→ ChangLix ♡ Wings.

«Promise»

—¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno, salí! —Avisó JiSung separándose de la muralla para buscar a sus amigos.

El grupo de chicos se había ido a esconder, eran las seis de la tarde y acostumbraban salir a esa hora para pasar un tiempo juntos luego de la escuela.

Sus edades iban desde los doce años hasta los catorce, pero la diferencia de edad no era un impedimento para llevarse bien, se conocían todos desde pequeños, estaban creciendo en la misma calle.

JiSung iba caminando a paso lento y sus ojos entrecerrados miraban hacia todos lados buscando a alguna víctima, a veces se agachaba un poco para cerciorarse que no estuviesen escondidos detrás de algún auto.

Vio unas zapatillas por debajo de un auto, sonrió de inmediato solo debía saber quién era antes de que saliera corriendo la otra persona.

Se quedó ahí mirando las zapatillas tratando de recordar quien era la persona que las traía, cuando apareció un rostro asomándose del otro lado, ambos abrieron sus ojos a tope al ser descubiertos al mismo tiempo.

MinHo.

Al salir del trance salió corriendo hacia la muralla donde estaba contando unos minutos antes, pero MinHo fue más rápido en llegar.

—¡Por mí y por todos mis compañeros! —Gritó MinHo sonriendo.

JiSung llegó a su lado tratando de normalizar su respiración.

—Oye, eso no es justo —Apoyo sus manos en las rodillas respirando con dificultad.

—No es mi culpa que corras tan lento, Han godito.

—¿Qué? ¿godito?

—Gordito —Se acercó sonriendo apretando las mejillas del pelirrojo —Mi gordito bonito.

—¡Yo no soy tuyo!

—Eres mío y de tú mamá.

—¡Te mato!

Algunos chicos salieron de sus escondites escuchando la conversación y luego quejas de MinHo por los golpes que estaba recibiendo.

Excepto dos chicos, que por estar más lejos del lugar no escuchaban las voces.

Felix y ChangBin estaban en una esquina de la calle detrás de un auto, sentados ocultándose de JiSung.

—Siempre demora tanto —Se quejó Felix abrazando más sus piernas, ChangBin rió entre dientes.

—Esperemos un poco más y yo saldré a ver dónde está.

—¿Solo tú?

—Te avisaré si no está a la vista.

—Ya —Se quedaron en silencio pero no lograban escuchar nada, inconscientemente el castaño hizo un lindo puchero en sus labios.

—Deja de hacer eso.

—¿Hacer qué?

—Eso con tu boca.

—¿Esto? —Repitió la acción mirando a ChangBin para luego reírse.

—Sí, eso.

—¿Por qué no?

—Te ves muy adorable —Confesó mirando sus pies.

—¿Eso es malo?

—Si se lo muestras a otros chicos si es muy malo —Sonrió mirando al pequeño sentándose a su lado, dudó un poco antes de hablar —¿Te puedo decir un secreto?

—Sabes que sí —Respondió interesado.

—Me gusta alguien.

Los ojos de Felix se abrieron un poco más, su estómago comenzó a doler y apretó aún más sus piernas —¿De verdad?

ChangBin asintió —Me gusta mucho —Notó como Felix bajo su mirada —¿No quieres saber quién es?

El castaño negó —No quiero.

—¿Por qué no? —Bajó un poco su cabeza tratando de ver el rostro del menor.

—N-no lo sé —Miró al pelinegro con una mueca en sus labios —¿Q-quién es? —Preguntó nervioso.

ChangBin acercó su dedo a la boca del pequeño doblando su labio inferior con cuidado formando ese lindo puchero.

—Un chico que se ve adorable haciendo esto —Las mejillas del menor se enrojecieron de inmediato —Me gustas.

—Tú también —Admitió al segundo y eso hizo que ahora el mayor se sonrojara.

Eran amigos desde que se conocieron y un poco más cercanos de lo que eran con los demás chicos.

—Quizás... podríamos ser novios —Se detuvo mirando la expresión del menor —Ya sabes cuando seamos más grandes.

—Sí —Dijo en casi un susurro.

—Tú estudiaras teatro y yo seré un chef, tendremos una casa grande y un perro.

El pequeño asintió en silencio.

ChangBin le gustaba desde que tenía memoria, siempre fue muy dulce y atento con él, lo protegía en todo momento y era uno de los chicos que nunca sacaba lo de su estatura.

Todo lo contrario.

Le hacía saber que era perfecto así.

ChangBin sonrió y desató el collar que tenía puesto entregándoselo a Felix —Toma.

—Pero... es tuyo —Miro las alas de ángel que estaba en la cadena, era la favorita de ChangBin, una de las cosas que siempre traía puesta.

—Sí pero te la quiero dar a ti.

—¿Está bien que me la regales? Es un regalo de tu mamá.

ChangBin se acercó un poco a su oído —Tú pareces un ángel y te faltan las alitas para serlo completamente —Susurró para alejarse rápidamente.

El cuerpo del menor se estremeció al escucharlo y sus mejillas estaban a punto de estallar —Gracias —La miro en su mano sonriendo.

—¡Felix! ¡Bin! ¡Ya acabo el juego, salgan! —Gritó JiSung —¡Yo me iré a mi casa porque MinHo me dijo gordo y ahora me quiere acusar!

ChangBin tomó la mano de Felix saliendo de su escondite, antes de que los chicos pudieran verlos se volteó uniendo sus labios con los del menor rápidamente.

Solo un choque de labios, se separó y lo miró formando una linda sonrisa

—¡Yo contaré ahora! —Salió corriendo dejando a Felix estático tocando sus labios.