Falsche Erlösung

Capítulo 1 Mascaras

El largo cabello de aquel chico quien habla me hace recordarlo, hace tiempo que no lo he visto y mi cordura ya no puede más mi cuerpo y alma lo necesitan en este momento quiero que vuelva y me saque de este lugar haciéndolo en el auto como la última vez, deseo jalar su cabello mientras él vuelve a morder sacándome un poco de sangre en lo que muevo mis caderas escuchando sus gemidos resonando en aquel pequeño lugar sintiendo la adrenalina al máximo junto con el placer de que alguien nos pueda ver. O también en la ocasión que hablando en una conferencia me tocaba por detrás en lo que yo hablaba, esa vez casi gemía alto, me alegraba que se hubiera ido la luz para abandonar ese lugar e ir a su habitación gritando como loco su nombre.

Solo imaginaba todo lo que podría hacerme al pasar tanto tiempo lejos, ya quería meterme su miembro en mi boca de manera lenta siendo jalado de mi cabello obligándome ir a su ritmo obligándome a meterlo todo en mi boca sin que le importe que suelte unas lágrimas pero que se puede hacer todavía no me acostumbro a su gran tamaño que tienen y del cual soy adicto.

Podríamos tener sexo todo un año y jamás me cansaría de él.

Solo tengo tres prioridades en este mundo los cuales son la perfección, dinero y él a menos que llegue un mejor amante que lo suplante, sin embargo, dudo que eso pase.

El escuchar un vaso caerse es lo que me regresa a la realidad, con solo imaginarlo casi me pongo duro. Escucho a los chicos pedir perdón en lo que tratan de volver con su presentación de aquellos tontos y patéticos proyectos, solo gastaba mi dinero y tiempo, a veces odiaba no ser como el de antes que si no le interesaba algo no iba o les mentía diciéndoles que los vería en un lugar para jamás aparecer y no verlos como hice con varias personas, pero según todos cambie con lo sucedido en el Medio Oriente, que tontos son yo ya estaba podrido desde mi nacimiento aun así eso dejó de importarme hace bastante tiempo, solo esto es una máscara que ya dentro de poco desaparecerá.

Solo suspire escuchando su cuarto proyecto cuando un sonido me hizo levantarme e ir al a ventana, no se veía nadie sin embargo mi corazón palpitaba, lo cual me hizo saber que entre las sombras él estaba allí, su efecto que causaba en mí es tan fuerte que lograba hacer que sintiera su presencia antes de siquiera poder verle, al diablo esta estúpida junta, saque mi celular de mi saco volteando a verlos.

—Lamento informarles, pero debo de retirarme algo sucedió en otra de mis empresas y debo de ir personalmente a resolver el asunto, les parece mejor que la siguiente semana vengan así hasta mi socia vendría ya que estoy interesado en los proyectos y ya quiero ponerlos en marcha

Mentiras, solo sonreír ante esa piadosa mentira, tendría que aceptar sus proyectos sin embargo solo hacia eso por caridad y pena. Vi como casi lloraba de emoción, que patético, traté de no hacer una mueca al tener que acercarme a ellos.

—Claro señor Stark, espero que ese inconveniente se arregle rápido, nos vemos en unos días.

Les sonreí estrechando su mano saliendo deprisa, sabía que si iba por el ascensor alguien me vería y no quería eso así que me fui por las escaleras corriendo en dirección a la salida de emergencias, mi corazón estaba más que agitado al ya estar en el quinto piso de este edificio el cual tenía unos quince. Odiaba tener que hacer esto, pero, aunque Pepper no estaba sabía que podría encontrarme a Rhodes o Happy los cuales por obvias razones no me dejarían irme.

Al bajar cada escalón recordaba que su misión fue en Europa del Este así que espero me traiga un obsequio como la mayoría de veces hace y si es alcohol será mucho mejor. Como odiaba y detestaba a Fury por mandarlo a aquellas misiones que a veces duraban hasta un año, solo a veces me alegraba de sus decisiones ya que hubo unas ocasiones que los dos fuimos juntos a las misiones pero más que nada nos pasábamos el tiempo juntos y yo celándolo, su lado posesivo me hace enloquecer, a jamás podría sacarlo de mi cabeza, no se habrá hecho en mí pero deseo que esto jamás acabe o moriré hasta creo que me volvería loco.

