¡¿Es un Jeon?! || VKook.

12

— ¿Te gustaría que tu Hyung te consienta? — Pregunta el mayor mirando a Jungkook, quien rápidamente se acurruca en su pecho.

— Me encantaría. — El mayor le daba cariñitos en la espalda, besaba de vez en cuando su rostro, le recordaba lo mucho que le amaba y que no importaba qué, su corazón era de él, de Jungkook y de nadie más. Ambos soñaban con dejar esa farsa de esconder su relación, tenían muchas ganas de salir a la luz, pero al mismo tiempo querían quedarse escondidos por siempre, no había nadie que les interrumpiera esa unión mágica que tenían, eran ellos dos y de nadie más.

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— Jungkook... — Escucha el menor una voz dulce. — Jungkookie... — Sonríe al sentir una suave mano rozar su mejilla derecha. — Sé que estás despierto. Abre los ojos. — Ríe el mayor, a lo que el pequeño frota sus ojos con sus manos, abriéndolos forzosamente.

— Hola Hyung. — Exclama en una sonrisa.

— Buenos días. — Jungkook observa al mayor, estaba vestido muy formalmente, y eso para el pequeño no era muy buena señal.

— ¿Te vas? — Le pregunta, un poco temeroso. El mayor asiente, afligido.

— La boda se acerca cada vez más, y debo estar presente para los últimos detalles, lo siento. — Le explica. — Además, mi prometida y su padre ya deben de estar aquí, y mi madre quiere que cenemos juntos, por eso no-

— No vendrás a verme mañana. — Dice el menor con tristeza. El mayor le confirma su sospecha. Ante esa aclaración, el pequeño lleva sus brazos al cuello de su hyung y lo atrae hacia él, Taehyung se dejó caer sobre el pecho del pequeño, sus corazones latían al unísono, un poco desesperados por la partida del príncipe. — Voy a extrañarte Taehyung. — Exclama soltando algunas lágrimas.

— Prometo pensar en ti, ¿sí? — Le asegura.

— ¿Cuándo podremos dejar de escondernos?

— Algo se nos ocurrirá. — Se levanta un poco, lo observa y acaricia con ternura su mejilla, limpiando sus lágrimas, le sonríe, intentando calmarlo. — Pero tenme paciencia, por favor.

— Prometo esperarte. Pero eso no significa que no voy a extrañarte todos los días. — Intenta sonreír, por dentro, Jungkook está rompiéndose, odia con su alma ver a su amado partir, pero por otro lado lo entiende, tiene deberes reales que cumplir, y aunque le duela en su pequeño corazoncito, sabe muy bien que un día ambos podrán estar juntos y ser felices como tanto lo han soñado.

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— T-Tae...

— Espera. — Kim se arrodilla frente al menor, y del bolsillo derecho de su pantalón saca una pequeña caja dorada, sonríe para sí mismo, deseando con toda su alma que su pequeño aceptara su alocada propuesta. — Jeon Jungkook... — Suspira. — Mi alma gemela, mi complemento, el amor de mi vida... — Deja la caja frente al castaño y la abre con delicadeza. — ¿Te casarías conmigo? — El menor lleva una mano a su boca de la impresión, quiere llorar de la emoción, sonríe, intentando contener sus lágrimas, no podía creerlo, ¿realmente esto estaba pasando? — Quiero hacerte olvidar todos esos años tristes y amargos, quiero llenar tu vida de paz, amor y alegría, quiero despertar y que lo primero que vea sea tu hermoso rostro, quiero que conozcas el mundo junto a mí, quiero eso y mucho más, pequeño, quiero hacerte feliz, porque mi prioridad y mi razón de ser eres tú.

— Taehyung, yo... ¡acepto! ¡Sí quiero casarme contigo! — Ambos sonríen con demasiada emoción, el mayor se pone de pie y le coloca el anillo a Jungkook, mientras que éste observa con alegría, lágrimas de felicidad se acumulan en sus marrones ojos. De su bolsillo saca otro anillo y lo coloca en su propia mano.