Malboro y Chester

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Brillaba como un nuevo juguete en invierno,el mar,el agua,el sol,el cielo y sus nubes ,esas cosas que Heaven prefería antes que a los diarios juguetes a los que acostumbraba su ego. Caprichosa e impaciente,así era Heaven,la princesita de su padre.
Cuando el se fue,la casa de Heaven desprendía el olor del sándalo y la melancolía,dejando de lado el olor a croquetas quemadas que tanto le asqueaba.
Las cajetillas de malboro estaban en el suelo y la comida de Patricia,dejo de saber bien,todo dejo de saber bien .
Heaven extrañaba la dulcura de los postres que con tanto amor su padre le hacía.
Promesas rotas y noches frías,bombeaban en su sangre,el odio hacia ella y hacia el mundo la deboravan en una profunda ansiedad,era un pozo sin fondo que nada era capaz de llenar.
En el colegio,las profesoras obligaron a los alumnos a no comentar nada sobre el fallecimiento del padre de Heaven,pero era fácil ver como la niña de la que su padre no quería separarse,caminaba sola hacia su clase,lo que antes eran música y risas acabó en silencios y martirios.
Sus notas empeoraban,y sus hábitos alimenticios también. Confundía el querer a alguien con amar,aunque en el fondo sabía que ella no sería capaz de amar más.
Una tarde salió con su amiga de la infancia,Carlos y otras compañeras,se puso un vestido rosa apretado,Heaven era esclava de una personalidad falsa que su madre le había impuesto.
Entonces perdida en sus pensamientos y inseguridades un camino de olor a Chester recorrió su ancha nariz,era la misma sensación que sentía al lado de su querido y difunto padre.
A un par de metros estaba Carlos hablando con un chico que tufaba un poco,y detrás de este mindundi,una hermosa flor.
Tenía las raices de su pelo de un negro intenso,y una flor parecía nacer en cada pestañeo,una chica de baja estatura con una chaqueta negra de la marca puma y así es como Heaven tiró del hilo rojo del destino y encontró al son de la sinergia y al compás de una meliflua voz ,a miyi Heaven encontro la calided del tabaco del Malboro,solo que esta vez,era chester.
Es irónico,ella a día de hoy odia que la llame así,lo que ella no sabe es que Heaven decidió ser diferente para ella y atreverse a amar a esta frágil persona,y por eso nunca la llama por su verdadero nombre,por que quiere ser alguien en quien ella pueda confiar,alguien diferente a todo lo mundano.
Estando al lado de esta chica el vació se llenaba con abrazos y lágrimas. El tiempo pasaba más lento y su alrededor era pasajero e irritante,al igual que su piel un día de verano sin protección solar.

Heaven HuntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora