Recuerdo su cabello rojizo meciéndose contra el aire. la campanilla de la puerta de servicio sonando al contacto con su llegada como todas las mañanas, a la misma hora. Siempre ordenaba lo mismo, café negro con crema; todos los días sin falta alguna...
"Estoy en todas partes. En tus pensamientos. Te sigo, te pienso, te miro, te encuentro. Tú no puedes verme, pero en cambio yo puedo hasta rozarte los dedos. ¿Te asusta que te lo diga? ¿Te excita que lo haga? No intentes escapar. Cada movimiento qué hagas, cada paso que des te estaré observando. ¿Qué no puedes ver que me perteneces? ¿Qué no puedes sentir a mi pobre corazón loco por ti? No te preocupes que tú no debes de hacer nada, yo me encargaré de todo y entonces al final, seremos solo tú y yo" Hora de enviado: 9:50.
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