05

148 27 1
                                    

Horas de insomnio, partiéndose la cabeza, no tan literalmente, para llegar a esa conclusión que lo lleva a estar en la orilla de la cama y unos cuantos pares de ojos aguardando por esa reunión improvisada.

-Namjoon ¿Todo bien?- sí no hubiera convivido el suficiente tiempo con su amigo atrapado en su forma relojera, hubiera dudado de sí mostraba preocupación en su cara de números y manecillas.

Elevó la mirada, encontrando en su camino al par de niños inocentes en la maldición, un plumero con gestos de una dama, sus colegas de trabajo en esos años; al final, un par de hombres con ropas tanto gastadas como de realeza, sacadas de un closet con consciencia y voz de su querida esposa. Sintió ser perforado por los ojos oscuros del pelinegro.

-Lo que voy a decir no será tan sencillo cómo piensan. Como temimos, el orden de la magia cambió, tanto para nosotros como a ustedes.- sabía que su cuerpo debía estar en alguna parte de ese plano en las dimensiones, de otra forma no se explicaría por qué siente una piedra golpear su pecho con fuerza -Hay una nueva bestia en el castillo atada a la magia.

-¿La viste, Namjoon? ¿Cómo es?- la respuesta de la tetera llegó en una mirada posada lentamente sobre el cuerpo del pelinegro junto a Jimin.

-Imposible.- bramó el mismo.

-No es imposible, joven Min. La magia necesita un esclavo para funcionar, y dado que usted asesinó a la anterior u primera sin que su propósito fuese completado, bueno... alguien tomaría su lugar.

-P-pero ¿Por qué, Min? ¿Por qué no yo? Llegué desde antes y salí una vez para hablar con mi hermano.- Jimin en sí, se sentía confundido al querer modificar la realidad, no queriendo que afectase de esa forma al mayor.

Yoongi apretó los puños esperando desviar la explosión de emociones en su interior, los dedos doliéndole al estar presionados con demasiada fuerza en la palma de su mano. La voz del espejo no ayudaba mucho tampoco.

-La magia afecta a energías negativas, como el amo. Como el niño cuando inconscientemente iba a robar. No sé qué tanto hayas hecho en tu vida o con qué pesares cargas para que decidiera tomarte a ti como nuevo recipiente.- vio a Yoongi apretar la mandíbula al verse siendo el foco de atención con el borde de su aclaración.

-¿Qué hay de la rosa?

El espejo miró a la veladora junto a la tacita que parecía querer procesar que su hermano se volvería como esa cosa con colmillos.

-La rosa era un reloj en retroceso del amo cuando este no la aceptó.- vio por sobre sus cabezas a un punto en específico en la habitación -El piano es el nuevo reloj del joven Min, algo importante para él que se mantenga anclado a su verdadero yo. Sí mal no recuerdo, dijiste que al principio todas las piezas funcionaban a la perfección- Jungkook se agitó casi queriendo hacer un asentimiento -, por lo que cuando la magia avanza, en lugar de que un pétalo caiga, una pieza dejará de sonar, y cuando la última guardé silencio...

Su profunda voz quedó flotando en el aire, siendo Jimin el único en poder completar lo que todos temían.

-Será una bestia para siempre.

Fue un susurro, que con el silencio sepulcral cualquiera pudo entender a la perfección.

El rostro de Yoongi se arrugó en furia pura, su voz no haciendo suficiente justicia a su estado de ánimo.

-Esto es una mierda.

Nadie evitó que saliera con pasos duros, azotando la puerta a sus espaldas y echando humo por cada poro de su piel.

Jimin miró al espejo con pena -Pero...la rosa es importante. Que yo recuerde, él explicó que marca el tiempo de vida de la bestia. Sí la rosa muere, la bestia también. ¿Cómo muere un piano que ya no suena?- todos parecían haber recordado detalles importantes como ese, buscando respuestas aleatorias en cualquier parte de la nada misma -Además- consiguió captar su atención de nuevo -, se supone que esa campana fue creada por la magia para proteger la rosa bajo ella. ¿Por qué sigue aquí, sí ya no hay tal? ¿No debió desaparecer igual?

For A Rose / YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora