Otro día de mierda. Otro verano de mierda. Y así van casi dos meses.
Me llamo Manuel. No soy ni muy alto, ni muy bajo. Apenas tengo algo de barba. Tengo el pelo largo. Tengo 21 años.
Estoy pasando el verano en la ciudad en la que estudio. Estoy viviendo en un piso compartido con 2 personas: Raquel y Jandro. Apenas me he hablado con ellos. No es que sea alguien hablador...pero bueno.
Tras el curso, estoy en 3ro de carrera, y todo se ha vuelto...rutinario. Trabajo en una librería. Ahorro...no sé para qué, pero ahorro. Mejor dicho, prácticamente no veo nada que valga la pena comprar.
La no-novedad es que...estoy triste.
¿Por qué? -se pregunta nadie.
La chica que me gusta no me hace caso.
De verdad, esto sí que no me lo esperaba. No me lo esperaba de las otras 4 que tampoco me hicieron caso.
No las culpo, y a ella tampoco.
De vez en cuando miro Instagram. Cada vez me da todo más asco. Y entonces...oh Dios mío, lo vi.
A partir de ese momento...no sé si mi corazón se rompió o algo. Eso ya no lo sé. Pero creo que me he adelantado un poco, ni siquiera sabéis quién es. Ya lo iré contando con el tiempo.
El caso es que...estoy triste.
Tengo amigos sí... pero pocos. Casi ninguno.
Estoy desaparecido en combate, como la peli esta de Chuck Norris. A veces me dan ganas de reventar una televisión, como hace el menda.Claro que todo esto tendría que cambiar. Sí, eso pensaba.
Volvía del trabajo y recibí una llamada. Un número desconocido.
Podría ser uno de estos números al contestar te localizan la llamada, te rastrean el móvil y bueno... acabas viajando por el mundo. Un hígado en Buenos Aires, un riñón en República Checa...En fin, que no contesté. Pero volvieron a llamar otra vez. Podría ser peor, podría ser una broma.
Entonces contesté. Y ahí empezó todo.
-¿Manu? -pregunta la voz al otro lado del teléfono.
-¿Quién es? -respondo, algo cansado.
-¿No recuerdas mi voz? -dice la voz.
-La verdad es que no -digo mientras miro por la ventana como un paranoico.
-Joder tío, con lo que hemos pasado...
-Es que tengo mal oído para reconocer voces...
-Eso ya lo sabía, Lucio. Pero que no me recuerdes es un poco decepcionante.
¡COOOOÑO! Hay tan pocas personas que me llaman (o llamaban, hace tanto tiempo que no me llamaban así) Lucio que ya es algo preocupante, hasta que caigo en quien puede ser.
-Miguel, basta de juegos por favor.
-¡Eso es, mi hermano! -dice Miguel con gran satisfacción-. ¿Cómo te va? Que hace tiempo que no nos vemos.
-Pues...bien...bastante...bien.
-Bueno... me vale.
-¿Qué?
-¿Qué tal la carrera?
-¿La carrera? Emmm...pues bien.
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En Medio del Verano
Novela JuvenilManuel es invitado por un amigo suyo a pasar las vacaciones en un pueblo, al norte de España. Lo que pasará durante esos días será algo que no olvidará nunca.