Capítulo 6 "Deseo cuatro".

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- ¡Petunia! ¡Pequeña! –No quería levantarme, pensaba que solo eran mis amigos jodiendo, hasta que dijeron una frase. “Está nevando”. Habían transcurrido casi seis meses desde que me diagnosticaron cáncer y también han pasado muchas cosas. Hace unas pocas semanas mis amigos y yo rentamos una casa para vivir todos juntos, fue una sorpresa muy agradable, poder vivir con mis mejores amigos antes de morir, fue una noticia que me lleno de felicidad. Aunque, tenemos nuestras complicaciones, de nuevo tuvimos que compartir habitaciones, a excepción de mí que me dejaron una habitación para mí solita. También el hecho de compartir baños y comida, nunca pensé que Emily fuera sobre protectora con la comida. Además de que mi cáncer me consume cada vez más, casi no tengo cabello y mis fuerzas son prácticamente nula (otra razón para no levantarme).
Estábamos en el mes de diciembre y faltaba solo una semana y tres días para navidad. En donde vivo es totalmente imposible que nevé. Por eso no le tome importancia hasta que comencé a escuchar como parloteaban y reían. Salí de mi cama, tomé una chaqueta y mis pantuflas, solo quería ver si era cierto. La esperanza es lo último que se pierde ¿No?
Salí de la casa y vi a mis amigos jugando, pero eso quedo en segundo plano cuando sentí algo frío caer en mi escaso cabello. Dirigí mi mirada al cielo. Estaba nevando. Comencé a sonreír y reír como tonta, mientras unas pequeñas lágrimas se acumulaban en mis ojos.
- ¡Está nevando! –Expresaba mientras trataba de cachar lo más posible de copos de nieve en mi mano.
– Acaso crees que te mentiríamos, mi pequeña mariposa. –Emma tenía razón, en los últimos meses ellos se han vuelto más sinceros y directos conmigo. A este punto, jamás pensaría siquiera en la posibilidad de que mintieran.
Comencé a jugar junto a mis amigos. Charlie y Antonio trataban de hacer un muñeco de nieve, era algo difícil ya que la nieve no era lo suficiente densa y todavía no era mucha la acumulada, pero era realmente tierno como trataban de hacer lo posible para que se lograra, así que decidí ayudarlos un poco, ellos con gusto aceptaron mi ayuda. Después de un rato vi a Catherine entrar a la casa saliendo segundos después con una cámara instantánea y un tierno gorro de lana.
- Te enfermeras, Petunia. –Como siempre nuestra Catherine preocupándose por sus hijos. Me puso el gorro y sonrió para mí, después volteo hacia los demás e hizo una seña –. ¡Foto! –Todos posaron enfrente de una de las paredes de la casa, atrás se veía los bordes de la casa llenos de escarcha. Sonriendo, haciendo muecas, con gestos tiernos, nos tomamos muchas fotos esa noche.
- Te enfermeras, lo aseguro. –Decía Pancrasia con una sonrisa burlona, mientras me ponía también la capucha de mi chaqueta. Era la primera vez que la veía en lo que va de la noche, o al menos con más cercanía.
- Vale la pena ¿No crees? –Ella solo se encogió de hombros para después pasar uno de sus brazos por mis hombros. Yo apoye mi cabeza en su hombro y disfrute de su calor corporal. Otro síntoma del cáncer es que mi temperatura corporal es muy fría, tengo que llevar puesto varios suéteres y chaquetas si quiero salir cosa que no hice hoy así que estar con ella tan cerca me mantiene cálida, se siente bien, como si fuera algo más. Vi como Antonio y Charlie terminaron el muñeco de nieve poniéndole una nariz de zanahoria y sus ojos y sonrisa de monedas. Me acerqué al muñeco y le puse el gorro de lana que me había traído Catherine–. Listo.
- Llamémoslo Toby. –Todos estuvieron de acuerdo con el nombre así que se quedó, hasta le pusimos un cartel con su nombre. En la mañana siguiente sorprendentemente todos se enfermaron, menos yo así que tuve que hacer de enfermera por una semana, luego yo fui quien se enfermó por tres días, así mismo todo el esfuerzo que puse en que mis amigos se recuperaran, ellos lo pusieron al doble, los amo de verdad.

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