La Loca Del Puerto - Michoacán

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(Arriba se encuentra mi video narrando la historia, de igual manera, el link estará en los comentarios)

Si vamos al puerto Lázaro Cárdenas, seguramente uno de los pescadores nos va a contar la leyenda de "la loca del puerto", como se le conocía a Marina, una bella joven que se quedó esperando al amor de su vida.

Todo comenzó hace exactamente ochenta años, cuando Marina se enamoró profundamente de Nicolas, un joven fuereño que había llegado al lugar en busca de trabajo. Las cosas en el país eran muy difíciles y el hombre, aunque muy joven, debía trabajar para poder sacar adelante a su familia que vivía en la capital del estado.

Según se dice, fue amor a primera vista. Ambos jovenes quedaron impactados el uno del otro, y no pasó mucho para que se hicieran novios; pero había un problema, que su amor cada día crecia más y el joven no encontraba un trabajo estable.

Cierto día, Nicolas recibió una propuesta de trabajo en la cual recibiría una paga importante, lo que significaba que los jóvenes podían iniciar una vida juntos. Lo único malo era que debía embarcarse en un par de días, lo que por supuesto no terminó de agradarle a la joven, pero él le dio los ánimos para aceptar aquella que parecía su prueba más grande de amor.

Pronto pasaron los días, acercandose cada vez más el momento en que debía partir. Esa noche no pudieron contener más su amor y se entregaron a la luz de la luna, la cual parecía que presentía el dolor de la joven, pues brilló con mayor intensidad. Aquella magia terminó en cuanto apareció el sol.

Ella despidió a su amor en el muelle de San Lazaro. El joven le juró que volvería, y que cuando esto sucediera se iban a casar. Marina estaba empapada en llanto, pero había en su corazón una esperanza; quizá por ello se puso el vestido blanco que tanto le gustaba a Nicolas. El último beso que ella recibió de él fue en la frente y después tristemente vio como se alejaba.

Cada día Marina esperaba gustosa en el puerto la llegada de su amor. Pero pasaron muchas lunas y no había una que le devolviera la mirada de Nicolas.

Cuando se dio cuenta, ya había pasado un año desde que el joven había partido, y todos los barcos que llegaban al puerto le parecían vacios, pues ninguno de ellos llevaba al amor de su vida.

Pronto se dio cuenta de que los años pasaban y ella estaba cambiando: "¿Cómo me va a reconocer?", pensaba siempre que se miraba las manos llenas de arrugas. Fue entonces cuando resolvio llevar siempre el mismo vestido aquel con el que lo había despedido, pues así estaba segura de que le reconoceria de inmediato.

Con todo esto, la gente del puerto ya estaba angustiada, pues Marina parecia retraida, y eso de llevar siempre el mismo vestido ya era cosa extraña. "¿se habra vuelto loca la mujer ?", decían todos al pasar.

Las autoridades del lugar decidieron trasladarla al manicomio pero del puerto nadie la pudo quitar; porque ella siempre decía lo mismo "Nicolas va a llegar y no me puedo ir", causando lástima de todo el mundo, porque apesar de todo no le hacía daño a nadie.

De esta manera siguieron pasando los años todos los que llegaban al lugar la conocían como "la loca de puerto", pero un buen día, todos se dieron cuenta de que la mujer tenía los cabellos blancos; ya habían pasado 40 años y ella seguía esperando.

Tres años después murió, su cuerpo fue llevado al panteón pero su espíritu parecía quedarse ahí; a partir de entoces se ve la silueta de aquella mujer parada en el puerto, siempre mirando hacia el mar. De Nicolas no se volvió a saber nada pues seguramente ya hacía tiempo que se había olvidado de su promesa de volver con Marina.

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