Mi vida actual con Ana

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Suena la alarma de mi celular por la mañana, después de apagarla lo primero que hago es pasar mis manos por mi estomago, sentir mis costillas y los huesos de la cadera me hace sentir feliz. Al levantarme lo primero que hago es verme al espejo y ver que tal delgada estoy, me hace feliz verme cada vez más y más delgada. Procedo con ir a la báscula, un arma de doble filo que definirá mi estado de ánimo por el resto del día, ¡Felicidades! Has bajado un kilo, se me salen las lagrimas, sonrío y me sale una risilla de felicidad. Pero otros días, valla, no bajaste, subiste un maldito kilo... No te esforzaste lo suficiente ayer para poder bajar de peso, ¿Estás contenta? Eres un asco, ¡Maldita cerda gorda asquerosa!...

¿Que desayunaré hoy? Quisiera no hacerlo, quisiera no comer en tooodo el día entero. Pero sino lo hago mis padres comenzarán a sospechar. 

Un pepino, 16 calorías. un manojo de lechuga, 15 calorías. Un plato de sopa de fideos, 55 calorías. ¡Bien! No haz alcanzado ni 100 calorías en el almuerzo. Sería increíble que sea lo único que comas hasta mañana.

Llego al trabajo, se hacen las 3:00 de la tarde "¿Quieres comer? Hay comida por si gustas" me dice mi jefe, "No gracias, no tengo hambre, puedo esperar a llegar a casa" Contesto, sabiendo que son mentiras, hace 3 horas que mi estomago esta gruñendo, duele, duele mucho, pero lo único que va a salvarme será el agua que cargo a todos lados.

Mi jornada finalmente se termina, dejé de usar el trasporte público para aprovechar y quemar calorías camino a casa, Serán más de 200 calorías en una hora de caminata hasta allá, suena perfecto ¿Verdad? Al llegar, no me queda de otra que decirle a mi madre "No tengo hambre, me acaban de dar quesadillas en el trabajo, mejor espero a la cena" Y por supuesto, la cena jamás llegará. 

Aprovecho a quemar más calorías, 15 minutos de abdominales sin parar, 2 horas seguidas de baile intenso, alguna rutina de gym que encuentro en Youtube, se extiende a casi 3 horas de ejercicio, podría seguir más y más pero empiezo a aburrirme y tengo ganas de hablar con mi novio y mis amigos, no me gusta ausentarme tanto. 

Hoy me acuesto feliz y contenta, hice lo posible por adelgazar, quemé casi 2000 calorías (Contando las 1000 que se queman naturalmente en el día, y al rededor de 400 que se queman al dormir) ¡Que buen día! ¡Estoy orgullosa de mi! 
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Suena la alarma de nuevo, hoy es un nuevo día y se repite la rutina, pesarme, bajé medio kilo, es grandioso. Almuerzo una manzana, 52 calorías, y un mango también, 60 calorías, ¿Sobrepasé las 100 y solo en una manzana y un mango? Que asco, no puedo creer que la fruta tenga tantas calorías, no vuelvo a comerlas, solo verdura. 

Por la tarde saliendo del trabajo ¡Sorpresa! Llegaron con pizzas, refrescos y botanas. No puedo decirles que no, sería grosero de mi parte...  Así que tengo que hacerlo, como una rebanada, vale, 250 calorías puedo quemarlas en la caminata, me ofrecen otra, ya son 500, tal vez las queme bailando una hora, otra? 750... 900... ¿Que estoy haciendo? un vaso de Coca-cola tiene 140, la bolsa de botana tiene 270... 1310 CALORÍAS EN SOLO UNA HORA...

Salgo, la panza llena, la comida fue deliciosa claro, tenía meses sin comer pizza... pero no dejo de pensar en la suma de calorías que me acabo de comer, ¿Que hago? ¿Vomito? No... no puedo hacerlo. No tengo el valor de vomitar comida que me dan, o que hace mi madre, solamente vomito si la comida la compré yo, o la preparé yo, así no me siento una mierda. "Si vas a vomitar, mejor ni comas" pienso. Pero ahora como arreglo ese error? junto con las de la mañana ya son 1420... Me castigo hoy, 3 horas de baile, 1 más de ejercicio intenso, me desvelo haciendo ejercicio hasta las 3 de la mañana, pero no quitará el hecho de que comí bastante. Me siento un asco, me siento una mierda. 

Mañana no comeré para compensar mi error.
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Me levanto por la mañana, parece que recuperé lo que tanto me costó bajar... pierdo el tiempo en el baño para que se acerque la hora de irme, finalmente "No hay tiempo de almorzar, no se preocupen, ya comeré en el trabajo, o me compro algo en el camino" llegando al trabajo me dicen "¿Ya desayunaste? Hay comida, por si gustas" algo que respondo "Si, ya almorcé, descuida, estoy llena" no como en todo el día, tampoco por la tarde, llego a casa con la misma excusa "Ya comí, me dieron un plato de albóndigas en el trabajo" con la misma excusa, la cena no se hace presente tampoco... No tengo mucha energía así que solo haré abdominales, lo hiciste bien, tu error fue compensado. 

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Hoy despierto, la rutina de cada mañana se realiza, mamá no está en casa, papá sigue dormido, perfecto, hoy desayuno un pepino y té verde, nada más. Por la tarde saldré con mis amigos, ¡Excelente! Más horas evitando la comida. 
Llego a casa por la noche, mi novio me trajo a casa y nos sentamos afuera a platicar, pero me percato de algo, no estoy bien, estoy débil, quiero ir a la tienda por Coca-Cola para reponerme, se ha vuelto mi mejor amiga, la que me mantiene de pie. Al levantarme comienzo a ver todo oscuro, la cabeza caliente, estuve a punto de desmayarme, pero por suerte, solo fue falsa alarma.

Me voy a la cama contenta, solo he comido un pepino y té en más de 50 horas...


Así es, día a día, una lucha constante intentando saber como bajar, felicitándome si llevo más de 10, 20 o 30 horas sin comer, odiándome si consumí más de 400 calorías en el día, si lo hago me castigo, si tengo hambre me golpeo la mano, me araño, me hago daño, acostumbrando a mi cuerpo a que sepa que hambre es igual a dolor.

Mi vida con ANOREXIA.Where stories live. Discover now