-puedo dormir hoy también contigo?—Preguntó con sus ojos cristalinos—

—Solamente me levanté un poco dejándole espacio para luego cargarlo en mis brazos y así abrazarlo mientras nos tumbábamos en aquella extensa cama , acaricié su espalda y deposité un beso en su frente.—

-Mañana nos vamos a un pueblo ¿recuerdas?—Comencé a hablar para que olvidara lo que hubiera soñado hacía unos instantes.—

—Solo asintió como respuesta.—

-Vamos a poder tener una casa más grande y un lugar para los animales.—Sus ojos se iluminaron tras haber dicho aquellas palabras , parecía verdaderamente feliz ante aquella idea. Me quedé varios minutos hablando hasta que vi que sus ojos se comenzaban a cerrar por el sueño imité su acción y cerré los ojos acomodándome mientras le abrazaba.—

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—Mis ojos se abrieron , pequeños rayos de sol entraban por la ventana. Me levanté dejando a Lee dormir más y me dirigí hacia la cocina , saqué un cazo lo coloqué en el fuego que había encendido mientras tomaba la leche y la vertía en el cazo esperé un rato y vi como comenzaba a calentarse. Agarré un poco de mantequilla y unos trozos del pan de ayer ,  puse mantequilla a una sartén pasándola bien y puse la sartén a calentar , después de unos segundos coloqué dos rebanadas de pan en ella y saqué el cazo del fuego para luego vertir su líquido en dos tazas. —

-¡Lee! ¡El desayuno está listo!—Dije lo suficientemente alto mientras colocaba cada cosa en su sitio para poder desayunar tranquilamente.—

-Que sueño tengo. —Dijo una suave voz. Miré de donde venía y pude divisar a mi pequeño hermano bajar por las escaleras completamente adormilado. Su cabellera oscura como la noche hacía destacar su fina y clara cara junto con unos ojos azul claro. Tan claros como el agua cristalina de los ríos.—

-Ya te tardabas en bajar ¿no crees? Y eso que mi cuarto está cerca de la cocina.—Dije un tanto divertida mientras le daba un primer bocado a mi desayuno , viendo como aquel joven bajaba poco a poco por las escaleras mientras que al mismo tiempo se rascaba la cabeza. En el tiempo que él había bajado yo ya había acabado de desayunar y me disponía a fregar los platos que estaban sucios.—

-No sé porqué te das tanta prisa al comer. Es mejor hacerlo tranquilamente y saborear la comida.—Dijo para luego comenzar a engullir la comida como si no hubiera un mañana. Luego era yo la que comía rápido.—

-No comas tan rápido o te vas a atragantar.—Dije mientras me dirigía hacia afuera para al llegar a la puerta escucharlo toser.— Te lo dije.—Fue lo último que salió de mis labios para luego dirigirme a los establos de la casa los cuales tenían 2 cabras y 2 caballos adultos. Los cuales se podían ver que tenían gran fuerza.—

—Mi cabello fue sacudido por una suave brisa mañanera , aun era bastante temprano pero claro , si queríamos llegar para la hora de la comida teníamos que salir pronto. Cargué una cajas de madera colocándolas en un carro con dificultad y con cuidado debido a que no sabía el contenido de estas. Podían ser las pociones de curación , ta
La vajilla o simplemente ropa. Tras haber acabado. Escuché la puerta abrirse , era Lee , llevaba en las manos la ropa que llevaría además de lo que utilicé para hacer el desayuno , se  acercó y me dio la ropa mientras que buscaba la caja la cual estaba la vajilla y demás utensilios de cocina.—

—Me dirigí al interior y me vestí , mi vestimenta consistía en un vestido sin vuelo alguno similar a los que llevaban las taberneras pero sin aquel escote tan pronunciado pero tenía aquella bonita forma de color blanca negra y con algún bordado granate. Unos zapatos de color marrón oscuro [Estilo las bailarinas.] un pequeño manto rojo el cual me cubriría el cuerpo debido al frío que podía hacer en las las mañanas. Me até el cabello en una trenza con un lazo negro al final de esta. Me encaminé hacia el exterior y vi como mi hermano salía del establo con los tres caballos en los carros ya listos los cuales nos habían prestado uno de ellos para que las cosas no fueran tan amontonadas en uno solo. Me subí a mi caballo el cual era totalmente negro con una crin blanca además de una mancha blanca en la frente y hocico y unas mas pequeñas en las cuatro patas. Él relinchó feliz en el momento en el cual le acaricié la cabeza , me sujeté de las riendas e inicié la marcha. Mi hermano puede que fuera algo pequeño pero . . . en verdad tenía una destreza nata en el manejo de uno o más carros de caballos. Tras salir de la ciudadela me enmarqué en un viaje hacia un pueblo , en el cual yo buscaba tranquilidad para la crianza y mis prácticas ¿Qué podía salir mal a mis 19 años? Absolutamente todo.—

—Una flecha rozó mi mejilla , pero no era una flecha corriente sino que esta estaba ardiendo , mi mano se dirigió rápidamente a mi mejilla , de milagro solo tendría una quemadura. Pero el dolor era bastante y notaba como me ardía la piel. Volteé hacia atrás y de mi bolsa saqué una flecha y un arco el cual estaba amarrado , mi mirada se dirigió a atrás y vi a varios Bocoblins intentando atacarme a mí y al carro. Los nervios me consumieron en solo unos segundos , supuestamente desde la caída de aquel tirano no aparecían más monstruos pero . . . ahí estaban , una gran cantidad de ellos montando en sus jabalís. Saqué aquellos pensamientos de mi mente , esos que cada vez me producían más ansiedad debido al miedo de que se incendiaran los carros. Tensé el arco cargando una flecha explosiva y disparé , un grupo calló al suelo haciéndose bastante daño , volví a cargar la flecha y repetí varias veces más la acción. La suerte no podía ponerse más de mi lado. Una flecha en llamas impactó contra un carro haciendo que este en cuestión de segundos comenzara a arder , intenté apagarlo de cualquier manera , los nervios me mataban en esos momentos ¿Qué podía hacer para que nuestras cosas no ardieran? Absolutamente nada , de manera veloz me posicioné al lado del carro de mi hermano y corté lo que mantenía a los caballos unidos al carro , sujeté uno fuertemente de la silla y lo coloqué al lado de mi hermano.—

-¡Salta aho-!—Mis palabras fueron interrumpidas por un grito y una gran ráfaga de viento que se alejaba de nosotros , mi hermano saltó al caballo sujetándose con gran dificultad.—

-¡Cuidado!—Una voz resonó desde la lejanía. Parecía un barón , no se le podía ver el rostro una capa lo cubría por completo , simplemente tomé las riendas del caballo de mi hermano y las sujeté con fuerza agachándome para que aquel objeto que arrojó pasaba por encima de nuestras cabezas. Esa especie de bumerán tornado pasó por nuestras cabezas, seguramente la ráfaga de viento había sido causada por aquel extraño objeto.