•Help me•(Aidan gallagher y tu)

•3•

Las clases terminaron, y me dirigí a mi casa, tenía muchas tareas y no quería desperdiciar ni un solo minuto.

Llegue y me dirigí a mi habitación.

Saque mis libros, y comencé a hacer mis tareas.

Hasta que escuchó que cierran la puerta de abajo con fuerza.

Seguro es Aidan.

-_______!, _______ donde estas! –grito, y parecía muy molesto.

Ahora que mierda hice, comencé a sentir miedo.

Escuché paso muy acelerados subir la escalera.

Para ese entonces  sentía que no me podía mantener en pie. Y llegó.

-que mierda te pasa!? – me gritó.

–de que hablas? –a pesar de tener miedo, no se lo demostraría, aún que es muy probable que falle.

-todavía preguntas...que le hiciste a hannah!!? –seguía gritando.

Y supe a que venía todo esto, la fastidiosa de McCloud fue de sufrida con Aidan.

Y de esta no me salvaría.

–yo no le hice nada, y si te refieres a lo de el accidente no fue mi culpa! –sibi un poco la voz.

-eres una tonta,  como no va a ser tu culpa, ella me lo dijo, acaso no le viste el labio?!! –si seguía gritando me reventaría los tímpanos.

– sabes como es esa zanahoria. Es una maldita mentirosa, solo fue un accidentes, pero a esa estúpida le encanta el drama!! –le grité en la cara.

Que gran error.

Solo sentí mi mejilla caliente, Aidan me dio una cachetada, aún que ya me acostumbré.

Comencé a llorar, me dolió mucho.

-no vuelvas a hablar así de ella!! –dijo muy, muy pero muy enojado.

–sabes que lo que digo es verdad, Es una maldita niña malcriada! – le grité, pero seguía llorando.

-te lo advierto _______ –me dijo para que dejara de hablar, pero no hice caso a su "advertencia".

–o que me vas a hacer –me acerque mas a el.

Pero el me empujó, muy fuerte a decir verdad.

Me hizo caer al suelo, pero nada grave.

–sal de mí cuarto –le dije mirándolo con odio, pero el seguía ahí parado –ahora! –ordene y el salió cerrando con fuerza la puerta.

Como es posible que con cosas tan pequeñas lleguemos a estos extremos.

Fui al baño, me vi en el espejo, y tenia la mejilla bastante roja.

Obviamente, el tiene mucha fuerza. Me dolía un poco, pero ya no tanto.

Me dirigí a mi escritorio y comencé a hacer mi tarea.

(...)

Me había quedado dormida, pero me desperté por que empecé a escuchar voces. Sentía un dolor horrible de cabeza, Ya era de noche y todo estaba obscuro.

Tal vez vinieron a visitar a Aidan.

Tocaron la puerta de mi cuarto, me dirigí a ella y abrí.

Y era Eden. La amiga de Aidan, que con el tiempo también se volvió amiga mía.

-hola _____, puedo pasar? –dijo con una enorme sonrisa, algo que la caracteriza mucho.