Sentimiento de Tranquilidad {DNA} (Miyuki x Sawamura)

Capítulo I: Comienzo

PVO Miyuki

Recuerdo haber tenido mi último pensamiento consciente a eso de las dos de la madrugada, el cual por cierto era una maldición a mi cerebro para que parara de atormentarme y me dejara dormir. La habitación estaba rodeada de oscuridad y se encontraba en completo silencio, exceptuando el leve ruido de las respiraciones de mis compañeros, acompañado del relinchar del colchón al cambiar por cuarta vez de postura. Unos minutos más de pensamientos innecesarios y se ve que en algún momento de la noche conseguí quedar atrapado en los brazos del morfeo, pues lo próximo que recuerdo es como un ensordecedor ruido indicaba que ya eran las seis de la mañana.

Con mucha desgana me quito mi máscara de dormir, la cual aunque debería ayudarme a conciliar el sueño, parece no tener ningún efecto últimamente, con un suspiro de indignación no me queda más remedio que levantarme mientras veo como mis compañeros de cuarto se disponen a imitar mi acción de igual modo.

-Buenos días~-canturreo intentando sonar lo más normal posible, lastima que la mueca de dolor de mi cara le esté quitando credibilidad a mi perfecta actuación.

-Buenos días-Okumura me devuelve el saludo con su típica actitud cortante de siempre. Pero después de dirigirme una mirada más larga de lo normal, observo como sus comisuras se levantan para lo que parece ser iniciar una conversación-¿Se encuentra bien?

Ohh, eso me sorprendió, ¿en serio me veo tan mal? Es decir, siento como mis ojos pican, por lo que podrían estar un poco rojos y aunque estoy seguro que tengo unas ojeras más demacradas que de costumbre, reconozco mis dotes de actuación y no creo que se note que apurado he dormido unas cuatro horas en toda la noche.

-Ohh, esto es nuevo ¿Tú preocupándote por mi?- le preguntó asegurándome de que el asombro en mi voz estuviera lo suficientemente pronunciado como para conseguir desviar el tema de conversación. Pero en su lugar solo consigo otra mirada analizadora acompañada de una mueca de molestia.

-Me alegra que seas tan buen kohai, pero si te pasas tanto rato preocupado por mi, así no podrás superarme.- la burla es notable en mi voz, y enseguida noto como su mueca de molestia empeora dramáticamente acompañada de un gruido de su boca, ¡bien justo en la herida! Esperemos que así pueda librarme de sus observaciones durante unos días.

-No me preocupa lo que le pase en su tiempo libre- gruñe aún más fuerte, alegrándome por lograr mi cometido de olvidar la conversación.-Pero si sigue ahí quieto va a llegar tarde al entreno y si eso trae problemas a todo el equipo si es motivo de preocupación, SEMPAI-Este crio, ha logrado devolvérmela en un tono demasiado cortés y descarado al mismo tiempo. ¿Acaso es posible conseguir eso? Y lo peor de todo es que tiene razón, porque nose en que momento él ya está listo y yo aun sigo con el pijama puesto. De todas maneras, ignoro su comentario y una sonrisa es lo último que obtiene de mí antes de verlo salir por la puerta.

Bien, una vez solo no pierdo el momento para estirar todos mis músculos adoloridos, digamos que el pasarse toda la noche dando vueltas no contribuye a levantarse en perfectas condiciones. Sin esperar un minuto más, me cepillo los dientes, me visto y me peino lo más rápido posible. Aun me encuentro pensando en el comentario de Okumura esta mañana, pues aunque sí es verdad que al mirarme al espejo descubro que efectivamente mi rostro presenta unos círculos cobrizos debajo de mis ojos, por lo demás parezco estar perfectamente bien, puede que luzca un poco más cansado, pero la excusa de haberme quedado hasta tarde estudiando servirá para cubrir ese pequeño detalle. En verdad es extraño el hecho de que él notara algo raro, pero bueno, puede que sea solamente porque él es extrañamente observador. Lo cual me hace recordar que también debería tener cuidado con Mochi y su molesta intuición.

El día transcurre al igual que cualquier otro, llegué un poco justo al entrenamiento, realicé los estiramientos, las prácticas, atrape algunos lanzamientos de Furuya e incluso conseguí evitar que Kuramochi sospechara algo, solo me queda irme a la cama, rezándole a cualquier deidad posible para que esta noche pueda dormir. Pensándolo bien ha sido un día tranquilo, he tenido suerte de que los demás no me acribillen a preguntas y tampoco me he encontrado con ninguna molestia, sin duda la sonrisa en mi rostro representa el alivio de que todo haya salido bien.