Tras un fatal accidente en mar abierto, Taeyong recuerda haber sido ayudado por un ángel de nombre «Yuta».▣-▣-▣
Lo primero que hace al abrir los ojos, es enfocar la vista en el techo blanco, desconocido, una vez que puede separar los párpados que le pesan demasiado, como resultado de haber dormido por más de un día entero. Pronto se da cuenta que está acostado en una superficie suave: una cama, al parecer de hospital, a juzgar por el edredón blanco y las paredes blanquecinas, en general; al igual que el suero conectado a su antebrazo, la inusual prenda fresca en su cuerpo y la venda alrededor de su muslo, la cual puede notar una vez que levanta un poco la tela de su bata azul celeste.
Cierra los ojos y traga un poco de saliva en su garganta reseca, lo cual le causa dolor en el proceso. Está confundido, no tiene ni la menor idea de por qué está allí, ni lo que pasó para que hubiese acabado de esa forma, hospitalizado y aparentemente en estado de recuperación. Sus recuerdos son bastante vagos, por lo que pasa un buen rato intentando recuperarlos, sólo prestándole especial atención a ello, y por un momento cree que se encuentra solo en aquella habitación, pero una voz masculina se hace presente de la nada.
—Seguramente te sientes como si hubieses descansado por una semana entera, pero a la vez tu cuerpo está agotado. Te entiendo, una vez me pasó algo similar.
Al reabrir los ojos, puede visualizar a un muchacho de grandes ojos, una nariz excepcionalmente perfilada y labios gruesos que adornan su jovial rostro. Este le devuelve la mirada, una que es capaz de causarle la suficiente confianza en él, como para no ponerse a gritar allí mismo, por causa de una visita desconocida, de una persona que, claramente nunca ha visto en su vida.
No obstante, hace la pregunta.
—¿Y tú... eres?
—Soy Yuta, Nakamoto Yuta —sonríe luego de una breve inclinación—. Me alegra mucho saber que estás bien, Taeyong.
¿Taeyong? ¿Acaso este extraño acaba de decir su nombre?
—Disculpa, ¿me conoces?
—No en realidad. Sé tu nombre porque tú mismo me lo dijiste.
—Estoy bastante seguro de no habértelo dicho antes... Ésta es la primera vez que te veo, no puede ser posible —sacude la cabeza, incrédulo ante lo que acaba de escuchar—. Espera, ¿no será que tú... uh, que tú eres un acosador? ¿Me estabas acosando, es eso? ¿Por esa razón sabes mi nombre?
Su réplica logra sacarle una carcajada al joven de cabellos cobrizos, quien a su vez muestra una sonrisa tan brillante que Taeyong se plantea por primera vez la verdadera definición de quedar deslumbrado ante una persona, sólo por un vivaz gesto como aquel. La sonrisa le resulta vagamente familiar.
—Parece que no recuerdas nada, ¿eh? Descuida, no soy un acosador ni nada por el estilo, puedes estar tranquilo.
—No, lo último que recuerdo es una bonita siesta en un gran crucero rumbo a las playas más preciosas de Asia. Unas merecidas vacaciones... —sacude la cabeza, de forma leve—. No lo sé, supongo que debió haber pasado algo grave y por eso estoy aquí, ¿cierto? Pero no recuerdo nada. En mi cabeza sólo tengo las preguntas "qué hago aquí" "cómo llegué aquí" "que pasó allá en el mar", en fin. Son cosas que evidentemente no puedo responder.
—Será mejor que no te esfuerces, ni te obligues a recordarlo. Fue una tragedia.
Taeyong parpadea un par de veces, casi boquiabierto.
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Knockin' on Heaven's door︱YuTae
FanfictionTras un fatal accidente en mar abierto, Taeyong recuerda haber sido ayudado por un ángel de nombre «Yuta». 🌊 One-shot 🌊 Drama, romance; menciones religiosas 🌊 Angel AU 🌊 YuTae/TaeYu