Diciembre 11

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Aquel día había decidido volver a la cafetería, tenía la esperanza de ver a aquel chico que tanto me había cautivado el día anterior, espere un par de minutos, la cafetería estaba completamente sola pero claro era normal, siendo las 10 de la noche... no era como si alguien saliera de su casa a esa hora solo para comprar un café que para ser sinceros le faltaba mucho para ser el mejor. Solté un suspiro a la vez que apoyaba mi codo sobre la mesa para así poder colocar mi mentón sobre la palma de mi mano, realmente esperaba verlo, quizá así el haber faltado al trabajo valdría la pena... realmente ni siquiera yo sabía que hacía en aquel lugar realmente, ¿qué haría cuando lo viera entrar por aquella puerta de doble hoja? ¿Solo lo miraría como el día anterior? o ¿realmente tomaría el valor que me hacía falta y le hablaría? Solté otro suspiro y me cubrí el rostro con ambas manos ¡¿qué mierda hacía acosando a un chico que acababa de conocer?!

Dirigí la mirada hacia mi maletín el cual estaba en el suelo justo a mi lado, realmente no tenía planeado faltar... Seguí esperando un par de minutos más, comenzaba a creer que no llegaría y realmente no sabía si sentirme aliviado o decepcionado... quizá lo mejor era no verlo de nuevo, estuve a punto de levantarme de mi asiento hasta que el sonido de la puerta abrirse me sacó de mis pensamientos. Ahí estaba aquel chico de ojos azules, inmediatamente volví a sentarme, el hecho de verlo hacía que recordara el motivo por el cual lo había estado esperando tanto tiempo, él era esa clase de personas que te alegran el día simplemente con su existencia. Sin pensarlo ni dudarlo mucho aquel chico albino se dirigió a la mesa que estaba justo a mi lado para sentarse en esta a la vez que sacaba su celular y comenzaba a teclear algo que solo él y la otra persona sabrían que era.

No podía dejar de mirarlo, otra vez estaba hipnotizado había algo en ese chico que realmente no podía explicar, se veía tan alegre, tan feliz... Tan lleno de colores, era tan diferente a mí, él tenía la gama completa de colores y yo era solo gris... Respire hondo y me levanté de mi asiento dispuesto a acercarme a él, justo cuando comenzaba a caminar una chica choco su hombro contra el mío sacándome por completo de mis pensamientos, joder incluso habría logrado que olvidara lo que tenía planeado decirle

-oh diablos lo siento, espero no haberte lastimado- dijo aquella castaña con preocupación, me parecía que estaba exagerando un poco pero decidí no darle más importancia de la que merecía

-estoy bien, no ha sido nada- dije yo con tranquilidad haciéndome a un lado para que ella pudiera seguir su camino

Solo sonrió como respuesta para después pasar junto a mí, inevitablemente yo la seguí con la mirada dándome cuenta de cuál era su destino. Podía sentir como mi corazón se contraía al notar aquella escena, ella se acercó al amor de mi vida y lo abrazo por el cuello dándole un beso en la mejilla seguido de un beso en los labios para después apartarse de él y sentarse en la silla que estaba del otro lado de aquella pequeña mesa cuadrada. Lo único que pude hacer en ese momento fue caminar y pedir otro café, el chico que atendía solo me miró por unos segundos _unos largos segundos_ realmente creía que me sacaría de la cafetería por exceso de cafeína, con todo el café que había tomado no dormiría en un mes seguramente.

Una vez que aquel chico me entrego mi café lo pagué y regrese a mi asiento con un esfuerzo sobrehumano por no mirar al albino, al menos no de una manera tan obvia como antes... ambos se quedaron un par de minutos hablando sobre que harían esa semana y demás mierdas románticas que, si aquel peliblanco no me decía a mí no me interesaban. Al terminar mi café tome el maletín que estaba a mi lado y salí de la cafetería, necesitaba aire fresco, necesitaba olvidar todas las mierdas que había escuchado pero sobre todo... necesitaba asegurarme que ella no se volviera a entrometer.

No pasó mucho tiempo hasta que ambos salieron de la cafetería tomados de la mano, ella dijo algo que no pude escuchar y se dieron un beso de despedida, si no fuera porque en ese momento tenía un cigarrillo encendido en medio de los labios me hubiese mordido la lengua, la odiaba como no creí odiar a nadie más... ella tenía lo que yo quería y estaba dispuesto a quitárselo. Ambos tomaron distintos caminos pero el único que me interesó fue el que ella tomo, primero la seguí con la mirada dejando que avanzara un poco para así después poder seguirla asegurándome de que no me notara aunque claro que eso era fácil tomando en cuenta que caminaba sola y a mitad de la noche por una calle oscura y solitaria.

No tuvimos que caminar mucho hasta llegar a su casa en la cual entró rápidamente ¿se habrá dado cuenta de que la seguía? ¿O será solo por la paranoia que sale a la luz en ese tipo de circunstancias? me hubiera gustado preguntarle. Me quede un par de minutos parado bajo la sombra de un árbol que estaba convenientemente posicionado frente a su casa, parecía que todo jugaba a mi favor pero aun así no estaba seguro de hacerlo... estaba a punto de matar a alguien por un hombre que ni siquiera sabía de mi existencia... quiero decir estaba seguro de hacerlo de lo único que no estaba seguro era del método. Una vez que la luz de su habitación se apagó me dirigí hacia la parte trasera de su casa, había personas que nunca aseguraban las ventanas de su casa y por suerte ella era una de esas personas. Antes de disponerme a entrar deje mi maletín gris en el suelo para después abrir este y sacar un par de guantes blancos, no me arriesgaría a ser encontrado de una manera tan fácil.

Entré a su casa por la ventana de la cocina lo cual no me supuso un gran esfuerzo, con sigilo y lentitud camine hacia la planta alta donde se encontraban dos habitaciones, después de inspeccionar una de ellas, asegurarme de que no hubiera nadie y de que ella no estuviera ahí me dispuse a entrar en la segunda habitación donde tuve más suerte, ella estaba ahí durmiendo tan calmada y pacíficamente en aquella cama con sobrecama morado. La mire un par de segundos desde la puerta, me hacía sentir un poco mal el hecho de que muriera de esa manera pero no había otra manera. Me acerque a ella tomando una de las almohadas que habían a su lado para después con un movimiento rápido ponerla sobre su rostro presionando con todas mis fuerzas, ella no dejaba de luchar por lo cual me vi obligado a ponerme sobre su abdomen para evitar que tratara de levantarse, pronto sus esfuerzos por respirar y sus movimientos de hicieron lentos hasta el punto que estos cesaron.

Solté un suspiro necesario el cual tenía la intención de calmarme y después quité la almohada de su rostro, había requerido más esfuerzo del que imaginaba pero al final el trabajo estaba hecho, me quité de encima dirigiendo mi mirada a su rosto por primera vez después de matarla, el brillo de sus ojos había desaparecido, ya no quedaba rastro alguno de aquel deslumbrante destello almendrado. Aparté la mirada tratando de no pensar más el asunto, al final del día ya no había nada que hacer, baje las escaleras y me dirigí a la cocina tomando la primera botella de alcohol que encontré la cual al parecer era de vodka, al menos serviría. Subí las escaleras para dirigirme de nuevo a la habitación de la chica, una vez dentro deje la botella en la mesa de noche que había junto a la cama y me dirigí al baño con la intención de buscar algún frasco de pastillas que sirviera, tuve suerte de encontrar un frasco de pastillas para dormir.

Regresé a la habitación con el frasco en la mano derecha, este, al igual que la botella lo dejé en la mesa de noche. Mire un momento a la chica, normalmente siempre investigaba para encontrar la causa de muerte y ahora... ahora estaba montando una escena del crimen _aunque no estaba seguro de que se pudiera llamar así_. Tomé la botella de vodka para después abrir esta y vaciar un poco de su contenido sobre la boca y su pecho ya que la botella estaba casi vacía no hubo mucho problema en terminar el contenido de esta, tome la mano de la chica la cual aún estaba tibia e hice que tomara la botella por el cuello, así podría asegurarme de que estuvieran sus huellas. Luego de tirar la botella a un lado de la cama tome el frasco de pastillas y deje caer algunas a los costados de la cama y en el suelo, ya que este estaba casi lleno tuve que tirar las últimas al inodoro dejando que el agua se las llevase al drenaje. Salí del baño y me acerque una vez más a ella para así poder cerrar sus ojos haciendo parecer que estaba dormida.

Todo lo que había que hacer ahí estaba listo, lo único que me quedaba por hacer era mi trabajo, <encontrar> la causa de muerte y colocar en el espacio en blanco <suicidio>

ᴘsʏᴄʜᴏ ★sᴇᴘʜᴄᴀʀʟ★ [ Identity V ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora