Capítulo único: Susurros.

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—Te quiero— susurró Chris a la hermosa mujer entre sus brazos. Un descanso tras tres tomas horrorosas, realmente cansadas. Ella dormía plácidamente entre sus brazos, sabiendo que si Hemsworth o Downey los encontraban, podrían darse por molestados el resto del rodaje.— Te quiero tanto que duele, Scar.

Pero ni ella ni Chris podían evitarlo. Se querían tanto, se conocían desde hace tanto... Chris sabía cómo diferenciar un estornudo por alergia o por resfriado. Scarlett sabía cuando estaba enfadado con Trump o cuando estaba enfadado con los Russo con solo un bufido por su parte. Chris sabía cuando coqueteaba o cuando bromeaba. Scarlett sabía cuando tenía miedo de fallar o cuando la ansiedad empezaba a golpearlo.

Habían jóvenes juntos, habían mantenido el contacto e incluso se habían acostado juntos un par de veces. Era el puro magnetismo de ella, era la naturaleza salvaje y amable de él.

Scarlett se revolvió en sus brazos y Chris se quedó lívido. ¿Lo había oído? Se despertó y bostezó levemente, sonriéndole amablemente. No había cambiado nada y Chris suspiró de alivio.

—¿Vamos, Christopher?— le sonrió, levantándose y peinándose frente al espejo del camerino. Estaba rubia, con el pelo sobre los hombros y estaba preciosa.

—Claro, Scar— él era de las pocas personas que podía llamarla así. Y se sentía realmente afortunado por ello.

Llegaron juntos y, como siempre, Downey y Hemsworth los molestaron diciendo que la boda sería preciosa. Y que nos les dieran a otros sus lugares.

Chris río, Scarlett lo miró y sonrió levemente.

Rodaron juntos, riendo y sonriéndole a la cámara cuando se olvidaban de las líneas. Downey bailaba, Hemsworth hacia caras graciosas, Renner maldecía, Ruffalo grababa todo.

Cuando terminaron, dando por satisfechos a ambos directores, todos se dirigieron al trailer de Downey.

—¡Espera, Chris!— exclamó Scarlett, agarrando la mano del hombre. Era como treinta centímetros mayor que ella, así que tuvo que ponerse de puntillas.

Le agarró de las solapas de la camiseta y lo atrajo hacia ella, besándole los labios con cariño. Cuando la lengua de él pidió permiso para explorar la boca de ella, ella le dejó, agarrándose aún más a su cuello. Él le agarró de la cintura.

Cuando se separaron, oyeron el flash de una cámara y miraron a Ruffalo, sonriendo y grabando.

—¡ROBERT, NO TE VAS A CREER ESTO!— dijo, corriendo hasta el tráiler. Scarlett negó con la cabeza y agarró de las manos a Chris, dándole una sonrisa que él catalogó como la más bella del universo.

—Te olvidas que soy actriz, Christopher— le dio un golpecito en la nariz, sonriendo.— Y sé hacerme la dormida.

Él rió, juntando las frentes y cerrando los ojos.

—Yo también te quiero— ambos rieron y se dieron otro beso en los labios.

Entre susurros [Evansson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora