GiGi y el roba desayunos

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Los gruñidos exhaustos de YoonGi resuenan por toda la cocina.

—Otro día agotador— dice para sí mismo, su voz denota bastante cansancio para hacer alguna otra actividad física.

—¡GiGi, ternura! Llegaste— su primo hace acto de presencia con su irritante voz melosa.

—No me llames 'GiGi'. Es ridículo— se queja el mayor.

—GiGi— empieza a hablar TaeHyung, ignorando lo que dijo— Ya le hablé a uno de mis mejores amigos para que viva aquí. Firmará los papeles hoy.

YoonGi, el cual caminó hasta la cocina mientras su primo hablaba, deja caer la manzana que estaba por mordisquear y frunce el ceño.

—No me lo presentaste. No confío en ti y mucho menos en tu amiguitos hormonales— le responde con obvia molestia y recoge la manzana del suelo.

—Agh, hablas como si tú no fueras un hormonal.

—No lo soy.— se defiende.

—Cuando fui a uno de tus tantos trabajos de medio tiempo, te atrapé mirándole el bulto en las piernas a tu je-

—¡Suficiente!— grita el mayor con fastidio y corre hasta su habitación con las mejillas rojas, dejando a Tae riéndose a carcajadas.

YoonGi se lanza en su cómoda cama a pensar en todas sus responsabilidades como el mayor de la casa.

Le alegra mucho que su amigo JiMin haya aceptado ser su roommate. Es un poco odioso ser el único responsable de la casa. Su primo parece que nació solo para beber, ir a clubes, ser excesivamente hormonal y acostarse con las personas a su alcance. Detesta que sus tíos—los padres de Tae— lo pusieran de niñero como por seis o siete meses; ya no recuerda cuanto tiempo lleva cuidándolo.

Necesita a alguien atento, ordenado y que pueda mantener su propia boca. Desde que sus padres murieron en un accidente de avión, YoonGi se ha encargado de madurar muy rápido y actuar como un adulto de 25 años cuando, en realidad, solo tiene 18 años.

—¡GiGi, bebé! ¡Se acabaron los Cheetos!— grita su primo desde el lugar donde lo dejó.

El mayor se cubre la cara con la almohada y suelta un gran gruñido.

JiMin es uno de los más inteligentes, junto a YoonGi, en la universidad. También es responsable y gana un buen sueldo en su trabajo de medio tiempo. Aunque suele ser un poco infantil— y algo hormonal—, YoonGi no tuvo problemas para aceptarlo como roommate.

Ojalá ser así como JiMin: inteligente, aplicado; y a la vez tonto, disfrutando de su vida.

«Mejor dicho, ojalá TaeHyung fuera así» Piensa el mayor.

—GiGi...

«Mierda.»

—¡Que no me llames así!

—Entiendo que hoy no estás de humor, porque te he llamado así casi toda la vida— responde su primo con tranquilidad. YoonGi se quita la almohada del rostro para observar la sonrisa burlona de TaeHyung mientras come Doritos.

«¿De dónde sacó eso?»

—¿Qué? ¡Me empezaste a llamar así ayer!— contesta exaltado.

—Oh, tienes razón— admite— Vine a preguntarte si mañana vienen nuestros roomies.

—¿Roomies?

—Sí, es un diminutivo de Roommates.

—No sé de dónde sacas nombrecitos tan patéticos...— TaeHyung abre la boca para responderle— y tampoco me interesa saber— agrega, interrumpiéndolo.

Roomiex | KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora