Mr. 《Delincuente》

I - Mr. estúpido.

Arrojó sus cosas a la cama sin ningún cuidado y se apresuró a mirarse al espejo, se quitó la chaqueta con cuidado porque aún le dolían los brazos, y ni siquiera se sorprendió al ver las marcas moradas y verdes que había en ellos. Con cuidado pasó sus dedos por las marcas, recordando las manos de ese idiota apretándola con fuerza. Cómo deseaba defenderse, cómo deseaba devolverle cada una de las marcas que había dejado en ella, pero no todavía, no podía, no aún.

— Señorita Alexa, su padre acaba de llegar y la espera en el estudio —la voz de Rick, el guardia personal de su padre, la sacó de sus pensamientos, se apresuró a colocarse la chaqueta y salió.

Caminó en silencio y pensando, su padre llevaba una semana fuera, en un viaje de negocios con Jefferson, el padre de David, el estúpido de su novio. Quizá finalmente habían discutido y podría terminar con esta falacia que ya llevaba demasiado tiempo. Le costaba incluso creer que alguna vez había estado de acuerdo con eso, que alguna vez había querido tener algo que ver con David.

No se sentía como ella cuando estaba con él. Había aceptado gustosa la relación cuando lo conoció y ese aura de seguridad y peligro la había llamado a gritos, pero no tardó demasiado en desencantarse, aunque no tuvo la oportunidad de decir nada. Conoció la fachada de ese chico desde dentro, cómo engañaba a la gente, cómo pretendía ser alguien que jamás, ni en sus sueños más salvajes podría llegar a ser. Todo lo que David tenía eran mentiras y violencia.

El estudio de su padre estaba en el primer piso, así que bajó la escalera sin demasiado entusiasmo, Rick estaba ahí, de pie justo al lado de la puerta del estudio, no dijo ninguna palabra cuando Alexa se acercó y abrió la puerta sin más.

— No sabía que llegabas hoy —fue lo primero que dijo al ver a su padre tras una montaña de papeles, cuando él le sonrió ella le devolvió la sonrisa y se sentó frente a él.

— Hubo unos problemas con la empresa de Jefferson, así que adelantamos el viaje —él no lo sabía, pero Alexa sí, así que simplemente dio un suspiro, seguramente alguno de los matones de David se había metido en problemas y nada más que el líder de la manada tenía que venir a salvarle el trasero.

— Espero que no haya problemas —hizo su mejor esfuerzo por no sonar irónica, y por la sonrisa tranquilizadora que le mostró su padre, lo consiguió— Rick dijo que me necesitabas.

— ¿Cómo está tu relación con David? Escuché algunas conversaciones de Jeff con él por teléfono, y no parecía demasiado contento.

— No lo sé —se movió en su asiento, mirando a su padre con desconfianza, sabía que podría decirle ahora mismo que esa relación era un fiasco y que quería salir de ella en ese preciso momento, pero también sabía que no era el momento, no todavía.

Afortunadamente su padre no preguntó más al respecto, y no tardó en volver a sumergirse en sus documentos, así que tomó eso como la señal para retirarse.

Volvió a su cuarto, pero esta vez se quitó la ropa para darse una ducha. Miró cada una de las marcas que tenía, todas le recordaban su debilidad, incluso aunque nunca se había considerado una persona débil en absoluto, ahí estaba aguantando como una estúpida. Puso un poco de música para relajarse, y se quedó un buen tiempo bajo el agua, cuando estaba a punto de terminar cambió la temperatura con brusquedad al agua fría y dejó que cayera así durante unos segundos antes de cortar y salir, era el escarmiento que necesitaba.

Aún con el ritmo de la música se vistió y comenzó a secar su cabello, con calma, porque nada la apresuraba, había peleado con David esta mañana y no debería tener que verlo al menos hasta la mañana siguiente. El sonido de un mensaje entrante interrumpió la música y Alexa lo tomó para revisarlo.