—Dazai-kun, por curiosidad… ¿Cómo puede una persona cortarse a la vez con 23 folios?
—Se me cayeron. Intenté cogerlos al vuelo y fracasé estrepitosamente.
El doctor suspiró mientras abría el omnipresente armario lleno de rollos de vendas. Para su sorpresa, solo quedaba uno.
—¿Ocurre algo, Mori-san? —preguntó el joven mientras se balanceaba en el taburete, agarrándose las heridas de los brazos.
—Parece que se nos han terminado las vendas…
Los ojos del suicida brillaron con tanta luz que no parecían los sombríos ojos que siempre le caracterizaban. Tras vendarle los brazos de nuevo, abrazó con fuerza al jefe de la mafia, llorando a lágrima viva.
—¡Por fin!
Soltó al médico y salió corriendo de la clínica con una gran sonrisa. Mori notó un escalofrío en su cuerpo viendo tan animado a Dazai…
Algo se avecinaba y no estaba preparado psicológicamente para enfrentarlo.
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La primera parada fue en el bar Lupin, donde Ango y Oda se tomaban su típica copa tras sus trabajos bien realizados.
—Se te ve hoy muy sonriente, Dazai —comentó Ango mientras el joven tomaba asiento en la barra.
—No nos digas que Chuuya ha vuelto a caerse de la moto —dijo el mayor algo escéptico.
—¡Pues no! ¡Hoy es un gran día! —gritó con una sonrisa— ¡Porque hoy me muero!
Sus dos compañeros se miraron y siguieron bebiendo, para decepción del joven vendado.
—¡Pero bueno! ¡¿No vais a preguntarme nada?!
—¿Qué tal el día?
—¡Oda, hablo de mi muerte!
—Dazai, seamos honestos —intervino Ango—: saliste vivo de una bomba que te explotó a dos centímetros el martes pasado. Tu afán por la muerte siempre es el tema principal de todas las comidillas de la mafia.
—¡Pero esto es diferente!
—Eso mismo dijiste cuando viste que podías intentar beber lejía.
—¡Los cielos se han abierto y me han enviado un mensaje!
—¿Has tomado hoy de desayuno alguna droga o algo?
—¡Es en serio! ¡Hoy se han terminado las vendas en la clínica de Mori-san!
Oda alzó una ceja algo confuso.
—¡No lo entendéis! Mori-san compró un pack vitalicio de vendas para mí. ¡Hoy se ha terminado ese pack VITALICIO (es decir, que dura una vida entera), por lo que mi muerte está cerca! ¡¡Levo esperando este momento desde hace años!!
Oda se imaginó a Dazai gruñendo al lado del armario de vendas todos los días porque no se acababan. Siendo Dazai, seguro que lo había hecho.
El joven ejecutivo sacó el móvil y empezó a teclear con rapidez.
—¿Se puede saber qué haces? —quiso saber Ango.
—Mando mi esquela a todos mis contactos.
El móvil de Oda sonó. Cuando miró a ver quién era, vio la foto de la esquela de Dazai en la pantalla:
Osamu Dazai
Muerto a los 17 años
Causa: mensaje del Cielo a través del agotamiento del pack vitalicio de vendas
Agradecimientos: Oda y Ango (quienes siempre me apoyaron en mis opiniones del suicidio), Chuuya (por acortar mi vida cada vez que veía semejante ser amorfo pasearse por los pasillos de la central), Hirotsu (por pasarse el nivel difícil de mi videojuego) y Gin (por saber escuchar).
Epitafio: “Por favor, no me molestéis.”
Tras terminar de leerlo, Oda y Ango llegaron a la conclusión de que debían buscar un nuevo trabajo.—¡¿QUE TE APOYAMOS EN TUS DECISIONES SUICIDAS?! —gritó Ango, presa del pánico.
—Me acaba de llegar un mensaje del jefe: quiere vernos esta noche para hablar sobre “cierto asuntillo”.
—Es el fin…
El móvil de Dazai sonó en ese mismo momento.
—¡Uy! Hirotsu me da las gracias por nombrarlo en mi epitafio… ¡Qué buen hombre es! ... Chuuya me ha enviado una especie de gif muy extraño… En él sale una mujer desnuda y un hombre que…
—¡BORRA ESO! —le arrebató el móvil Ango.
Tras borrar el mensaje, volvió a sonar el móvil.
—Es un mensaje de Akutagawa… “Creo que se le olvidó nombrarme, Dazai-san.” Humm… —empezó a teclear—, “No lo creo”.
He aquí la crueldad del ejecutivo más joven de la mafia, pensó Oda.
—¡Y AHORA A POR MI MUERTE! —saltó del taburete y salió disparado por la puerta.
Los dos hombres que quedaban se miraron y suspiraron.
—Yo creo que ha ido a las vías del tren.
—El puente pilla más cerca.
—Cierto.
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(A la mañana siguiente)
—Dazai-kun, por curiosidad… ¿Cómo terminaste en medio de una boda en un barco?
—Salté del puente y en ese momento pasaba el barco.
Mori suspiró mientras volvía a dirigirse al armario de las vendas.
—¿Y todas estas cajas, Mori-san?
—Gracias a la bajada de sueldo de dos de tus compañeros, pude hacer ciertas compras.
—¿Vestidos para Elise?
—Ya me hubiese gustado…
Abrió el armario y se lo encontró completamente lleno de vendas.
—Compré varios packs vitalicios de rollos de vendas.
La boca de Dazai se desencajó por completo.
—He de decir que la esquela te la trabajaste.
—¡ERES UN MONSTRUO, MORI-SAN! ¡RENIEGO DE LA MAFIA! —y salió dando un portazo.
El doctor suspiró y mantuvo en alto un rollo de vendas durante unos minutos, hasta que la puerta se abrió y Dazai tomó el rollo.
—Necesitaré esto.
—Recuerda que hoy hay reunión.
—Pues necesito aspirinas también.
—Ya sabes dónde están.
Con un poco de suerte, esperaría a que se terminase el pack vitalicio de aspirinas para volver a intentar suicidarse.
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BSD || La teoría del pack vitalicio
FanfictionLos cielos se han abierto y, en forma de mensaje, han avisado a Dazai que por fin se va a morir... ¿Y todo porque se ha quedado sin vendas?