Más (Fairy Tail fanfic)

Coqueteando con el dragonslayer de fuego

(nota de la autora, el capítulo comienza debajo de los emojis)
¡Hola de nuevo! (Tomé la imagen del Twitter de nuestro Mashima-God, estoy segura de que a todos nos encantó el fanart cuando lo subió)

No pude subir el capítulo que guardé en word, así que estan leyendo la versión que tengo en el teléfono, es decir, con más faltas de ortografía de lo normal, me disculpo de antemano por los siguientes capítulos también, ya que aún no puedo resolver ese detalle.
Sin más, el  mini capítulo:

😐😐😐

Durante las peleas siguientes, Lucy desapareció de la vista de todos. Ella observaba impaciente y cada vez más frustrada por la falta de poder que mostraban sus queridos amigos, no lo hicieron mal en sus combates, a escepción de la vez que compitieron sobre un vehículo. Pero ella esperaba un nivel mucho más alto, como en los viejos tiempos, ella no dudaba que se pusieron a entrenar en cuanto tuvieron la oportunidad, tal como ella lo hizo cuando salió de Fairy Sphere hace año y medio.

Sonrió un poco al espectar el encuentro de modelos, ¡Ridículas! Pero su sonrisa desapareció cuando uno de los temas fue el de una boda y Lissana estaba coqueteando sutilmente con Natsu. Con su sangre zumbando, reconoció el sentimiento, estaba más que celosa, y se dió cuenta de que iba a echar muchas cosas a perder, porque ya estaba manos a la obra, se lanzó al campo de batalla y un vestido de novia la envolvió de inmediato mientras volaba por los aires.

¡Vaya!

 Pensó.

¡Tengo que preguntarle a La Primera cómo ejecuta este hechizo!

Localizó a su objetivo e hizo los movimientos necesarios para aterrizar sobre El Pelirrosa. Y justo a tiempo porque llegó cuando La Peliblanca decía:

—...que te ibas a casar...

—¡Ghwoa!- exclamó Natsu por el repentino impacto que lo dejó sin aliento. Lissana se rió incómoda, sin terminar su frase, pero Lucy era muy buena con el contexto, así que dedujo de inmediato lo que le había dicho.

¿Se iba casar con ella? 

Pensó Lucy con la respiración errática, se sentía muy satisfecha después de interrumpir esa conversación.

—¡Lucy! ¿QUÉ CREES QUE HACES?- le reprochó Natsu, a lo que muy cínica le respondió:

—¡Lo siento mucho! Pero me emocioné al ver que prácticamente todas las chicas que compiten están aquí. ¡Tenía que mostrarles mi belleza!

—¿Qué tonterías dices? ¡Esa no es razón para lanzarte y aterrizar sobre mí!

—¿Oh?¿Acaso lo dices porque no quieres qué nadie más me vea?- dijo ella con una sonrisa coqueta, notó que Los que estaban cerca los miraron fijamente boquiabiertos, Natsu se sonrojó.

— ¡Si dices esas cosas la gente lo va a malinterpretar!- Sin darle tregua y aún sobre él, se acercó a su oído.

—Dices eso, pero veo un lindo sonrojó en tus mejillas, ¿Qué es lo que pasa?-

Lucy se quitó de encima de su espalda, y se encontró con su rostro sudoroso y sonrojado. Le tendió la mano y él la tomó, más bien reacio, y lo ayudó a levantarse.

Por suerte los comentaristas anunciaron que el siguiente tema del encuentro sería el último y todos se retiraron de la arena, menos las dos modelos, claro está.

Lucy arrastró a Natsu por el camino contrario al que tomaron los miembros de Fairy Tail, quienes no podían creer la escena que acababan de ver.

-¿De verdad Lucy le dijo eso?-

- Hablando de ellos, ¿Dónde están? Venían con nosotros hace unos instantes.-

La mencionada rubia le estaba dando un beso a Natsu en ese momento. Para luego ser invadida por un sentimiento al que estaba acostumbrada, su mirada perdió el brillo mientras se alejaba del Dragón Slayer, desapareciendo en un callejón.

Natsu aún sonrojado, tenía una expresión de asombro, pues nunca esperó las recientes acciones de Lucy.
Se sentía más confundido que nunca, pues Lucy parecía ella misma en la arena, hasta que empezó a coquetearle y terminó corriendo con ella por las calles de Croqus *o como sea que se escriba*.

Aún podía sentir sus suaves labios sobre su mejilla, pero frunció el ceño al recordar la solitaria lágrima que caía por su ojo en el momento en que Lucy volteó de reojo hacia él mientras corría lejos.