𝐒 𝐈 𝐄 𝐓 𝐄.

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Narradora

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Narradora.

Finalmente la elfa estaba libre después de unos largos meses, ya no estaría en aquella celda, pero eso no significaba que eras libres de ellos, no, claro que no, solo te habían cogido confianza durante los meses que haz estado con ellos. Al saber que no haz intentado escapar o traicionarlos, decidieron darte una habitación propia.

Aun te sentías mal por no estar en tu reino, junto a tu padre. Te sentías como una basura por no poder vengarte o hacer algo al respecto, pero aun así no podías hacer nada. Odiabas a todos, absolutamente todos menos a una persona la cual deberías de estar odiando en este momento, Meliodas.

La elfa se posicionó cerca de la ventaba viendo las gotas de lluvia que se deslizaban por la ventana, había una fuerte tormenta. Pensaste que hoy no entrenarías por la gran cantidad de lluvia pero no fue así.

Escuchaste que tocaban tu puerta por lo que fuiste a ver de quien se trataba, era una de las sirvientas que mantenían ordenado el castillo. Al ver de quien se trataba te sorprendiste un poco, ¿que hacía aquí?

- Señorita TN, se le necesita en la zona de entrenamiento.

- ¿Entrenar? ¿Quién ha sido?

- El señor Meliodas la necesita allí en este momento, gracias por su atención.

Tn.

Dijo y se fue de allí dejándome con la boca abierta, ¿cómo rayos me manda a entrenar con esta lluvia así? Podría enfermarme y contraer un resfriado gravé. Pero si se trataba de él no podía negar probablemente sea algo importante, así que decidí ir y tampoco podía negarme, aun así si me quedaba él vendría por mí y me obligaría a ir. Me vestí rápidamente con algo casual no tan incomodo ya que aquí usan ropas extrañas cosa que no me gusta mucho.

Salí de allí lo mas rápido que pude abriendo la puerta y cerrándola detrás de mí bajando rápidamente las grandes escaleras que daban vista a la gran sala de estar. Mientras caminaba pensaba sobre lo que necesitaba Meliodas, dudo mucho que sea entrenar y mucho menos alguna misión, se me hacia extraño.

Narradora.

Al llegar lo viste parado como si estuviera esperándote por un periodo de tiempo, estaba todo mojado por la lluvia. Caminaste hasta estar en frente de él, te miró y dijo.

- Hoy iremos a destruir un reino.

- ¿¡Qué!?

- Lo que oíste, preparate porque sera ahora.

- ¡Acaso estás loco! Esta lloviendo y podríamos enfermar con esta lluvia.

- Eso no importa.

- Pero.. ¿Un reino entero? No estoy lista.

- Claro que lo estas.

- ¿Y si pierdo? ¿Y si no soy verdaderamente fuerte? ¿Qué voy a hacer? ¿Podría mori..?

Eʀᴇs ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ. | (MeliodasxTú)  [[PAUSADO]].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora