IX

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Taehyung no podría decir que el tiempo que estaba pasando con Jungkook no se había convertido en algo agradable. Aunque había pocas palabras entre ambos, salvo para cuestiones técnicas en cuanto a la limpieza que realizaban, el ambiente era bastante relajado.

No solo se limitaron a limpiar todos los aparatos que pudieron, también intercambiaron los conocimientos que tenían ambos en relación al proceso de limpieza, a las herramientas y metodología. Todo muy técnico, pero ese ambiente más bien docto les ayudó a vencer la clara barrera que amenazó con formarse entre ambos desde que Tae pasó por Jungkook a la facultad hasta que llegaron a la casa.

Fue algo así como cerrar la puerta y sentirse seguros, tal vez no para llegar a un nivel de amistad sincera, pero si al nivel de camaradería que se aspiraba a tener con un compañero; al menos eso era lo que pasaba por la mente de Tae.

Estaba bien de ese modo, amistoso y sin más relevancia que el mismo trabajo que realizaban. No había más implicaciones y en las horas que duró Taehyung estuvo bien con eso y al parecer Jungkook se sintió bastante cómodo también y no es que el rubio no hubiese mirado a Jungkook buscando en lo externo la razón para no quitarlo de su mente los últimos días, más bien se había convencido de que tenía razones de sobra, mismas que debía mantener a raya.

De alguna forma las cosas cambiaron cuando tuvieron que parar, un poco por hambre, un poco por cansancio y otro poco por saturación. Habían limpiado todo el espacio físico y los instrumentos de más fácil manejo, un par de los medianamente complejos, y solo a medias, uno de los más complicados. Taehyung sabía que no sería tarea de una tarde, que el proceso de limpieza era lento incluso teniendo los materiales adecuados. Desarmar y armar algunos de los artefactos podía ser trabajo de muchas horas. Pero, la jornada se había extendido más de lo que pensaron y ambos acusaban cansancio y hambre.

Jungkook vio la hora y señaló a Taehyung que era tiempo de comer.

Después de organizar todo el material, bajaron a la primera planta en donde habían dejado las mochilas y una bolsa con cervezas. Taehyung siguió a Jungkook hasta una cocina con un pequeño comedor de diario. Casi sin hablar fueron organizando la comida y las cervezas sobre la mesa. Jungkook había sacado de su mochila un taper pequeño de arroz frito y kimchi y otro mediano con bulgogi, en tanto Tae dejaba cuatro latas de cerveza y un taper con sándwiches de pollo y pescado.

Ambos sonríen tontamente al mirar la comida.

Jungkook saca algunos cubiertos, pregunta a Tae si quiere un vaso a lo que responde afirmativamente y Jungkook termina poniendo uno para él también. Por fin se sientan a comer.

De forma curiosa Taehyung se da cuenta que desde que pasó por Jungkook a la Universidad ni siquiera ha mirado su teléfono móvil, que seguía guardado en el bolsillo de su chaqueta. No sabía qué hora era y no le importaba. El tiempo junto a Jungkook estaba siendo bueno, y aunque Taehyung tuviese miles de ideas sobre formas de pasar mejor el tiempo junto al moreno, eso que compartían ahora mismo era bueno en demasiados sentidos. Tenía un gusto a cotidiano, a cosas que hacen los amigos o las parejas que llevan tiempo de conocerse.

Jungkook atacó rápidamente un sándwich de pollo, después de probarlo bebió un poco de la cerveza que Taehyung gentilmente le había servido olvidando las formalidades y con la boca medio llena comentó ― Está muy bueno ― Taehyung sonrió de vuelta ― Eso o tenías mucha hambre

Taehyung no deja pasar el silencio que se acomoda en torno a ambos, aunque comían con naturalidad. A él le gustaría saber qué pensamientos vagan por la mente del moreno. Lo ve casi abstraído en su comida, silencioso y lejano como cuando cenó en su casa.

Después de un tiempo prudente decide que es momento de intentar una conversación que le pueda dar algo de luz a sus dudas sobre el menor, pero tendría que dar algunas vueltas ― Esto está muy limpio, supongo que viene alguien a limpiarlo ― Jungkook recibió la pregunta como si hubiese estado atento a Taehyung todo el tiempo y respondió rápidamente ― Así es. Viene una mujer una vez a la semana para mantener el lugar, aunque ya ves, no sube a la guardilla¿Crees que alguien note nuestra presencia? ― Jungkook sonríe ― La asistenta ya se ha dado cuenta de que vengo... aunque no ha dicho nada a mi padre. El problema sería si lo supiese él ― Taehyung arruga el ceño ― ¿Y eso por qué? ― El rubio observa al otro bajar la cabeza con algo de incomodidad ― No tienes que responder... lo siento No, está bien... Es solo que, no creo que le agrade... Hay muchas situaciones complicadas entre él y yo ―.

Money 1 & Love 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora