Capítulo I
Es difícil encontrar un buen lugar para pensar, para estar solo junto a tus ideas que son mucho más fuertes que una multitud de personas gritándote diferentes cosas a la vez y tratas, tratas de entender pero al momento que te das cuenta que no puedes controlar tus propios pensamientos te rindes y solamente comienzas a desear que todas aquellas voces se callen de una vez por todas, pero no puedes hacer que se callen y es en ese preciso momento donde comienzas a ver a todos lados como un total paranoico haciendo muecas de dolor y confusión, pero de un momento a otro todo se calma dentro de tu cabeza, has vuelto a tierra mientras gotas de sudor frías te recorren la frente y te comienzas a percatar que en ese lapso de transe eras el centro de atención en medio de la acera a unas 3 cuadras de tu hogar donde estarías a salvo, estás agitada y de pura coincidencia no te puedes mover ante tantas miradas sobre ti. Está bien, respira, respira y tranquilízate, solo son unas pocas cuadras para que esta pesadilla acabe de una vez; te quedas como estatua mientras recuperas la cordura, las personas pasan junto a ti con una mirada de curiosidad a tu agitación y color pálido que portas, por fin logras moverte un poco y mueves el brazo para observar la hora, exactamente marcaban las 5:36 pm, pero la pregunta era: ¿Qué diablos haces fuera de casa a esa hora? ¡Corre antes que tus peces mueran de hambre!
La alarma de mi celular me sacó de mis pensamientos absurdos de lo que pasó hace unos meses atrás, aún no logro comprender como puedo recordar todas aquellas cosas con el más mínimo detalle, aunque para ser sincera no fue tan grave como la vez que entré en pánico en media fusión de suspenso y tuvieron que sacarme acompañada de unos sujetos como el doble de mi tamaño para luego recuperar la consciencia 2 horas después en mi apartamento. Un largo suspiro recorre toda mi habitación resonando en las paredes sin respuesta alguna, aunque si recibiera algún tipo de respuesta posiblemente saltaría por la ventana ya que vivo sola... pero si salto por la ventana tendría pocas posibilidades de sobrevivir ya que me encuentro en el piso número 6, también podría quedarme quieta hasta que ese alguien o algo llegue hasta donde mi pero siendo así ese algo posiblemente me mataría, pasaría lo mismo si decido ocultarme bajo la cama pues según todos los programas de suspenso que veo los delincuentes (los que se toman el tiempo) revisan todos los lugares que claramente incluye bajo la cama. Comienzo por sentir un poco de estrés por todos esos pensamientos y antes que pudiera llegar a más logro volver en mí y levantarme rápidamente de la cama balaceándome un poco como si estuviera ebria, lo cual no lo estaba, era algo que siempre me pasaba, aunque no estuviera mareada o algo así por el estilo, así que decido volver a acostarme.
Gracias a los infiernos tenía los domingos libres que, aunque no hiciera mucho estando en casa, era agradable estar todo el día en pijamas y ver caricaturas, pero por mucho prefería los documentales pero no me sentía en mis 5 sentidos para volver a tener pensamientos profundos a las 4:18 am sobre la extinción de las ballenas, se que no tiene mucho sentido haber pensado tanto en ello pero si lo analizas bien, el mundo está jodido y yéndose a la mierda junto con todos nosotros.
Volviendo a mi mundo, noto que el sol ya me daba en la cara y son estos momentos (de los pocos) que mi mente está en paz, mientras suelto un largo suspiro cierro mis ojos deseando que siempre fuera así, deseando nunca más volver a pensar de más ni escuchar miles de voces en mi interior diciéndome mil cosas diferentes a la vez. Abro lentamente mis ojos y me siento a la orilla de la cama viendo a un punto fijo en el infinito, lo cual acostumbro a hacer mientras me pierdo en mis pensamientos, un ruido extraño capta mi atención de inmediato, pero ¿que podría ser? Me levanto un poco despacio para dirigirme a la sala y noto un pequeño pajarito tratando de entrar por la puerta del balcón que se encontraba cerrada, abro la puerta de cristal y tomo en mis manos a aquel indefenso animal que a la hora de ponerlo en la baranda sale volando, ¿dónde? Solo él sabrá, o puede que aún no lo sepa y solo siga su instinto como todo animal, pero viéndolo desde otro ángulo, él es libre de volar donde quiera a la hora que quisiera, simplemente despegar sus alas y volar... Ser libre, que bien suena eso he, ¿si las personas fuéramos totalmente libres hasta donde llegaríamos? ¿Cuáles serían nuestros límites si al fin y al cabo tendríamos total libertad, y si la libertad absoluta no sería tan buena como creemos? O puede que desde otro punto de vista que si lo sea, que las personas tomen esa iniciativa de hacer las cosas correctas de una vez por todas, que se enfoquen en sus máximos deseos... Pero que error pensar que las personas son como creemos que actúan, bien es cierto que la línea de expectativas con la realidad es muy delgada y fácil de quebrantar.
Los sonidos de los carros inundaron mis oídos cayendo en cuenta que de nuevo me perdí, guio mi mirada al cielo viendo y dándole forma a las nubes mientras aquel chófer pide a gritos al otro que mueva el auto, mientras que aquella señora camina a una velocidad que no sabría si está bien llamarle a eso caminar. Las personas tienen tanta prisa hoy en día que no se toman el tiempo de observar a su alrededor, no les importa aquellas hermosas flores de la segunda casa de la avenida 23, no les importa si el cielo está de un color naranja o rojo, nada más si está soleado o si tiene pinta que va a llover, cuando aquel joven universitario se dará cuenta que acaba de pasar frente a unas figuras de exposición a nivel internacional de parte de un autor reconocido mundialmente, posiblemente nunca.
El reloj marcaba las 9:30 am cuando mis tripas comenzaron a rugir de hambre así que me preparo un poco de cereal, pues no acostumbro a comer mucho a estas horas del día. Mientras busco la leche en el refrigerador me llegan recuerdos de una pequeña discusión que había tenido con una muchacha con la que compartía apartamento, pues dicho día fue común como los demás hasta el momento en que ella sostiene el embace de leche y con la otra mano la caja de cereal, y como buena costumbre que no puedo evitar estaba observándola esperando que colocara la leche y luego el cereal... pero si lo fuera hecho de ese modo aún seguiría viviendo aquí, no la maté ni nada, solo me sentía incomoda ante cosas que realizaba, como ello por ejemplo. Cuando por fin termino de preparar el desayuno decido salir al balcón a tomar un poco de aire y observar personas, de cierto modo es entretenido ver tantas personas con distintos futuros pero que en ese preciso momento por causas externas están coincidiendo ya sea en la acera o en aquella cafetería, tal vez solamente acudas a una cafetería porque te guste el café de ahí o porque tal vez es una tradición muy íntima, ¿pero alguna vez te has puesto mirar alrededor? Y apuesto que no lo has hecho, es increíble analizar estas situaciones, a un lado puedes estar observando a un señor de 70 y pico de años tomar una taza de café expreso y al otro lado una señora tratando de calmar a su hijo que no para de llorar, y en todo ese momento de caos (o como le quieran decir) están ustedes sin nada mejor que hacer que estar observando personas que nunca más en la vida volverán a ver, o puede que sí.
No tomó mucho tiempo para que mi mirada se perdiera en la terraza del edificio del frente, aquel edificio es uno de los más altos de esta ciudad, ¿se pueden imaginar estar caminando en la orilla y de un momento a otro cerrar los ojos y nada más caer? Siempre me he preguntado en como se sentirá la brisa estallar contra el rostro por microsegundos para que después abrir los ojos en medio de un desastre ocasionado por uno mismo, y con algo de mala suerte, no volver abrir los ojos. Y si, básicamente mis pensamientos están rodeados de pensamientos absurdos y otros que no, analizando cada pequeño detalle o escenario con diferentes reacciones de las personas y la pregunta causante de todo esto es: ¿Qué pasaría si...? Y la pequeña línea entre no hacer nada o hacer algo que nadie se esperaba.
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No lo dudes
Random¿Alguna vez te has preguntado porque estás aquí? ¿Que si todo lo que haces va a tener algún sentido lógico o útil en la vida de las demás personas?