Hajime

Capitulo 1

Capitulo 1 : La ultima

Todo comenzó cuando despertó...

Su mirada brumosa capto el difuso ambiente que difería con la nitidez antes de que cayera inconsciente en el suelo, parpadeo con la incómoda sensación de reticencia y pesadez pero no aclaro el borroso ambiente grisáceo.

El olor a material en combustión la despabilo, estaba en medio de una nube de cenizas y humo, a este paso se intoxicaría de estar quien sabe cuánto tiempo expuesta.

Gruño guardando aun la sensación de ser atravesada por el genjutsu de alto nivel en su pecho, fue tan real para su cerebro la mano fantasma de Sasuke que la cruzo sin remordimiento a través de su corazón que aun duele con intensidad, es desagradable, casi como creer en esa falsa la agonía. Ese bastardo la volvió a subestimar como ya se había hecho costumbre, ignoro el hecho de que su mente era un poder que no se debe menospreciar tan descaradamente y tratar de someterla a una ilusión. Pues él lo reconoció una vez hace ya tantos años, ella es resistente a los genjutsus.

El viento soplaba fuerte desde el este haciendo volar hacia atrás su corta melena en mechones pegados unos a otros unidos por el mugre y lastimaba sus mejillas con la arena que la rozaba pero mantenía sus ojos abiertos, buscando entre pasos cortos y trastabillantes al original equipo 7, debía encontrarlos.

Hay un orden natural de las cosas que nunca rompió, en su pequeño grupo, la familia que eligió para la guerra eran de 4 personas. Kakashi seguro de sí mismo observaba como un espectador de la vida, Sasuke se alejaba con propósitos inciertos y cada vez más degenerados sin saber qué hacer con su vida, Naruto lo perseguía con una determinación firme e ideales cada vez más claros sabiendo que hacer con su vida, y ella...

Ella era el punto de apoyo para mantenerlos unidos, el pegamento que los agrupaba, sanaba y resguardaba, para ella la vida era una fusión de los ideales de sus compañeros, sabe qué hacer con ella pero se pierde en ocasiones y siempre ha sido un espectador en espera de ser solicitada o necesitada como lo era ahora.

Ahora frente a sus ojos, en el campo de batalla que se alzaba dejaba poco a la imaginación, a su paso habían rastros de ceniza, tierra quemada y grandes cráteres donde una vez chocaron ataques colosales. Cayendo sobre un acumulo de cenizas ya frías que sirvieron de colchón para el golpe fijo su vista directamente en el suelo un pedazo de tela naranja magullada y con bordes quemados a medio enterrar en el suelo, indecisa lo alcanzo tocando tentativamente los bordes aun tibios y lo arrastro soltando un débil gemido. Atrajo la prenda quemada y ensangrentada a sus brazos, abrazándolo con la fuerza que le quedaba; el olor a Naruto era fuerte, completamente impregnado a los coloridos despojos que resistieron a la feroz batalla más de lo que se hubiera esperado.

Que ingrata es la esperanza ciega en sus compañeros. Fue una idiota en pensar que tal vez, solo tal vez Naruto lograra convencer a Sasuke de regresar y dejar el odio de lado a través de la palabra, porque si, Naruto es un buen orador, de hecho el mejor, predicaba palabras llenas de verdades y conmovedoras que hacía temblar hasta las voluntades más erróneas de sus oponentes pero no ha servido con Sasuke, nunca con Sasuke.

Si un día le hubieran dicho abiertamente que Sasuke los despreciaba lo hubiera creído después de minutos de negación pues dentro de su corazón enamoradizo que aún se empeñaba en proteger la imagen del chico perdido que no comprendía sus sentimientos ya había asimilado el poco interés que demostraba por ella y la irritación que le causaban los otros dos hombres. Si, Sasuke no los quería, lo acepto a regañadientes aunque eso nunca la detuvo, ella tenía tanto amor en su corazón para compartir que podía llenar lo que a él le faltaba, eso mismo creyó firmemente que pensaba Naruto, que ambos en su persistencia ayudarían a su pelinegro compañero a ser feliz de nuevo pero estaba tan equivocada y al frente de ella estaba la prueba. Un campo marchito, destrozado hasta no dejar nada más que un amplio espacio desértico despojado de sus valles y fuente hídrica.