Que mala suerte

288 18 1
                                    

En el campamento Júpiter...

Narra Reyna:

No de nuevo... Octavio siempre convoca reuniones para cosas totalmente estúpidas. La semana pasada solo convocó una reunión para reclamar que no deberían servir pastel de manzana de postre, al escuchar eso le di un buen golpe en el ojo izquierdo que aún estaba morado. ¿Qué querrá esta vez? Si es algo alguna estupidez su otro ojo también estará morado.

En el campamento Mestizo...

Narra Annabeth:

No, no, no, esto no es posible. Me acabo de enterar que tendré que volver al lugar mas horrible y traumático del mundo. Al terminar de escuchar la nueva profecía no pude resistir todo el miedo que tenía así que solo salí corriendo sin rumbo fijo hacia el bosque. No se como este Percy porque el cayó al tártaro junto conmigo y también Nico a de estar muy asustado ya que es uno de los únicos semidioses que logró salir vivo de aquel lugar con vida. Espero que esto no sea real y que todo haya sido un simple sueño, despertar en mi cabaña con mis otros hermanos y volver a comenzar el día pero sin lo de la nueva profecía. ¡¿Que los dioses no pueden dejarnos dos malditos minutos sin tener que irnos de misión!? Ni siquiera los titanes son tan malos(es un decir).

Narra Percy:

Al principio no entendí eso del pozo pero cuando me di cuenta a que se refería me puse casi tan pálido como Nico, si eso se puede, no lo podía creer no podíamos volver a ese lugar. Casi morimos por varias muchas razones: primero casi nos matamos en la caída hacia el tártaro, después tuvimos que tomar de un río de fuego para no morir de hambre y de sed, unas empusas no atacaron y no habríamos salido vivos de esa de no haber sido por Bob (larga historia), quien se sacrifico por nosotros junto con Damasén y Bob pequeño para que podamos salir de ese horrible lugar. Esto no es nada justo, ya sacrificamos demasiado en estos años para tener un poco de paz y al parecer aun no lo hemos logrado.

Narra Nico:

Aunque no lo demostrara escuchar del Tártaro me ponía la piel de gallina. Quería desmayarme ahí mismo pero no lo hice porque Percy estaba ahí y yo aun estaba un poco enamorado de Percy. Solo Jason sabia mi secreto y claro Eros/Cupido o ¡quien sea!

Narra Rachel:

Aveces odiaba ser el Oráculo de Delfos, siempre era yo la que traía malas noticias con eso de las tontas profecías. Eso lo odiaba porque me hacía pensar que yo era la mala.

Una nueva amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora