El Demonio Amante de mis Sueños

♧1- Sueños♧

¿Puede una persona estar enamorada de alguien que no existe? Era la pregunta que le carcomia el alma a Jungkook cada vez que llegaba el amanecer. Tal vez el estar tan sólo puede hacer que una persona acabe de enloquecer de a poco cada dia.

De un tirón retiró las sábanas negándose a seguir con estas estupideces, a sus treinta años se sentía grandecito como para tener sueños mojados, lástima que la humedad sobre su colchón dijera lo contrario.

El reloj en la mesita junto a la cama indicaba que era las seis de la mañana. Lo mejor que podía hacer un domingo a esas horas era salir a correr un rato para quitarse esa sensación de haber tenido sexo. Pateando los zapatos que ya formaban una pila junto a su cama, se dirigió al baño.

Descargar la vejiga es quizás uno de los grandes placeres que un hombre sólo puede tener después de despertar, bueno al menos no sonaba tan patético como darse una paja evocando a un hombre que solo vivía en sus sueños. En sus muy calientes sueños, había que agregar.

En la ducha el agua caliente se sentia como una caricia sobre su piel, su metro noventa de hombre en toda su gloria anhelando sentir las manos masculinas que durante la noche lo había atormentado hasta despertar sus instintos más básicos. Enjabono sus hombros, su vientre plano y marcado hasta llegar a su pene que ya estaba duro como una piedra... -mmmm- dejo escapar un gemido al sentir la presión de su mano alrededor de su eje que ya soltaba gotitas de pre-semen. El sólo recordar al chico que no existía, era lo suficientemente intenso para hacerlo correrse duro, mojando con su leche las baldosas de la pared del baño.

-Mío!!- podía escucharse a si mismo cuando arremetía en el apretado culo de su amante en ese mundo de sueños -Mío!!- gruñia mientras buscaba marcar hasta el alma a la criatura que sobre sus manos y rodillas se le entregaba sin ninguna reserva

-¡Tuyo!- gritaba con cada estocada mientras se tambaleaba en el borde del placer-dolor -¡tuyo mi señor, para tu placer!- la voz tenía una cadencia que hacía a Jungkook querer venirse sólo oyendolo

Las alas negras y fuertes de la hermosa criatura colgaban colgaban sobre sus costados, la piel blanca contrastaba con el negro de suaves plumas, el cabello largo color rubio ceniza caía como una cascada sobre el suelo. Doblegado era tomado de la manera más dulce y salvaje que un hombre puede poseer a otro.

-No puedo más mi señor- suplicaba la criatura mientras arañaba el suelo de la oscura cueva -Deja que me venga, dejame, duele-

Por mucho que Jungkook quisiera alargar el acto por siempre, su compañero sufría, era hora que ambos de dieran alivio -Damelo todo, entregate a mi- con esas palabras golpeó justo en el punto en donde sabía que el no podía resistir. Un chorro de semen salió del cuerpo del bello hombre mojando el suelo. Los gritos podían escucharse hasta en el mundo de los muertos. Jeon no resistió más de un par de estocadas antes de acompañar en su viaje al paraíso a Jimin. Su Jimin.

En el baño se había hecho una paja recordando al hombre que le daba más placer que todos los amantes de carne y hueso que había tenido. Metiendo la cabeza en el chorro de agua trato de lavar esa extraña obsesión que estaba teniendo con ese chico de dulces ojos estirados que cuando sonreía parecieran desaparecer en ese bello rostro...

Saliendo del baño busco un pantalón de deportes, correr, dejar de pensar, era lo que iba a hacer. Cansar su cuerpo hasta que su mente sólo pudiera pedirle dormir sobre cualquier superficie

El pequeño departamento estaba hecho un desorden, pero eso era algo de lo que se ocuparía después de hacer un poco de ejercicio. Además, si ligaba en la noche en el bar donde pensaba conseguir un culo caliente y real, no lo traería a su casa. Los años en el FBI lo habían vuelto lo suficientemente paranoico.

♧Morty♧