Cap 36

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Narra Sam:

No tengo ni la más mínima pista de lo que acaba de pasar, la voz de ese hombre resuena en las paredes de mi cabeza. ¿Qué querrá?, soy sincera al admitir que me causo inseguridad la llamada.

Camino a la mesa donde están mis amigos y noto como algunos hombres (jóvenes y otros no tanto) me observan al caminar. Puedo entender que por un tema hormonal a un puberto de quince años al ver pasar a una chica les sea algo nuevo y llamativo, pero lo que me empuerca es que haya tanto viejo verde que ande mirando piernas cuando apenas se puede las suyas.

-¿por que traes esa cara?-Me siento a un lado de Tyler.

-nada...solo

«un sujeto me acaban de hacer una llamada extraña que da a entender que me está diciendo o algo así»

-no recuerdo se cerré la llave de la habitación con seguro.

-no te preocupes, lo más probable es que haya sido un reflejo inconsciente.

-si...

Cait me ve no muy convencida. En el mundo hay millones de personas, pero solo una a la cual no podría engañar aunque quisiera. Si, esa persona es Caitlin. Nos conocemos desde que la tierra aún estaba caliente, íbamos juntas a la guardería como los picapiedras, por poco no nacimos al mismo tiempo ni en la misma sala de hospital.

El despistado de Tyler bebe despreocupado de su taza y Cait me pega una mirada de «luego me cuentas». Le guiño un ojo. La parejita comienza a charlar Dejando de prestar atención a su entorno. Se lanzan miradas de amor el uno al otro, y admito que me incomoda, ni siquiera esta Ethan aquí en la mesa para hacerles la pelea o al menos para no estar aquí de sujeta velas. Como arte de magia el mencionado deja un apetitoso trozo de dulce frente a mis ojos, y no me refiero solo a él, si no a un trozo de tarta con arándanos.

-pero que delicia, se nota que hubo pasión desmedida en la fabricación-apoyo mi rostro sobre un puño-igual el trozo de tarta se ve bueno cariño.

Noto que levemente se sonroja al recibir mi inesperado alago. Este chico se cree la muerte gran parte del tiempo, tiene un autoestima que no choca con ningún techo y es el rey de la autosuficiencia. pero hay veces en la que lo pillo volando bajo y le hago un comentario de este tipo provoco que se sonroje, y eso me fascina.

-¿de tan temprano con tus disparates?

-si, ya te tuvo que haber quedado claro mi amigo-arruga la cara. Me encanta que sea tan expresivo (cuando quiere) con su rostro, no se como es que hace esas caras tan sexis con las cejas

-directo en el corazón-sacó un trozo de tarta con el tenedor-no me gusta que me llames así.

-regresamos en seguida-la parejita se levanta de la mesa tomados de manos. Por sus caras se que no volverán hasta en un buen rato más.

-envidiables-murmura con una de esas sonrisas ladeadas que me dejan sin aliento.-tomo el baso con jugo que dejó Cait sobre la mesa y le doy un sorbo.

-ventajas de ser pareja-lo pico elevándome de hombros

-dime que fue entonces lo qué pasó entre nosotros varias veces durante toda la noche.

-¿reforzar la amistad?-sonríe girando los ojos.

-¿así refuerzas tu la amistad?

-no, no con todos-Meneo el vaso-es que tú estás buenorro así que-sonríe divertido.

Noto que una de las meseras que está tras nuestro no deja de mirar a Ethan, pero no es una mirada por curiosidad o de "qué lindo sujeto" sino de "cuando te pille solo te monto y te azoto". La chica sigue cuchicheando con las demás niñas del servicio y ninguna de ellas le quita el ojo a Ethan, es más, una de ellas noto que yo las estaba viendo y me lanzó una mirada desafiante.

Enséñame a vivir sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora