48.- Decir Adiós

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La noticia de había esparcido por todo Corea y el mundo. Para nadie era secreto que el caso de Jeongyeon era de opinión pública así que, todos se sorprendieron cuando, después de 7 meses encarcelados saliera el fallo de su condena de muerte. A Jeongyeon no le importaba. El morir para ella no era un castigo, castigo hubiera sido dejarla privada de su libertad toda su vida. Para ella, la muerte era sinónimo de segundas oportunidades.

-¿Estás lista? – un policía había llegado a su celda.

-¿Para qué? Se supone que es la noche.

-Tienes una visita.

-No puedo recibir visitas.

-Supongo que tanto tiempo aislada te está jugando una mala pasada – Jeongyeon no entendía nada - ¿recuerdas tu último deseo?

-¿Está acá?

-Sí, la tuvimos que llamar.

-¿Tengo todo el tiempo del mundo entonces?

-El que ella decida. Aunque no creo que sea mucho. Se ve elegante. Posiblemente vaya a la ceremonia de matrimonio de sus amigas. Esa noticia está por todos lados.

Jeongyeon omitió eso y caminó con sus manos y pies esposados. Ella sabía que debía verla de esta forma, si no lo hacía, probablemente la mataría.

-Acá está, perdón la demora señorita Im – Nayeon volteo apenas escucho la voz de la gendarme.

-No se preocupe – su vista siguió hacia Jeongyeon. Evidentemente estaba más delgada, su color de pelo ya no era de colores. Era castaño claro.

-Hola – saludo Jeongyeon.

-Hola – Nayeon se sentó en la silla que estaba al lado de la mesa – puedes sentarte – Jeongyeon le hizo caso - ¿Cómo has estado?

-Bien. Te ves elegante.

-Gracias.

-¿A dónde vas tan elegante?

-Nada que te importe Jeongyeon – las dos chicas se miraron – estoy acá sólo por tú último deseo.

-No me puedes odiar por eso.

-No te odio por eso, te odio por arruinarme la vida y, la vida de la gente que me importa.

-O sea que si me odias.

-¿Creías que estaba enamorada de ti? – Jeongyeon se sintió ofendida – no seas idiota.

-¿Por qué estás tan ruda Nayeon?

-¿Creías que sería la estúpida que manipulaste tantos años?

-Siempre puedes volver a ser la estúpida. Estoy segura que si estuviera libre estarías conmigo de todas formas. Te meterías en mi cama como la puta que eres. Amanecerías muerta rodeada de un charco de sangre – Jeongyeon era consciente de que esta conversación estaba siendo gravada pero no le importaba. De todas formas moriría en la noche – así que cambia tu tono.

-¿O qué?, ¿Qué puedes hacer si estas esposada hasta la cabeza?, ¿No te sientes avergonzada?

-No. Me siento orgullosa por estar acá. Después de todo maté a la hermana de Mina y a muchas más – Nayeon sentía como se le revolvía el estómago - ¿Disfrutaste coquetear con Sunmi? – Nayeon la miró.

-Ni siquiera deberías nombrarla.

-Tienes razón no se lo merece, la muy idiota le dije que te matara después de una semana que llevaras interna pero no, ¿Sabes que me dijo? Me dijo que te encontraba interesante, que quería seguir conociéndote y que, posiblemente se estaba enamorando de ti. ¿Cómo crees que me sentí?, Eres mía Nayeon. Nadie te puede tener, ni menos esa idiota.

DESASTREWhere stories live. Discover now