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Pasaron varios días desde aquella extraña aparición de ese hombre en la calle por la noche. Younghyun parecía que ya se había tranquilizado más desde entonces, pasaban los días y se recuperaba, como había hecho siempre. Trataba de no pensar mucho en ello o distraerse con otras cosas; algo que le encantaba hacer para dejar de pensar en los problemas era bajar a la floristería y estar un rato conversando con Jaehyung. Desde que ellos dos tuvieron una charla sobre los posibles futuros problemas se habían unido aún más. Younghyun veía cada día más claro que el amor que sentía hacia el mayor era de verdad y sincero, y viceversa. Se sentían ambos tan bien teniendo alguien que les comprendieran y que les amaran tal y como son. Ya que no solo Younghyun tenía cosas complicadas en su día a día, Jaehyung también podía decir lo mismo, solo que quizás lo sabía sobrellevar mejor que el menor a pesar de las dificultades.

Lo mejor que podían hacer ambos es apoyarse en el contrario y sentirse arropados. Así se sentían teniéndose el uno al otro, en especial Jaehyung en estos momentos que estaba más arropado que nunca; tenía un resfriado. Era horario de trabajar, así que allí estaba con mantas, unos medicamentos, y varias tilas. Y al lado suya Younghyun, atendiendo la tienda ya que el mayor no se encontraba con las fuerzas suficientes como para hacerlo.

- ¿Por qué no te subes a casa a descansar? - se acercó hacia donde estaba Jaehyung respirando con dificultad y tosiendo cada vez más de seguido.

- No, me voy a quedar aquí - su oración fue intervenida por más tos - estoy perfectamente -

- Jaehyung, no lo estás - se sentó a su lado y le tocó la frente - ¡te ha subido la fiebre! - al escuchar aquello el mayor elevó sus hombros y sus cejas haciendo una expresión de no darle importancia - ¡¡vete a casa ahora mismo!! - le ordenó el menor muy preocupado.

- Pareces mi madre... - rió Jaehyung por el tono del menor y éste suspiró por la paciencia que había que tener con él.

- Si no te vas tú, te voy a llevar arrastras. Tú eliges - frunció el ceño haciendo aún más divertida la situación para ambos.

- Vale vale, te haré caso señora Kang - soltó una carcajada que fue sustituida al final por una tos seca y dolorosa.

- ¿Quién se acatarra cuando estamos entrando en verano? - ayudó al mayor a recoger todo lo necesitaba que tenía por la floristería tirado, como las mantas, la medicación que debía tomarse, etc.

- Al parecer tu novio - le guiñó un ojo divertido, y el menor le dio un codazo.

- No sabes lo bien que suena eso - sonrió ampliamente - nunca llegué a pensar que acabaríamos de esta manera -

- Pues yo sí lo pensé, y no fui el único... - le devolvió la sonrisa al menor.

- ¿De quién hablas? - se quedó pensativo intentando adivinar de quién se trataba.

- De Sungjin

- ¿En serio? - abrió mucho los ojos por el asombro - me conoce demasiado bien... -

- Una vez me dijo que hacíamos buena pareja, y que sus amigos opinaban lo mismo - le hizo una mueca mientras se acercaba a la salida para irse a casa.

- Pues tenían razón - dejó un corto beso en los labios del mayor, a lo que éste respondió con otro beso más largo, y a los varios segundos Younghyun se separó con una sonrisa en la cara.

- Me vas a contagiar - apoyó su mano en el pecho de Jaehyung - y si enfermo yo también ¿quién cuida la floristería? - esto hizo entrar en razón al mayor, y agarró su mano que seguía en su pecho.

- Gracias por quedarte - besó su mano - pero no estés mucho tiempo -

- Vete a descansar, lo necesitas - sonrió mirando sus ojos agotados del cansancio por lo poco que había dormido por culpa de la tos y el malestar.

