—Dime—lo sujeté de la corbata acercándolo a mi rostro.
Era tan magnifico tener el control, así es como él se siente cuando me sube la fiebre a la cabeza, cuando me quedo sin aliento, cuando tiemblo por dentro. Lo miré con cautela, apenas sus mejillas se encontraban en un leve rojo, un rojo que me parecía tan irreal, y hermoso a la vez.
—Con una condición—tomó la mano en forma de evitar mi control.
—¿Cuál?—Nuevamente nuestras respiraciones eran mutuas, podía respirar su aroma.
—Deja de usar esto.— Ahora él tomó mi bufanda roja con la mano libre, aún la otra seguía sujetándome.
En ese momento perdí. Mi bufanda, la que he cuidado desde pequeña, mi bufanda de color escarlata, la que me dio el calor más dulce cuando tuve frío, la que me regaló mi única familia, la que me unía a Eren.
—¿Por qué estas pidiéndome eso?—pregunté seria.
Lo solté, no iba a aceptarlo, no.
—Es el precio si verdad quieres escuchar aquella Historia—también me soltó.
Me puse de pie, me acomodé el pantalón, y él se quedó ahí sentado, mirándome con recelo. Era la mirada más brutal que había recibido, o al menos la que más me ha dolido e importado.
—Es un precio muy alto, ¿qué hay de bueno en eso?—Pregunté tratando de que dejará de verme así.
—Después de haberte contado, te haré mía.— Aún con esa distancia que había, sus palabras hacían eco en mi corazón.
—No es justo, ¿yo no puedo decidir cuando serás mío?
—Por supuesto que sí, cuando decidas quitarte ese trapo sucio—habló sin cuidado.
—Pues creo que jamás pasará.—Las palabras simplemente salieron.
Me sentí enfadada, y con ganas de no retractarme, pero al mismo tiempo que no se alejará de mí.
—Esperó que sigas pensando así.—Me retó.
Parecía realmente frustrado, se levantó de aquella silla, comenzó a caminar hacía a mí, yo iba retrocediendo, hasta que me golpeé con la pared, y él me sujetó del rostro, de nuevo esos ojos lánguidos tenía poder sobre mí.
—Supongo que no puedo hacerte cambiar de opinión.
Aquel rojizo desapareció tan pronto como apareció; al mismo tiempo que me estaba diciendo adiós cuando volvió a soltarme. Se giró, y se acomodó la bragueta. Me sentía como estúpida, y quería salir, pero tenía miedo de que alguien estuviese ahí.
—¿Ya quieres irte?—Dijó nuevamente.
—Sí —. Afirmé segura.
—¿Y por qué no te vas?
—Alguien puede verme.—Le respondí molesta.
—No hay nadie.
Se ajustaba su corbata. Me enfadé tanto, sin decir nada, salí, y por suerte en efecto no había nadie, no cerré la puerta, la deje entre abierta. Me fui a mi habitación. Sentí tristeza, no sabía si él estaba mal, o yo. Froté mi bufanda desgastada, no puedo quitármela, es que no puedo.
A la mañana siguiente, todo comenzó nuevamente, me refiero a despertarnos temprano, y beber licuado horrible, salir a entrenar en la oscuridad..., En todo ese tiempo Levi evitó cruces de nuestras miradas, no me habló, ni se quejó por que llegué tarde al desayuno. Me estaba haciendo daño, su indiferencia me castigaba.
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¡Oh mi Capitán! ¡Sí mi Capitán!
أدب الهواةRivaMika. Es la primera vez que escribo de este hermoso anime, así que esperó que les guste. LOS PERSONAJES LE PERTENECEN A: HAJIME ISAYAMA. NO PLAGIO, ADAPTACIONES, ETC. OBRA DE MI AUTORIA. Lleer directamente, y gratis en Wattppad:https://my.w.tt...