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Miraba el mar, perdido entre sus pensamientos.

— Dime la verdad, por favor. ¿Me estás engañando con Hoseok?

El silencio del lugar lo ayudaba a mantenerse con calma, sin estar atormentandose tanto por todo lo ocurrido.

— Si, Jungkook, te engañe con Hoseok.

Las heridas eran recientes, le dolían demasiado y le tomaría un tiempo curar su corazón. No sé adelantaría, dejaría que las heridas sanaran solas, no apresuraría a su corazón en ningún momento.

— ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Acaso ya no soy suficiente para ti?!

Cerró sus ojos y disfrutó del viento helado que corría, estiró sus brazos y se dedicó a disfrutar de la sensación de estar rodeado de la naturaleza.

— ¡Yo no quería, te lo prometo! ¡Fue algo que de un día para otro pasó! ¡Y no digas que no eres suficiente, porque eres más de lo que merezco!

Alejarse de la ciudad por un tiempo le haría bien, necesitaba descansar y estar en un lugar lleno de paz, como la playa en la que se encontraba. Realmente habían tenido suerte de que el amigo de Yoongi, Jimin, los dejara quedarse en su casa por un tiempo luego de ver el estado en el que venían los dos. 

— ¡Confié en ti todo este tiempo, te amé y te cuidé! ¿Así es como me pagas? ¡Eres un desgraciado, Taehyung, ojalá te pudras! 

Abrió los ojos y contempló el mar frente a él, a varios metros de distancia. Las vistas de la casa de Jimin eran impresionantes, se veía perfectamente la playa que rodeaba el lugar. Un lugar perfecto para descansar. 

— ¡De verdad que me arrepiento, Jungkookie, por favor créeme y quédate junto a mí. Voy a cambiar para demostrarte que te amo! 

El sol estaba recién salido, era temprano en la mañana y aprovechaba que era el único despierto para poder pensar en soledad y tranquilidad. Estaba muy herido, pero prefería hacerse el fuerte para que Yoongi no sufriera más de lo que ya estaba sufriendo. 

— ¡Ya es muy tarde Tae, perdiste tu oportunidad. Pudiste haber cambiado hace mucho tiempo atrás! 

Desde ahora se alejaría un poco de todo lo relacionado con el amor de pareja, porque no quería más. Taehyung ya lo había dañado lo suficiente por el momento y quería evitarse  más sufrimiento. 

— ¡No me dejes Jungkook, por favor, te lo pido con el corazón! 

Recordaba las lágrimas que tenía Taehyung en los ojos a la vez que le pedía que no lo dejara, como lloraba y como lo sostenía con fuerza del brazo, impidiéndole avanzar más. Pero él se había prometido no seguir sufriendo, así que con toda su fuerza de voluntad se soltó del mayor y salió del departamento con sus cosas en una maleta, sin mirar atrás. 

— Hasta nunca, Taehyung. Espero no volver a verte en lo que me queda de vida. 

De ahí se fue directamente a la casa de Yoongi, donde él ya lo esperaba en la calle con sus maletas. Juntos se fueron a la casa de Seokjin, donde se despidieron de él y de Namjoon, para luego partir a aquella casa donde vivía el amigo lejano de Yoongi.

Jimin no tuvo problemas en rcibirlos, a penas escuchó la voz rota de Yoongi a través de la línea del teléfono él aceptó sin dudarlo. Y ya llevaban unas semanas viviendo los tres, no habían problemas de convivencia. 

Jungkook pensaba en esperar a sentirse un poco mejor emocionalmente para bucar un trabajo, o quizás estudiar algo, aún no lo decidía. Yoongi por su parte, estaba tan deprimido que no pensaba en nada más que dormir y comer, casi comportándose como un muerto en vida. 

Jimin se encargaba de Yoongi la mayoría de las veces, incluso le subía el ánimo a través de chistes o bailes graciosos, los cuales siempre funcionaban. 

— ¡Jungkookie, te amaré por siempre! 

Había escuchado el grito de Taehyung aquél día, pero lo había ignorado por copleto. No se permitiría creer ni una palabra más de Taehyung ni de Hoseok. Ni de nadie que no coniciera. Cambió su número de celular y se lo dio solo a Namjoon y su hermano, además de Yoongi y Jimin. 

Seokjin lo había llamado constantemente, pasaban horas y horas hablando sobre distintos temas, incluso a veces se quedaba minutos enteros escuchando a Seokjin dormir cuando éste se quedaba dormido de pronto. Luego le gritaba para que despertara y se reía al escuchar el grito de miedo por parte del mayor a través de la llamada. 

Nmajoon también lo llamaba, y le contaba curiosidades o le recomendaba música para que escuchara. Algunas veces mantenían llamadas mientras jugaban algún juego online juntos, derrotando a todos como el buen equipo que eran. 

Su vida había cambiado tanto. A veces inconscientemente recordaba a Taehyung o hacía un comentario sobre él como "A Taehyung le gusta ese cantante", "Taehyung me recomendó esta película una vez", "Taehyung le temía a esos bichos". Luego se regañaba mentalmente por haberlo recordado.  

Se había cortado algunas veces, su dolor era tanto que a través de los cortes había encontrado una manera de traspasar su dolor mental a físico, pero desde que Yoongi lo descubrió, ni él ni el rubio, Jimin, paraban de vigilarlo, incluso le revisaban las muñecas, los brazos y las piernas para asegurarse de que no hubiera hacho nada contra su cuerpo.

Por que sí, después de tanto dolor en su relación, Jungkook fue diagnosticado con una depresión. No le daba mucha importancia la verdad, porque tenía fe en que la depresión desaparecería cuando él ya sanara sus heridas.

— Hey, otra vez estás aquí solo. –Yoongi se sentó a su lado, dejando la bandeja con dos tazas de té en la mesa frente a ellos.— Me encanta la vista de este balcón. –El pelinegro cerró sus ojos e inspiró con fuerza para luego soltar todo el aire.— Hace frío, así que te traje un té y una mantita de patitos que tenía Jimin. –Yoongi se quitó la manta de los hombros y se la entregó a Jungkook, quién se arropó con ella.

Yoongi también tenía una mante, solo que esta era de cachorros amarillos con lentes de sol, una manta que Jungkook sabía que Yoongi la tenía desde que era bebé. 

Ambos disfrutaron del té entre risas y comentarios sobre el día, incluso después de un rato se les unió Jimin. Y terminaron los tres desayunando en el balcón mirando el mar. 

Prometiéndose no sufrir más.   

ENGAÑO [VKOOK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora