Capitulo I

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                          Adeline

Hoy era otro día como cualquiera, salí del trabajo, era la asistente personal de un empresario muy importante es decir no tengo vida, no me da tiempo para nada. Me meto al ascensor esperando que llegue pronto a la planta baja para poder irme a mi casa a descansar un poco es fin de semana, suena el ascensor indicándome que ya he llegado a la planta baja es bueno tener un descanso al menos. Salgo a la calle y ya esta oscuro me recibe el ruido de New York, empiezo a caminar quiero irme a mi departamento caminando y pensar un rato, no esta muy lejos de la oficina solo unas 2 manzanas. Es tarde por lo tanto no hay muchas personas esta oscuro lo que le da a la calle un aspecto tenebroso pero bueno no me da miedo no es como si me saliera el exorcista. Voy caminando mi trabajo es muy pesado pero me pagan bien así que eso lo compensa pronto llegara navidad mi familia esta en México así que solo les llamo de vez en cuando estoy pensando en irme para allá en unos cuantos días cuando me den las vacaciones ya falta poco solo tengo que aguantar un poco mas, he pensado en comprar un coche por que en ocasiones es fastidioso ir en taxi si lo haré me comprare un coche lo mas pronto posible. Algo me hace dar un grito ahogado son gemidos pero de dolor estoy llegando a un callejón mi casa ya no esta muy lejos solo a una calle me da miedo seguir, se escucha un grito el pánico y miedo me empiezan a dar mi respiración se acelera, camino un poco mas para ver que es lo que pasa y en ese callejón esta un chico alto con capucha negra y una navaja en la mano es alto y se ve fuerte, me doy cuenta de que a sus pies esta un hombre de traje con una mancha de sangre cubriendo el piso doy un grito demasiado alto por lo que el chico voltea y me ve, no le veo bien la cara solo puedo ver esos ojos color ámbar como los de un tigre enfurecido a punto de atacar mi mirada se encuentra con la suya y siento miles de hormigas recorriendo mi cuerpo y mi respiración se entre corta me percato de que el acaba de matar a alguien y me lleno de pánico hecho a correr todo lo que me permiten estos tacones que traigo y veo la puerta del edificio donde vivo corro más rápido y entro jadeando y sudando entonces veo que el chico asesino pasa corriendo de largo al parecer no me vio entrar eso es tener suerte o bueno eso creo.

Subo al ascensor tratando de  recuperar el aliento ese susto nadie me lo puede quitar y menos lo que ví aprieto el botón del piso 5 en donde vivo yo, todo es muy confuso no debí ser tan curiosa y quedarme viendo lo que había pasado el ascensor suena y se que ya he llegado a casa sana y salva. Entro a mi departamento y dejo las llaves en la barra de la cocina prendo las luces y me recuesto en el sillón solo quiero que se me pase el susto voy a la cocina y me sirvo un poco de agua la bebo me hacia falta mi ritmo cardiaco a penas se normaliza mañana es sábado por lo que me puedo despertar a la hora que quiera pero no tengo ganas de salir y encontrarme con ese asesino.

Camino hacia mi cuarto y abro la portátil para ver si mi jefe no tiene trabajo que mandarme pero no hay nada y eso es extraño pero bueno creo esta de buen humor la dejo en la mesita de noche y me voy al baño necesito una ducha, me meto a la bañera y eso es relajante después del final de mi día.

Salgo y me envuelvo en una toalla hace frío ya que se viene invierno, voy al armario y me pongo una pijama. Me recuesto en la cama y caigo en los brazos de Morfeo.

¿Se pueden enamorar los asesinos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora