Parte 38

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yoongi, ¿tu resfriado aun no se va? — pregunta jin con un pequeño botecito de pastillas en su mano.

Yoongi se da cuenta que había olvidado guardar sus medicamentos — perdón jin — toma el botecito apenado — mi resfriado ha pasado, las pastillas me sirvieron muy bien pero se me ha olvidado guárdarlas, mi mente está en otro lugar, de inmediato lo guardaré — se dirige al pequeño botiquín de emergencias que se encuentra en su baño y coloca con cuidado el articulo disfrazado de analgésico.

espero que no se de cuenta — susurra para sí mismo mientras revisa una pequeña canastita bajo las sabanas limpias; acomodadas para una visita extra. Contó cada una de los medicamentos que el necesitaba para volver a cubrirlos con las sabanas. Ahora se sentía mas tranquilo.

suga, estas listo para... — jin revisa una pequeña libretita que le llama la atención entre algunos libros de suga que se encuentra en la pequeña sala, encontrándose con pequeños bocetos e imágenes de bellos lugares que probablemente no se encuentren en corea, su mirada se posa en los pequeños recortes de trajes de noche.

¿jin que haces con mi libreta? — menciona suga tranquilo para no levantar sospechas.

disculpa suga, me distraje con los bonitos paisajes de tu libreta, ¿tu los dibujaste? — entrega la libreta a su dueño y suga sin querer llamar la atención reponde:

si, en mis ratos libres intento dibujar lugares que veo de revistas o en la televisión, eso ayuda mucho, pero últimamente ya no lo hago — intenta saber si jin a husmeado de más.

puedes tomar más horas extras si eso te permite dibujar, lo haces muy bien —

gracias, de casualidad, ¿no te llamo la atención algún otro dibujo? —

Jin con un leve toque de curiosidad mira atento a suga — no, bueno me llamo la atención el parque con sillas y adornado, tiene unos bellos detalles, sólo eso, ¡ah! y los recortes de trajes, ¿alguna cita? —

¡¿Qué?! , no, no es nada de eso sólo los recorto para alguna celebración, puedo consentirme, ¿no? — con las mejillas rosas, guarda la pequeña libreta entre los estantes — es mejor, abrir el restaurante, tal vez te pueda enseñar algunos otros dibujos después —

me parece perfecto — jin siente un poco de inseguridad en suga pero lo pasa de largo, tal vez suga no quería que encontraran esa libreta, tal vez sí le da vergüenza enseñar sus bellos dibujos, por el momento no le tomaría importancia.

...

Volví a mojar mi rostro con el agua, una y otra vez. Aún no estaba preparado para dirigirme hacia suga, aún no estaba listo.

Esta tarde tendría que hacerlo. Era por namjoon, por Hye y sobretodo por yoongi.

Volví hacia mi oficina sin deseos de hacerlo, mire el reloj que marcaban las seis de la tarde, no estuve lo suficiente ocupado para olvidar mi tarea. Mire sobre las cortinas las nubes convertidas en llamas por el sol, el cálido calor que emanaba llegaba a tranquilizar mis nervios, las hojas de los arboles se movían con el viento que acompañaba la tarde de enero, pronto el frío se alejaría de Seúl y esperaba fervientemente que con ello mis problemas, el naranja intenso se hizo presente y de nuevo un fresco viento acompañado por el cantar de las aves, tal vez realizando su último trabajo antes de descansar para volar de nuevo en la mañana. En el cielo se veia la batalla de la noche y el día, muy pronto el sol caería y la luna gobernaría junto con las estrellas una vez más.

Yo anhelaba ser aquella luna que admiraba, con cada anochecer. ¿Acaso yo podría ganar una batalla como lo hacia ella contra el astro mas grande del sistema?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo una vez que llegué al lugar de encuentro, acaso era mi imaginación o todo a mi alrededor comenzaba a volverse lento, llegar hacia aquellas dos personas fueron los segundos mas largos que había presenciado.

Recordé las palabras de Hye y pronto entendí que nadie hacia esto por que lo quería, sino que así protegíamos a los que mas queríamos.

Recuerda jimin.

El porque lo haces.

— jimin, es bueno verte, ¿deseas algún platillo en especial? —

— no gracias jin — miré a suga que se encontraba a nuestro lado y con un intento de sonrisa repetí para los tres — me voy a casar con Liu, mañana —

Y el tiempo volvió a detenerse.

MAN OF THE WORLD - jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora