III.

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A ti, a la única persona a la que jamás le haría daño.
La única capaz de producírmelo. 

Fuiste improbable en mi vida,
tan improbable
que terminé dándote por imposible
y a ese acto de imposibilidad
terminé llamándole 
el único error que cometí contigo 
bajo un acto involuntario.

Y las consecuencias no tratan de la fabricación de tu amor,
sino de la ambición de mantenerte intacta 
bajos los efectos de cada uno de tus besos.

Si hubiese sido por mi,
dónde estaríamos.

Los mejores momentos de mi vida fueron,
sin dudarlo ni un sólo segundo,
los mejores momentos de tu vida.

Ya no sé que podría haber sido más duro. 

Pero si después de tanto tiempo
saco algo en claro
es que prefiero la oscuridad contigo
a la claridad sin ti.

Siempre fuimos seres dimensionales
porque cuando nos rozábamos 
dejábamos de pertenecer a este planeta
y nos introducíamos en otra dimensión.

Quédate con eso. 

Recuerdo que una de las cosas más extrañas que teníamos
era que nadie nos entendía 
ni queríamos que lo hicieran.
Esa gente de ahí fuera
nunca entenderán
lo que pasaba dentro. 

Fuimos inefables. 

Pero qué sabrá el resto
si a nosotros nunca nos vieron.

Yo ahora lo único que quiero es que me recuerdes
siempre y cuando nadie te impida olvidarme. 
Y cuando te lo impidan espero que te salves.
Pero a unas malas, 
llámame
para las buenas.

Nuestro pronóstico 
siempre trató de intervalos lluviosos,
aún en cielos despejados,
con precipitaciones que nunca pude moderar.

Y lo siento por no ser mejor,
pero voy mejorando conforme me vas abrazando.

Pero sí yo gano,
te quedas con el trofeo
porque no hay más campeona
que la que me ve a mi siendo un campeón.

Eres lo mejor que pude tener
y lo peor que podría haber perdido.

Jamás me he sentido tan orgulloso de ti
como aquella vez que me di cuenta
de que te habías enamorado de un ser como yo.

Más animal que humano
más humano que un animal;
y tú enamorada de los dos por igual.

Nunca saldré corriendo hacia delante
si tú estás a mi espaldas.

Nunca fui de rendirme
ni de consentirle a alguien que lo haga.

Pero eso jamás me iré,
ya que en mis planes jamás entró ni entrará huir de ti
duela lo que duela.

A no ser que tú
decidas hacerlo conmigo.

A la vista está que te amo,
otra cosa es que tú no quieras mirar.

Las cosas que nadie dijo sobre Petra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora