Capítulo único

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Antes de leer: Me disculpo verdaderamente con todos y con Kaminari porque esto es una vaina que no tiene trama. Es porno sin trama. Es solo satisfacer un fetiche que tengo de ver a Kaminari siendo Botton de todos.

Esto tiene Ooc en los personajes, no lo duden, son solo desvaríos míos. Tiene palabras fuertes, un lenguaje muy explícito.

Hay tríos, vibradores, BDSM ligero y humillación pública.

Aunque todo es consensual.

En verdad, hay que leer esto con precaución y si quieren dejarlo, háganlo. No tengo remordimientos.

Ahora sí, disfruten.


Groupie era una palabra que ya poco se usaba. El auge de las groupie fue en los 60, pero aún existían, aún eran comunes.

Y sobre todo, aún había unos que eran hombres.

Ser groupie es una decisión propia. No era fácil dejar los estudios, dejar tu familia para seguir a una banda que apenas empezaba a surgir nacionalmente.

Claro, si eras Kaminari era difícil. Para él fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Dejó una carrera a la cual no le iba bien, dejó una familia que criticaba su falta de inteligencia y se arrimó a una banda que terminó volviéndose su propio mundo.

Eran sus amigos, sí. Pero para el mundo, y a veces para ellos cuando querían joderle la vida, era su groupie, ya que no tenía nada de utilidad en la banda. No tocaba instrumentos como Bakugo, Kirishima o Sero. No cantaba, no tenía aquella voz angelical que Jiro poseía. Y menos tenía aquellos pasos mágicos que poseía Ashido.

Menos era el manager que les había conseguido una gira nacional, como lo era Shinsou.

Así que ahí estaba, siendo nada. Solo viajando con ellos, comiendo de su comida, bañándose en su ducha, durmiendo en sus camas, apoyándolos más que nunca, y sobre todo...

Brindándoles el mejor apoyo que se podía brindar: los relajaba con sexo.

Kaminari debía admitir que al comienzo no se consideraba, es que ni siquiera sabía que era un groupie, hasta que en broma, Bakugo le dijo que era uno. En ese tiempo estudiaba, la banda solo era un pasatiempo de un fin de semana, ya que ellos aún tocaban en un salón de rock.

Luego de eso, Kaminari investigó, cosa que pocas veces hace, hasta descubrir el significado de la palabra y se propuso a ser el mejor groupie de aquella banda.

Y vaya que lo estaba haciendo.

.

Jiro era la que escribía las letras de las canciones, y cuando no estaba inspirada, lo llamaba.

Denki sabía para que lo llamaba ella. Conocía su rutina, así que ella ni siquiera tenía que abrir sus piernas para que él estuviera en medio de ellas. Jirō permanecía con audífonos puestos mientras acariciaba su rubio pelo, Kaminari comenzaba a repartir besos en el vientre plano de la chica. Jugó con el piercing en su ombligo y levantó la blusa para deslizar su lengua por los pequeños senos de la chica.

Los gemidos de Jirō comenzaron, dada a la sensibilidad de sus senos. Y detuvo la música para concentrarse en la sensación del rubio en su cuerpo.

Kaminari comenzó a bajar, acariciando y tocando la piel de los muslos de Kyōka antes de bajarle el short junto con las bragas e instalarse entre sus piernas. Levantó las piernas de la chica sobre sus hombros para tener mejor comodidad y comenzó a trabajar.

Su lengua pasó desde la entrada ya mojada de Jirō hasta su clítoris, en dónde comenzó a jugar mientras los sonidos de la chica aumentaban su volúmen. Denki presionó más su cara cuando se sintió empujado por la mano de la chica.

Love KaminariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora