Casa de muñecas

2- Curiosidad de Muñecas

El timbre de llamada de mi teléfono fue lo que me hizo despertar, mire a mi alrededor y me asuste, ¿donde estaba? Mire mis maletas y el shoji¹ que daba al patio trasero y por supuesto recordé donde estaba y que hacia allí.

Vi al teléfono que ya hacia unos segundos que había dejado de sonar y mire quien había llamado; Mark. Deje el teléfono por ahí y me levante para poder despertar mejor.

Mi cuerpo estaba todo lastimado, dormir en un futon² es como dormir en el suelo, me di cuenta que me acosté con los zapatos puestos y como había leído eso no solo era terrible para mis pies, si no que había entrado con ellos puestos y podría haber arruinado el suelo de paja.

-Con permiso -Escuche desde la puerta de entrada, y luego oí como se abría.

Me asome a ver quien era, eso me había asustado, parada en la puerta de entrada estaba una joven que no parecía tener mas de veinte años, pero dude, con estos japoneses nunca se sabia.

-Buenos días, Turner-San- Al verme asomado hizo una venia y me sonrió, llevaba una gran caja de cartón sobre los brazos.

-Buenos Días -Le respondí el saludo con recelo, era una asiática muy atractiva, sus cabellos negros y largos hacían juego con sus ojos rasgados del mismo color.

-Baker-san me dijo que podría tener problemas con su alimentación y transporte-Dijo lentamente hablando acerca de Mark, pensando en las palabras que aunque podía entenderlas salían torpes de sus rosados labios- Para cualquier necesidad voy a estar a su disposición, mi nombre es Kimura Hana.

Tenia una sonrisa encantadora y si Mark confiaba en ella entonces no había nada que cuestionar.

-Mucho gusto, Soy Jean Turner, puedes llamarme solo Jean- Estire mi mano en señal de saludo, ella sonrió incomoda. Por supuesto que idiota soy, estaba cargando esa caja aun.

-Lo siento tanto...¿eso es para mi?-Le pregunte regañandome mentalmente por ser tan tarado.

Su sonrisa se hizo presente y me entregó la caja que estaba llena de verduras y frutas, también cosas básicas como papel higiénico, estaba considerablemente pesada me sorprendía que esa pequeña joven pudiera cargar con ella sola.

Hana tenia 27 años era mayor que yo y no lo aparentaba en absoluto, había estudiado pedagogía en ingles y enseñaba en una pequeña escuela de por aquí cerca. Era la hija del dueño de la casa y nos hicimos amigos rápidamente. Con el pasar del tiempo, que al principio pensé que serían unos cuantos días, Hana comenzó a enseñarme lo básico en japones, y yo le enseñaba algunas cosas en ingles también, ambos nos complementamos a la perfección, ella era una gran ayuda, hacia todos mis quehaceres, me comenzaba a agradar la vida de holgazán.

Con respecto a mi inspiración esta no volvía, mi rutina se había vuelto demasiado agradable que comencé a olvidar que tenia que escribir, la gente esperaba mi cuarto libro y yo estaba completamente relajado al respecto.

Un día perdiendo mi mañana en internet buscando alguna cosa buena de este agradable pueblo para poder inspirarme encontré lo que parecía un catalogo de muñecas, eran las muñecas de porcelana mas bellas que jamas había visto en mi vida, sus rasgos eran perfecto y entonados, se vendían y eran muchas, muñecas mujeres, niñas, varones, de todas las edades y nacionalidades, salia el nombre de la muñeca que ya que estaba en kanji³ no pude entender, la edad y tres opciones.

Cuando Hana volvió de su trabajo para hacerme la cena -soy un abusador, pero su comida esta demasiado buena- le consulte por la pagina.

Hizo unos cuantos movimientos y logro cambiar la página de japones a ingles, perfecto.

-Esas muñecas se llaman Dollfies son muy lindas, mientras hago la cena mira alguna que te guste, después me la muestras- Mientras me decía eso salia de la sala a la cocina a preparar de seguro algo muy rico.

House Dolls lo que a simple vista parecía un lindo catalogo de muñecas al leer de lo que se trataba me di cuenta que era nada más ni nada menos que una pagina de prostitución. Pensé en cerrarla, de verdad que lo hice pero el ser humano es muy curioso y yo por supuesto era un ser humano, di clic a la primera muñeca que aparecía en la lista de extranjeras, una hermosa muñeca de cabello rubio ondulado y grades ojos azules.

Quería saber si eran muñecas reales o quizás humanos, quería comprobar que cosas escondía esta extraña pagina. Apreté el primer servicio el mas barato y lo programe para que la muñeca viniera a casa en dos días, claro que no le diría a Hana.

Hola c; el segundo capitulo de esta retorcida historia(?) me gustaría mucho leer sus opiniones acerca de como va, también pueden darme sugerencias, se q a veces cambio los tiempos del narrador, estoy trabajando en eso hajah espero q les halla gustado coomo a mi al escrirlo *-* de ante mano muchas gracias c;