El vuelo se le hizo eterno, el dolor de cabeza por llorar se hizo presente y sus ganas de vivir se fueron cuando subió al avión.
Por un momento imagino a Adrien corriendo tras ella y deteniéndola.
El avión se detuvo y tuvo que bajar, ahora usando lentillas café y peluca castaña para pasar desapercibida, caminaba con la cabeza gacha hasta la salida sin saber muy bien que sentía.
—Señorita Dupoing -Miro a un hombre de quizá 40 años vestido de traje abriéndole la puerta de un auto negro.
Le saludo con una leve sonrisa y entro sin mas, cuando el auto arranco se quitó las lentillas y la peluca. Quiso volver a llorar pero se aguanto, era una futura monarca ¿No? No debía llorar.
Luego de varias calles llego al palacio de su familia, se le revolvió el estomago de los nervios, nervios que aumentaron cuando le abrieron la puerta del auto bajo con una sonrisa para aparentar que no quería llorar toda la noche, su abuela simplemente la esperaba sonriendo.
—Querida, que bueno que al fin llegas.. te estábamos esperando -Marinette ladeo su cabeza confundida ¿Plural?.
—¿Estábamos? -Pregunto con clara confusión.
—Así es, de hecho.. ahí vienen -Movió su mano con elegancia apuntando a algunas chicas que se acercaban la mayoría hablando entre ellas.
Al estar lo suficientemente cerca se detuvieron a verla con curiosidad.
A la primera chica que divisó era castaña y sus ojos iguales, usaba lentes y un vestido morado; ella la miraba igual de curiosa.
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—¿Eres la nieta de su majestad verdad? -Se limitó a asentir y miró a la chica más cercana a la que le hablo.
Le parecía algo tímida, sus rasgos parecían europeos y le gustaba el estilo de su ropa, ella simplemente movió su mano como saludo y ella la imitó.
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—Un gusto, soy Arellys -Miro a la castaña que estaba a la derecha de la primera que la saludo.
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—Uhmm.. soy Marinette -Sonrió amablemente.
Inconscientemente miro a la de cabello corto del fondo, se sintió un poco intimidada, sentía que la juzga en silencio.
A juzgar por como las chicas estaban algo alejada de ella se sentía igual.
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—Ay que pasar, para que puedan acomodarse como se debe y conocer el palacio -Todas miraron a la reina que con paso firme pero elegante se adentro al palacio.
Todas las siguieron, pero como siempre su torpeza le hizo una mala jugada y dio un mal paso terminando por casi caerse. Se puso roja al sentir la mirada de todos y siguió caminando como si nada hubiera pasado.
—Ellos las llevarán a sus habitaciones -Dijo mostrando azabache físicamente igual a Marinette y a un castaño que hicieron una reverencia ante ellas. —Yo debo atender un asustó de suma importancia
Dicho eso se retiró, cuando ya no estuvo cerca ambos chicos abrazaron a Marinette con fuerza y ella correspondió, extraño como nunca a sus primos.
—Has crecido tanto.. bueno no mucho -Dijo burlón comparando sus alturas, la azabache rodó los ojos indignada por el comentario y el solo se río. —Las llevaremos a sus aposentos, me presento.. Soy Claude Cheng, un noble
—Soy Marin Cheng, un futuro duque -Dijo con una sonrisa amigable. —Vamos, así nos conocemos -Dijo empezando a caminar.
—Soy Arellys, ella es Gabriela.. aclaro que ninguna domina bien el chino -Dijo avergonzada.
—No se preocupen, aquí aprenderán -Dijo Claude con amabilidad.
—Soy Paz, un gusto -Sonrió amable, todos miraron por un momento a la alemana pero no le dijeron nada.. daba algo de miedo.
—Bueno.. aquí es, en este pasillo tienen tallado un símbolo que define la habitación de cada una -Dijo abriendo las puertas. —Les aconsejo llamar a las mucamas si van a pasearse por el pasillo o se perderán
—Muchas gracias -Marinette le agradeció adentrándose agotada a su cuarto, suspirando por su nueva vida.
Debía acomodar la caja de los mira miraculous así que cerró la puerta y empezó con su labor.
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—¿Aun no aparecen? -Pregunto la reina con clara molestia.
—No majestad, el auto fue emboscado cuando iban camino al aeropuerto para tomar el avión, no sabemos que paso luego
—Perdimos a dos princesas, debemos hallarlas ¡Ya!.. Llamen a Light y díganle que venga, las cosas se han complicado..
