1- Viaje de Muñecas

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—Vampiros que brillan en la oscuridad —le dije a Mark a través del teléfono lo más serio posible.

Esperé impaciente su opinión acerca del nuevo libro que planeaba escribir

Llevaba un tiempo sin ideas buenas para mis novelas y siempre que llamaba a mi editor para consultarle la trama me rechazaba rotundamente.

—No, eso es absurdo, bordeando lo vulgar, sería una mala copia de...

—¡Bien! —lo interrumpí. —Entonces un mundo donde el amor es una enfermedad que a los dieciocho años tiene que ser erradicada en las personas y... y...

No seguí con mi relato ya que Mark suspiró pesadamente.

—Jean, Jean basta... No sigas... Si lo haces iré donde estás y te golpearé hasta la muerte —su voz se notaba exhausta.

—¡¿Entonces que?! Desde hace meses que no puedo pensar en nada, mis tres libros han sido éxitos y todo el mundo espera que el cuarto sea de la misma forma... Pero no importa lo que haga, no puedo pensar en nada, ni una sola idea original nace en mi... ¡Estoy acabado! —grité, y a medida que me desahogaba mi voz iba descendiendo hasta llegar a un susurro.

Acabado.

Sí, estaba completa e irremediablemente acabado. Mis ideas no fluían como hace años, mis libros no eran más que basura y mi mente no podía pensar en nada más que en lo que comería en la cena.

Otra vez escuché ese suspiro cansado de Mark a través del teléfono.

—Ya hablamos de esto Jean, quizás la solución sea que te tomes un descanso, si te olvidas de todo un poco tal ves tu inspiración vuelva... ¿Que te parece?

No era una mala idea, estar encerrado en casa todos los días destruyéndome el cerebro para buscar una idea decente era terriblemente agotador. Esta vez fui yo el que suspiró.

***

—Entonces me dices que gire el globo terráqueo y con este alfiler lo pare y donde sea que caiga tendré que ir, ¿verdad?— Confirmé por tercera vez. Mark, a mi lado ya estaba aburrido de eso, sus brazos cruzaban su pecho y su mirada era dura. A pesar de todo y el cansancio era un hombre guapo, su cabello rubio en corte militar le daba un aire de responsabilidad y aunque sus ojos azules siempre estaban adornados por unas feas ojeras el siempre se las ingeniaba para ser atractivo.

En cambio yo, solo era una mata de pelo castaño andante, Mark siempre me dice que mis ojos son especialmente verdes y que si me preocupase un poco mas sería el alma de la fiesta. Pero arreglarme más significaría tiempo y eso es lo que más me angustia... No debería tener tanto tiempo libre.

La primera vez que piqué el alfiler en el globo terráqueo quedo justo en medio del Océano tlántico, la segunda cayó justo al lado de la Isla de Pascua, le dije a mi editor que quería ir ahí pero ya habíamos decidido que la tercera era la vencida. Mark me dijo que si caía otra vez en el mar me iría al país mas cercano, ya estaba harto de todo esto, su rostro era tan expresivo.

Así que aquí estaba a una hora de irme en el próximo avión hacia Sapporo, Japón. Mi alfiler había caído justo al lado de la isla de Hokkaido y ahora mismo me dirigía hacia allá.

-¿Llevas todo lo necesario?- Me sobresalto la voz de Mark que había estado callado por un buen rato.

-Si por todo te refieres a mi computador, entonces si, también llevo guías turísticas y esas cosas- Respondí sonriendo.

-Bien, entonces yo...- Miro el reloj que estaba en su muñeca derecha- Tengo trabajo que hacer... Tú

sabes.

Levantó sus hombros en señal de desinterés. Sabia que tenia trabajo, yo no era su único autor y ser editor no era precisamente un trabajo relajado.

-Bien- dije sin ánimo.

-No te pongas así, entiende que tengo trabajo-Me dijo levantando levemente la voz, como me enfurecía que hiciera eso.

Estaba celoso de sus autores que si lo hacían trabajar y no eran solo un dolor de culo como yo, pero ahora mismo ya estaba resignado, ¿Tenia trabajo? ¡Entonces bien!

-¿que no me ponga como? Si te digo que esta bien ¡es porque esta bien!-Levante la voz y personas a nuestro alrededor nos quedaron mirando, lo supe porque Mark miraba nervioso a los lados.

-Si, lo lamento... - Se acerco a mi con los brazos levemente levantados-Ya no grites.

-Bien-Me aleje de él.

Quiso sonreír, pero no llego a sus ojos, estaba enojado quizás triste, nunca podría decirlo con certeza, es mas alto que yo y siempre se aprovechaba de eso, puso una de sus grandes manos sobre mi pelo y lo acaricio, también odiaba que hiciera eso.

-Entonces me voy-Susurro.

-Bien-

-Te llamare-

Mientras decía eso veía como su cuerpo le daba la espalda al mio y caminaba sin mirar atrás. Mentiroso, si no es por trabajo nunca me llamas.

Me perdí buscando un trasporte que me llevaría a la subprefectura de Nemuro, ahí fue donde Mark consiguió una casona frente al mar para mi, donde podría relajarme y talves inspirarme.

El viaje en taxi fue largo y tedioso, ni siquiera podía hablarle al conductor ya que él no sabia nada de ingles y yo nada de japones. Me llevo primero por una carretera y luego por un camino de tierra, finalmente al final de angosto camino paro frente a una casa de un solo piso de aspecto lúgubre, no tenia buena pinta. Le di unos cuantos dolares al caballero y dejando mis maletas en el suelo se fue. De inmediatamente me arrepentí, no había visto por ningún lado un negocio donde comprar o un supermercado, quizás antes de darme cuenta muera de hambre.

Una a una entre las maletas a la casa que al pisar se escuchaba un desagradable chirrido, mi cuerpo estaba agotado y sin fijarme si estaba limpio o no me acosté en un futon que estaba pulcramente guardado en un armario.

****

Hola c: Yori aquí~~ espero con todo mi <3 que les guste *-* como me gusto a mi escribirlo, si les gusta subiré mas caps así que espero con hacías sus comentarios c;

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