Ya al salir de aquel edificio estaba sudado por haber corrido bastante, mi respiración solo se encontraba agitada en lo que yo trataba de visualizarlo sin tener una pista de su paradero, camine por aquel estacionamiento siendo cegado por el sol lo cual me hizo tropezar con algo o mejor dicho alguien, ya iba a maldecir hasta que sentí una mano en mi cintura deteniendo mi caída y atraerme hacia él, parpadee varias veces intentándolo visualizar y tarde un poco sin embargo su voz fue la que me hizo casi palidecer, era imposible que él estuviese aquí.

—Tony, amor no sabes lo feliz que esto de volver a verte, ya iba en camino a tu oficina te iba a sorprender y hasta traigo tus donas preferidas, no sabes cuánto te extrañe en esta misión, aunque fue horrible no tener contacto al estar al otro extremo del mundo.

Al decírmelo beso mi mejilla en lo que yo trataba de sonreír y abrazarlo.

—Oh Steve gracias y yo igual te extrañé bastante, no creí que llegaras antes y que linda sorpresa ibas a darme lamento haberla arruinado

Otra mentira, si tan solo supiera que en realidad yo no quise que me contacta, aparte no me importaba haberle arruinado esta tonta sorpresa en realidad él debería de pedirme perdón, mis planes fueron frustrados por su llegada.

—Le avisare a Rhodes y los demás que estarás ocupado, espero que ya dentro de poco podamos decirles que nos casaremos, pero esa es tu decisión.

—Diles cuando lleguemos a casa y tal vez en unos meses lo haga, pero no pensemos en eso ahora solo quiero recuperar todo ese tiempo perdido.

Tome su mano caminando a mi auto esperando que dejara aquel tema del casamiento, ya estábamos por subir al auto, me abrió la puerta sin embargo antes de entrar su mano en mi mentón hizo que alzara el rostro dándonos un beso, fue allí cuando escuche el leve sonido de unas hojas y ramas romperse, con que por allí él se encontraba, quien lo diría, sería para la próxima aunque sea esto le enseñaría de que debería de ser más rápido para venir por mí.

No duró mucho ese beso, subí al auto estando del lado del copiloto dejando que condujera y hablará en el camino en lo que yo comía aquellas donas, hubiera preferido una botella de whisky, sin embargo, de esta forma podía omitir una charla con él, en estos momentos solo quería estar solo.

En el camino solo podía pensar que todo esto ya cada vez me hartaba más, odiaba tener que ser el mártir que había cambiado y al cual todos regañaban si se cometía un error en las misiones que les encargaban a todos los Vengadores.

Ya el reloj está a punto de correr sus manecillas, ya las piezas de mi rompecabezas estarán por encajar, ya cada vez estoy ansioso por que todo empiece.

Como lento la última dona pensando como este día empezó tal mal, no sé qué fue peor encontrarme con Steve o tener a aquellos estudiantes y escucharlos, les había dado becas apoyándolos y querían regresar el enorme favor que les di para presentarme sus proyectos los cuales solo eran mediocres, hasta Pepper y Happy apoyaron está loca idea, al enterarme de que esta sería la primera de millones de juntas que tendría con varios chicos solo sonreí aceptándola y agradecía que no leyeran mentes porque de ser así sabrían mi molestia y desagrado.

Vi a lo lejos la casa que compartimos, cerré mis ojos tendría que tener que pasar más de un día a su lado, apenas me preparaba para la terrible tortura de estar con Steve en el momento que ambos recibimos una llamada, fruncí mi ceño sacando mi celular hasta que vi el nombre de quien me llamaba, conteste la llamada escuchando gritos que me impedían siquiera escucharlo, voltee a ver a Steve el cual volvió a arrancar el auto en lo que seguía hablando por teléfono.

—Peter habla fuerte, ¿Dónde estás?

Iba a seguir hablando hasta que escuche como gritaba por ayuda, voltee a ver a Steve en lo que él me susurraba quien le llamaba, no quería colgar mi llamada sin embargo tuve que hacerlo, era la única forma en que podría rastrar su ubicación.

Con Steve solo escuchaba gritos, ambos no sabíamos a donde ir y solo el manejaba sin rumbo, ya estaba por poco de saber el paradero de Peter cuando Steve tuvo que detener el auto, no entendí nada ya que tenia la mirada agachada al celular, al alzarla mis ojos se abrieron de par en par.

Esto no tenía que suceder.