XVII

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Cuando llegaron solo se sorprendieron por unos segundos, antes de suspirar al mismo tiempo y mirar algo conmovidos la escena del frente.

Al parecer no habían sido los únicos con la idea de "ir a ver las luciérnagas". Ashido trataba de levantar a Bakugō y Ochaco hacía lo mismo con Todoroki, tal parecía que el par había terminado, irónicamente, cayendo al río.

—¿Qué pasó?— preguntó el pelirrojo en voz alta captando la atención de los chicos.

Katsuki, quien con una sonrisa altanera miraba al bicolor, volteó hacia él con el entrecejo fruncido.

—¡Burlate y no dudaré en hacerte pedazos!— fue la respuesta del rubio ceniza.

Shotō negó con una pequeña sonrisa aún plasmada en su rostro. Uraraka parecía estar al borde del desmayo, tratando de, entre gestos exagerados, disculparse. Mina parecía estar a punto de hacer lo mismo.

—¡L-La idea era solo poner la red! N-No pensé que estaría tan resbaloso allá arriba— tartamudeo señalando el árbol a su lado —¡E-En verdad perdón!

—Ya, cara redonda, no seas dramática— murmuró Bakugō sacudiendo su cabello —Será mejor que volvamos o te vas a enfermar.

Shotō lo miró con una ceja elevada.

—¿Qué no estás empapado tú también?— suspiró cuando su pareja hizo una seña de desinterés y empezó a andar de regreso al campamento.

—¡Ah! Antes que se me olvide— exclamó el rubio alertando a los demás que ya estaban atrás suyo —Pelos de incendio— ignoró como poco a poco la expresión de Kirishima cambiaba —, dile al tarado de Deku lo que sientes o yo personalmente te empujo al río. No hice esto por nada.

Hubo un incómodo silencio, roto por el sonido de los pocos insectos alrededor y por el aire que soltó Mina de forma ruidosa.

—¡¿Pero qué pasa contigo?!— gritó y Katsuki se dio media vuelta, ignorandola —¡Blasty! ¡Oh, vas a escucharme!

—En verdad, lo siento— susurró Ochaco, moviendo nerviosa sus pies y juntando las yemas de sus dedos.

Kirishima se sentía traicionado. Claro, ellos si tenían permitido hablar todo acerca de él pero era su obligación guardar secretos ajenos. ¡Esto era el colmo!

—¿Kirishima?

No, esto marcaba el final, lo lamentaba por su squad y por la larga amistad que mantuvieron pero se lo buscaron.

—Hey, Kirishima...

Las venganzas se servían siempre mejor cuando se pensaba con la cabeza fría. Por fin entendía que significaba eso.

—¡Oh, vamos! ¡Eijirō!

El pelirrojo parpadeó extrañado, mirando a su compañero se percató de que después de haber soltado semejante cosa lo habían dejado con quién generaba esos sentimientos. Era el final. Se acabó, agachó la cabeza sin saber que más hacer. No quería perder a Izuku, eso no estaba nunca en sus planes.

Que de un momento a otro sus cabellos estuvieran siendo acariciados lo dejó más confundido y le hizo levantar con duda la cabeza. Midoriya sonrió al poder verlo cara a cara de nuevo, como dándole la bienvenida, sonrisa grande y mejillas coloradas.

Se veía muy pero muy hermoso.

—¿Entonces...?— inició y dejó de acariciar su cabeza —¿Es verdad?

Eijirō sentía como las comisuras de sus labios formaban una sonrisa idiota en su rostro, su mano derecha rascando su nuca y él moviendo el rostro hacia otro lado para evitar verse tan ridículo. Como si se pudiera hacer eso teniendo la cara del mismo color de su cabello. El pecoso rió ante su comportamiento y poniéndose levemente en puntillas le dio un sonoro beso en la mejilla.

—N-No estoy seguro de que más hacer— tartamudeó —¿Regresamos?

Kirishima no recuerda si en otra ocasión fue así de impulsivo, acercándose y besando rápidamente a su compañero en los labios. Ambos parecían a punto de estallar de lo rojos que estaban, en un silencio cómodo mientras regresaban al campamento.

Sus meñiques se tocaron y cuando divisaron al resto del grupo tenían las manos entrelazadas.

❛Angel of Love ; [ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ/ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ]❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora