30

599 87 22
                                    

Querido Shawn:

Mientras me encuentro en la bañera del baño de mi habitación te escribo la última carta.
Hasta aquí han sido treinta.
Jamás recibiste alguna.
Jamás te pude decir lo mucho que me gustaba tu jardín.
Jamás te pude decir lo mucho que me gustabas tú.
He llegado a la conclusión de que es inútil  que te siga escribiendo.
Que te siga pensando.
Que te siga extrañando.
Que te siga amando en la manera en la que lo hago.
Duele pensar que no estás aquí.
Duele más pensar que jamás lo estuviste.
Siempre tan cerca pero tan lejos.
Es irónico.
Te he soñado incontables veces desde tu muerte.
Son pesadillas.
Son pesadillas hermosas, porque tú estás en ellas.
Me he sentado incontables veces frente a mi ventana viendo hacia tu jardín desd tu muerte.
Y te imagino.
Te imagino sembrando los tulipanes blancos un día.
El día siguiente son margaritas.
Y el siguiente girasoles.
Jamás te imagino sembrando lirios.
Sé que lloraré de nuevo si lo hago, y ya no quiero llorar más por tí.
He observado incontables veces la foto tuya que recorté del periódico.
Algunas veces te veo a tí.
Otras, no eres tú.
Intento recordar tus gestos, pero estos se distorsionan y se convierten en imágenes tuyas tirado en tu cama, muerto.
En el periódico decía que tú siempre fuiste un chico alegre.
Que amabas cantar más que a tu vida.
Yo sé que no es así.
No había nada que tú amaras más que tu jardín.
Tu jardín que alguna vez fue de tulipanes blancos.
O de margaritas.
O de girasoles.
Pero nunca de lirios.
Intento recordarte como realmente eras.
Pero termino imaginándote como la gente cree que eras.
Es por eso que ya no intento verte realmente.
Cuando veo tu foto...no eres tú.
Eres él.
Eres Shawn Mendes.
Eres el chico que amaba cantar.
Eres el chico que encontraron muerto en la cama de su casa un 2 de junio.
Eres el chico que recibió muchas flores por parte de gente que nunca conoció.
Tal vez necesitabas a alguien que te diera un tulipán.
O que te diera una margarita.
O un girasol.
O tal vez necesitabas a alguien que corriera a abrazarte y te suplicara que no te fueras.
O tal vez siempre estuviste esperando por ese lirio que acabara con tu vida.
¿Qué más da? Ahora estás muerto.
No hay una gloria divina o poder sobrenatural que te traiga de vuelta.
No te preocupes, Shawn.
No volveré a escribirte más.
Ya no intentaré buscarte entre flores.
Ya no intentaré buscarte entre vagos recuerdos de algo que jamás fue.
Tal vez en otra vida fuiste o serás para mí.
Tal vez nunca lo serías.
Por favor, Shawn.
No intentes detenerme.
Ire en busca de ti.
Llevaré un tulipán, una margarita y un girasol conmigo.
Dejaré el lirio para el final.
Cuando tú decidas si quieres ser el chico que amaba cantar o el chico del jardín.
Sé tu decisión.
Me estoy desvaneciendo poco a poco.
Y te siento más cerca.
Ahora entiendo lo que habías intentado decirme en sueños.
Me querías a tu lado.
No habrá nadie que nos separe ahora.
Seremos tú y yo.
Viendo un jardín lleno de diferentes flores, de diferentes colores.
Ahora no intentes dejarme de nuevo, porque no soportaría volver a morir por ti.
Espérame, estoy por llegar.

Atentamente: Niall, quien moriría las veces que fuesen necesarias con tal de estar a tu lado.

El jardín de Shawn Mendes; Shiall Donde viven las historias. Descúbrelo ahora