Kim JongIn siempre había estado harto de su vida que llevaba, siempre teniendo que seguir las reglas, siempre siendo el hijo perfecto de los Kim, el orgullo de los Kim.
Pero JongIn nunca encontraba su propia felicidad, nunca podía ser el mismo, siempre teniendo que ser lo que sus padres quieren que sea.
JongIn a sus 25 años de edad, había encontrado la mejor forma de poder ser un poquito el mismo y desahogase.
Todo había comenzado un día que sus padres de JongIn llegaron solamente a decirle que pronto celebrarían su compromiso con una señorita de buena educación, de raíces inglés. Esa noticia lo puso de muy mal humor, porque su voz nunca era válida y menos si era para oponerse a cualquier cosa que sus padres le obligaran hacer.
Había ido por puro coraje a uno de esos bares donde existían los chicos y chicas de compañía, JongIn en un principio se la pensó mucho para pagar por una hora por el servicio de aquella persona. JongIn la primera noche disfruto del placer de volver a tener un encuentro con un hombre, porque JongIn siempre había aceptado que era gay, pero solo él lo sabía, nunca se lo dijo a alguien más.
La primera vez que salió de ese lugar, pudo sentir que era su verdadero yo, el chico que disfrutaba de estar con otro hombre.
Las siguiente ocasiones que frecuento ese lugar, escogiendo al mismo chico, no es que le gustara o sintiera algún tipo de flechazo por él, pero aquel chico había hecho algo jamás hicieron, lo abrazó y lo dejo llorar en su hombro. Aquella noche, una noche antes de contraer matrimonio con aquella mujer, que no odiaba, pero tampoco la quería, solo lo hacía por sus padres.
Desde aquella noche LuHan dejo de ser el chico de servicio, para convertirse en LuHan su único amigo, frecuentaba aún el lugar, pero no para acostarse, solo para charlar un rato y poder sentirse libre, poder sentirse JongIn.
LuHan se había convertido en su amigo y solo iba ahí, para contarle como seguía su vida de "casado" y porque de cierta parte LuHan era su único apoyo moral.
-¿Cómo van con lo del divorcio?— LuHan miro a JongIn, mientras acomodaba un poco de la ropa que uno de sus compañeros le había dejado.
-Seguimos en busca de un buen abogado –Suspiro el de piel morena. — Pero Emma dice que todo saldrá bien. Todo tiene que ser antes de que su embarazo sea más notorio. Lo que menos quiero, es que la terminen odiando mis padres.
-Ya verás todo saldrá bien, empezaron bien las cosas, ella por fin podrá estar legalmente con el padre de su cosito. —
-Sí, me alegro mucho por ambos, ninguno merece seguir viviendo así. —JongIn sonrió un poco. —
-Ya llegara tu turno Inn, todo a su tiempo –LuHan poso su mano en el hombro del otro y le regalo una sonrisa. —
-Sí, todo a su tiempo. –Sonrió y suspiro, él sabía que la persona indicada llegaría en el momento menos esperado.
Y es que JongIn era un tipo que gozaba de todo lo cliché y el esperaba que su encuentro con esa persona fuera sumamente cliché.
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JongIn no había podido ir desde hace casi un mes con LuHan. ¿Por qué? había estado con el problema del divorcio y luego el desastre que estaba causando este; Literalmente había huido de su casa, porque no soportaba tener a su madre ahí detrás de él, hablándole, no, más bien exigiéndole hacer que Emma anulara esa idea del divorcio. Pero todo había estallado cuando su padre por teléfono le pidió, hacer un futuro heredero, que ya no importaba el divorcio, pero que empezara con su trabajo de darles un nieto. JongIn no lo soporto más, no fue a su casa, esa noche tenía ganas de beber hasta el cansancio y perderse si era posible en un sueño que le durara tres años mínimo.
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Chico de compañía |KaiSoo|
أدب الهواةHistoria de mi completa Autoría. No se permite, traducciones, re subir, adaptaciones en este u otra plataforma distinta El material que se ocupa para las portadas no me pertenecen, yo solo la junto, créditos a quienes corresponda. Derechos reserv...