I.

6 0 0
                                    

Anoche vi fuegos artificiales cuando me miré hacia dentro. Vi la forma en la que explota un cuerpo cuando llora por otro teniéndolo al lado. Teniéndolo dentro. Anoche tenía estrella fugaces en mi cabeza y los pájaros volando alrededor de ellas. Contigo tengo todo lo que nunca hubiese sabido que habría querido. Anoche creí que me moría y me estabas resucitando para que no te entregase mi vida, mi vida. Anoche me di cuenta de que no podía entregarte a ti misma.

Anoche lloré alma encima de tu hombro, lloré sonriendo como quien tiene un orgasmo por los ojos. Anoche me bastaba mirarte para querer vivir dentro de ti y quedarme sin hacer ruido acariciándote hacia fuera. Como si así pudiera protegerte del mundo. O de mi. O de ti. 

Escucha, cuánto más pequeño me hago más grande te hago a ti y cuánto más grande te hago más grande me hago yo. Me reconforta saber que tú lo estás también y con eso me basta. Basta. Que te amo. Y no hay más. Y hay de todo. 

Anoche sentí que el cielo se chocaba conmigo a la velocidad de cada uno de tus movimientos. Y el choque hace la unión. Y nosotros poníamos la fuerza. Qué débil se veía el mundo ahí fuera.

De no haber sido por nosotros no habría existido ni yo ni tú. Y no al contrario. De no haber sido nada yo jamás hubiese podido ser nadie. Y es que cuando más alguien eres es cuando para otra persona lo eres. 

Nunca me permitiría a mi mismo morir porque te quiero eterna. Te quiero inmortal. Te quiero como un niño pequeño que siente el abandono de una madre y aún así quiere conocerla y darle un abrazo. 

Quiero quedarme contigo. Fuera de ti el mundo es de todo menos mundo. Quiero huir a tu lado. Dejar atrás todo lo que siempre estuvo por delante, abrazarte y enseñarte cómo sería la vida con más vida de la que tienes. Ser la envidia de todos los gatos que existan. 

Eres un cielo lleno de estrellas. 

O las estrellas están llenas de ti. 

Somos todo lo que otros querrían ser alguna vez. 

Mira,

que me pondría en peligro para salvarte a ti
qué no daría mi vida por darte siempre la mía
que aguantaría 100 años tu mal si a ti un día te hace bien
que antes de que te estrelles contra el muro ya lo habría derribado yo
que yo jamás conocería la felicidad si tú estuvieses atrapada en la tristeza
que te puse por delante de mi antes de conocerte
que soy más tú que yo sin necesidad de que tú seas más tú que yo
que contigo sería nunca cuando no quieras que sea siempre aunque eso implique mi inexistencia
que me siento tan pequeño que no se me ve cuando soy incapaz de salvarte
que desaparecería para siempre si me lo pidieras
que me quedaría para siempre si quisieras
que me quemaba a mi mismo si tuvieras frío y me volvería frío si estuvieras ardiendo
que me quitaba cada una de mis pestañas para que pidieras deseos y controlaría cada una de las estrellas fugaces que hubiesen
que donde no hay nadie estás tú y si estuviesen todos sólo te vería a ti
que haría mi vida en pedacitos tan pequeños para que me guardases sin ocupar demasiado espacio en la tuya
que no soy mío y deberías sentir como la culpa te acaricia mientras te admira
que jamás nos tendremos rencor porque estamos tan unidos que no habría espacio
que sería el asesino de tu asesino
que se me nota que te quiero porque notas que te amo. 

Las cosas que nadie dijo sobre Petra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora