Celo🌙 JJK + KTH

🍃One🍃

Castaño, estatuta pequeña, tierno. Ojos verdes oscuro que hacían contraste con su tez balca y parecida a la porcelana. Ésta es la descripción de TaeHyung, un beta del cual muchos tenían la teoría, sería un omega. Y no estaban equivocados.

El pequeño chico de 16 años, era conocido por casi todos los vecinos. Era como la perfección ante los ojos de los demás, ¿Cliché? Sí.

Muchos alfas empezaron a cortejarlo aunque el chico aún no se haya presentado. Taehyung siempre los rechazaba discreta y delicadamente. No quería herirlos.

~★~

Su alarma sonó, anunciando el inicio de un nuevo día para él y sus aventuras. Se sentía ansioso, pues hoy era miércoles y los miércoles iba a sus clases de francés.
El castaño tomaba clases por internet en vez de ir a una escuela común y corriente. Hizo maravillas para convencer a sus padres de que lo metieran a un instituto “real” y estudiar como alguien “normal”.

Su maleta estaba lista, como siempre, esperándolo en la puerta de su cuarto. Después de haberse bañado y arreglado, como era de costumbre, bajó de su dormitorio hasta el comedor. Su madre, una beta, hacía los mejores panqueques del mundo. Y su padre, un alfa, era el encargado de dar vida a las comidas. ¡Hasta su familia es perfecta!

—Bebé, ¿Seguro que quieres ir hoy? —Su madre lo miró algo preocupada. Aún no estaba acostumbrada

—Mamá, estoy bien. —El tierno menor se sentó junto a su padre.

—Sabes que queremos lo mejor para ti, así que, si te sientes muy mal, no dudes en llamarnos, amor. —Ésta vez habló su padre.

—Si, si, estaré bien. —sonrió un poco— Ni que me fuera a los barrios bajos.

~☆~

—TaeTae, ya sabes. —Su papá lo miró por el retrovisor—. Si te sientes mal, no dudes en llamar.

—Siempre estamos al tanto de ti, cielo. —Su mamá volteó para dejarle un sonoro beso en su mejilla derecha.

TaeHyung salió del vehículo y caminó el pequeño tramo hasta la puerta del lugar. Aferró más su maleta a él y cruzó la puerta.
No era su primera clase, pero sí un nuevo inicio de ciclo, por eso su nerviosismo.
Subió hasta el 3er piso y buscó el salón 309, donde le tocaba. Llego y en la puerga decía justo el nivel al que iba; intermedio 5. Con sus manos y piernas temblando, entró al salón. Como siempre, estaba temprano y sólo vió a 4 chicos más. Tres betas y un alfa. Suspiró y se sentó cerca de la puerta, ya saben, por precaución. Pasando un rato, una chica llegó, por su mirada, TaeHyung supo que era una alfa. Junto a ella, estaba otra chica, más pequeña; una omega.

No reconocía a nadie, por segunda vez, suspiró. Tal vez no fue buena idea dejar que sus padres le saltaran cursos por su fluidez al hablar el idioma.

Cada vez más alumnos llegaban, más alfas, más betas, no muchos omegas y eso le estaba poniendo nervioso. Claro, era un beta, aún, pero eso no podía evitar tener miedo.

Su maestro llegó y su nerviosismo aumentó. Un alfa también. Cuando éste empezó a llamar la lista, se dió cuenta que medio salón era de la raza más alta y la otra mayoría beta, mientras sólamente estaban 4 omegas.
Seamos sinceros, hasta TaeHyung sabía que iba a ser un omega, pues su actitud y apariencia lo delataban. Algo temeroso respondía lo que sabía a su maestro.

—Entonces, señorito Kim, ¿Cómo pediría direcciones? —Su mirada fija en su pequeño cuerpo lo ponía muy nervioso.

— Pardon, Monsieur, comment vous aller au café récemment? (Disculpe, señoe, ¿Cómo podría llegar a la cafetería más cercana?)

—Perfecto, ahora pueden ir a su descanzo —sonrió al pequeño adolescente y abrió la puerta a los demás alumnos.

El castaño con algo de temor se levantó dispuesto a salir, no quedaba nadie en el salón más que él y su profesor.

—¿Kim? —La ronca voz del alfa lo hizo sobresaltar y lentamente volteó hasta mirarlo.

—¿Si, profesor Jeon? —Cuando se dió cuenta que estaba haciendo contacto visual con el mayor, bajó la cabeza.

—Calmate, no eres un omega, no te haré nada. —rió divertido—. Igual no lo haría, eres mi alumno.

Alumno.

Jeon JungKook era su profesor, un hombre alto, pelinegro, de rasgos no tan fuertes como la mayoría de alfas. No pasaba de los 30 años.

—Si...¿De-Desea algo, profesor? —TaeHyung jugaba con el borde de su suéter. Sus mejillas rosas y labios mojados de tanto pasar su lengua por ellos.

Aparte de ti, nada. —Umm, pareces joven, ¿Qué haces en un ciclo tan alto?

—Pues...mi-mis padres me hi-hicieron daf e-el examen otra ve-vez cuando estaba en ba-basico 3 y terminé a-aquí. —Se le hizo muy tierno escuchar al joven tartamudear.

—Wow, que sorpresa. —Dijo con total sinceridad—. No pasa de los 18, ¿No?

—Tengo 16, pro-profesor Jeon. —No era tartamudo, pero el pelinegro le causaba muchas sensaciones.

—No me sorprende, aunque te daría 15 sinceramente. —Un fuerte sonrojo se vió en el menor y causó risa en JungKook.

—N-No diga eso, profesor —trataba de ocultar su sonrojo con sus manos, pero no fue posible.

—¿Cuántos años me das? —Tenía las muñecas del castaño en sus manos.

—22 —su sonrojo aumentó mientras trataba de desviar su mirada y zafarse del agarre en sus muñecas.

—Gracias, pero no —TaeHyung lo miró sorprendido—. Tengo 28 años —Acarició la cabeza de beta.

Ok, eso lo había sorprendido. Se llevaban  12 años, lo sorprendió mucho, creyó que la diferencia de edad era menos.

—¿Parezco tan jóven? —El profesor levantó una ceja divertido hacienso reír al chico—. Me alagas, pero sí, lamentablemente me hago viejo.

—Ni tanto, profesor. —entre risitas, fue algo que TaeHyung logró decir—. Su omega debe ser muy afortunada de tenerlo.

—Kim —Su temor que se había ido, volvió por como lo llamó, aunque era su apellido, después de tomar confianza se escuchó raro—. No tengo un omega.

—Oh...—Lo había dejado sin palabras, lo tomó por sorpresa—. Disculpe.

¿Cómo era posible que alguien tan...tan...perfecto como Jeon JungKook no tenga una pareja?

Estaba confundido, más que antes, ¿Desde cuándo le atraía su profesor? Vamos, TaeHyung, es la primera vez que se ven, ¿No? ¿Entonces por qué demonios te comportas así? Maldita sea.

El timbre sonó y lo sacó de sus pensamientos, también que el maestro había soltado sus muñecas. Fue a su sitio otra vez bajo la mirada de éste y volvió a sacar sus libros que había guardado antea del receso.

La clase transcurrió con normalidad. El profesor haciendo preguntas y los alumnos concentrados reapondiendo. Menos TaeHyung. Él estaba más concentrado en los movimientos del maestro y es que, se podía imaginar todas las escenas posibles con él.

—Alumnos, por último, me tendran que hacer una descripción del lugar que más les gusta. —Empezó a repartir hojas en los pupitres—. Mínimo 60 palabras, no hay un máximo.

Todos empezaron a describir el lugar que les gustaraba más. Algunos hicieron lugares irreales, otros, playas, campos, etc. Hasta un grupito describía sus propios cuartos.

TaeHyung describía una de las maravillas del mundo, a él le encantaban.
Un dolor crecía en su vientre, pero no le tomó importacia hasta que se hizo más fuerte y todos dejaro lo que hacían para verle. Y todo para el castaño se fue para abajo cuando se sintió un fuerte aroma a durazno y cerezos.

Estaba frito.

Perdón faltas ortográficas.