- Ya voy... - se notaba en el tono de Jaehyung que no se quería ir aunque el cuerpo se lo pidiera. Le hizo un puchero antes de pasar por la puerta mientras Younghyun le miraba con cara de pena pero a la vez de desesperación por su actitud que hacía que solo se enamorara más del mayor.

En cuánto se aseguró que Jaehyung hacía el camino a su casa que prácticamente estaba al lado de la floristería, Younghyun se quedó al mando de la tienda, haciendo todo lo que haría un empleado en esos casos. 

Pasó el resto de la tarde algo aburrido él solo. De vez en cuando entraba gente e intercambiaba un par de palabras con ellos sobre las flores, o compraban algunas. Por lo demás, algo bastante neutral, aunque de vez en cuando malos pensamientos atacaran su cabeza e intentaran destruirle cuando no tenía a nadie más. Esos fueron los peores momentos de toda la tarde; imaginaba que su padre iba a la floristería a verle y que cualquier cosa horrible pasaba. Obviamente eso no iba a ocurrir, pero la cabeza de Younghyun no paraba de inventarse cosas relacionadas con este tema...

Definitivamente acabó el horario de trabajo e hizo caso a Jaehyung y no se quedó más tiempo del necesario. Cerró la floristería con la llave hasta el día siguiente que se volvería a abrir; no estaban seguros de si el dueño iba a poder ir a trabajar mañana, todo dependía de si se encontraba mejor, pero no parecía que eso iba a pasar.

Una vez la tienda cerrada, Younghyun no fue hacia su casa, si no que se fue hacia la de su novio. Necesitaba verle y comprobar que estaba bien, al menos como la última vez que le vio hace unas horas. Llegó en poco tiempo y llamó al timbre. Jaehyung no se esperaba su visita, pero obviamente le hizo mucha ilusión. Pensaba que no vería a Younghyun hasta la mañana siguiente. Éste le hizo algo ligero para cenara, ya que tenía poco apetito, y se quedó también a cenar con él.

- Te he echado de menos - dijo mientras removía los fideos con unos palillos. 

- Me he dado cuenta de que cuando estás enfermo te pones más cariñoso - rió el menor.

- Younghyun... - su cara se puso algo roja y por la alta temperatura de la fiebre.

- ¿Me puedo quedar a dormir? - preguntó de la forma más directa posible, lo que hizo que el mayor soltara los palillos de repente.

- Cla-Claro que puedes, sabes que por mi casa casi nunca hay nadie, solo cuando viene mi familia a ver el negocio - miró a su alrededor.

- Vale, porque tengo que comprobar que hoy duermes bien - agarró las largas y frías manos del mayor - y por si necesitas algo -

- Te necesito a ti... - se miraron ambos a los ojos. Younghyun tenía un brillo en los ojos parecido a cuando observaba las flores, sus ojos relucían, lo que le hacía verse aún mejor.

- Yo también te necesito a ti - sonrió y le robó un poco de comida riéndose.

Se acercaba la noche, y Younghyun durmió en la cama de Jaehyung al lado suya, era la primera vez que hacían aquello. El mayor le tuvo que dejar una camiseta y unos pantalones viejos que usaba de pijama y que en su novio se veían demasiado bien, aunque le quedaba bien lo que fuera que se pusiese, pero que fuera ropa de su novio le hacía verse más atractivo.

La noche fue pasando, y Younghyun tímidamente abrazó a Jaehyung por la cintura, sus hábitos de dormir con alguien siempre salían aunque él lo evitara. Pero no se podía resistir a dormir abrazado a él. Jaehyung descansó algo mejor que la noche anterior, a pesar de que despertara varias veces al menor con la tos desgarradora que tenía, y éste solo acariciaba su pecho para que se calmara. Así hasta la mañana siguiente. La primera noche que pasaban juntos había sido lo mejor que podían haber hecho, aunque el motivo fuera el resfriado de Jaehyung pero mereció la pena, así incluso se enfermaría por más días, con tal de recibir una medicina como dormir junto con Younghyun.

✼ FLOWERS ✼ - JAEHYUNGPARKIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora