Milano busca marcando con el dedo en el mapa y este puente se encuentra justo en el centro, curiosamente algo que nunca había visto sobre la arquitectura de su ciudad, sin dudarlo decide conseguir una orden de allanamiento, ya que a metros del puente había una fábrica abandona, un escondite perfecto; aunque algo distinto al último, ya que a nuestro asesino estrella lo habían capturado a las afueras de la ciudad en un escondite subterráneo, pero podría ser...
—¿Alguien ha visto a Rejes?— Preguntó Milano asomando la cabeza fuera de su oficina, no lo veía hace horas, ¿dónde podría estar?
La mayoría de las personas estaban en computadoras y la central estaba hecha un caos todos corrían de un lado a otro, pero se dieron su tiempo para negar con la cabeza, dando a entender que no tenían ni idea.
Sin preocuparse mucho continúo con hacerle la petición de allanamiento al capitán dirigiéndose tranquilamente a su oficina
Tras tocar la puerta y escucharse el adelante del capitán, Milano entra y toma asiento- Señor he encontrado algo que quiero creer, será relevante para nuestra búsqueda
—Pienso que deberíamos actuar ahora, tengo un amigo juez y en 2 horas nos tendrá la orden si todo sale bien— Dice el capitán agarrando su teléfono de escritorio.
A Milano no le solían importar mucho las órdenes y más si tardaban tanto en llegar, lo único que hizo fue agarrar su abrigo y dirigirse hacia la fábrica. Su pensamiento era claro, si hay vidas en riesgo no se tiene tiempo para esperar ordenes y mientras tomarse un cafecito.
Ya ahí, inspeccionó el lugar por fuera mientras se ponía sus guantes de látex intentando buscar una entrada para no tener que romper una ventana y hacer todo un escándalo. Lamentablemente como su suerte iba en su contra solo encontró un ventanal que estaba medio alto, por lo que tuvo que empujar un contenedor de basura para poder saltar hacia adentro. Una vez que cruzó fue inevitable hacer una cara de horror, había una mujer en una jaula, muchas computadoras y mapas de la ciudad. Algo andaba mal, no había nadie aquí y sin poder pensar nada más fue golpeado desde atrás, de pronto, todo se tornó borroso para luego simplemente no ver nada
Mareado y adolorido comenzó a abrir lentamente sus ojos , estaba colgando de los pies mientras se tambaleaba de un lado a otro, con un reflector que apuntaba a el y lo estaba cegando.
—bravo, bravo...— se escuchan pasos, una risa loca y aplausos desde detrás del reflector, Milano supuso que era Francisco Pietro, pero no podía ver su cara por la luz; cada vez se acercaba más, tanto que pudo ver su cara... ¡era Blas! Su compañero, ¿qué hacía aquí? Se preguntaba confundido Milano, ¿él lo había seguido?
Seguido a eso, Blas comenzó a tocarse el cuello, como si despegara algo, ¿Qué era?
—Mierda Blas que haces, bájame de aquí; si esta es la guarida de "El partero" nos matará— dijo el detective Milano con las pocas fuerzas que le quedaban.
A Blas no pareció importarle, solo siguió con lo suyo hasta lograr desprender de su piel lo que parecía ser una muy buena mascara de látex para dejar ver su verdadera cara, todo este tiempo Blas había sido Francisco Pietro, "El partero"
—¿Tu? ¡Hijo de puta!— Gritó Milano atragantándose con su saliva y con la cara roja de tanto estar boca abajo.
—Bien... debes odiarme, ¡oh! Espera, ya me odias— Dijo Francisco con una sonrisa que le pasaba de oreja a oreja.
Algo que no había notado era un reloj que había colgado, ya se habían pasado las 48 horas, seguramente ya otra chica había sido asesinada.
—Eres tan iluso... No te diste cuenta y seguro seguiría así, si no fueras tan metiche; no te pongas triste— Le dijo Francisco mientras que él era bajado al piso por dos personas que lo ataban a una silla.
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Flotar al infierno - Completa
Mystery / ThrillerEl típico detective, él es un cliché. Su vida ha pasado por muchas desgracias y por poco pierde su trabajo en varias ocaciones. ¿Qué pasará cuando un caso del pasado de un asesino en serie llegue a sus manos por error? Solo 48 horas para resolverlo...