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Los dos chicos siguieron con aquella conversación por unos minutos más, y Jaehyung le expresó que actualmente estaba muy feliz de poder salir con la persona que amaba sin ningún miedo. Ya no era el chico de antes que temía ser él mismo, porque otros no se lo permitían simplemente por pura diversión. Esas personas destrozaron su vida por años, pero le enseñaron a ser más fuerte a base de golpes de cualquier tipo. Ahora Jaehyung era una persona que sabía qué tipo de gente se podía encontrar en este mundo, y por eso eligió a Younghyun, supo valorar todo lo bueno que tenía e incluso se enamoró de sus defectos. Entre todo el mundo que había conocido a lo largo de su vida, Younghyun le mostró que era especial y diferente a los demás; sus encantos hicieron que cayera por él y cada día le gustara más. Además gracias a él y a su relación no se avergonzaba para nada ser homosexual y mostrarlo, ya que era feliz y hacía lo que quería. En cambio, Younghyun sufría mucho al escuchar por todo lo que había pasado su novio los años atrás, no había tenido una vida fácil, y menos si cada día de su vida durante la adolescencia era intentar sobrevivir y huir de aquellas amenazas por ser quién era. Pensar en eso le hervía la sangre a Younghyun; aunque la verdad es que desde que conoció a Jaehyung nunca se le pasó por la cabeza todo aquello, ya que siempre le vió como una persona muy fuerte y que no se daba por vencido, además de que las relaciones que tenía con la mayoría de personas eran muy buenas, caía bien a todo el mundo; pero quizás eso empezó a ser así cuando se cambió de centro e hizo amigos de verdad.

Después de dejar aquel tema, volvieron a hablar de cualquier otra cosa y centrarse de nuevo en lo más importante, ellos mismos. Continuaron un tiempo más mientras acababan de cenar, y cuando pagaron a medias lo que habían costado los platos, Jaehyung le dijo al pequeño que le esperara fuera que iría al baño un momento. Younghyun se dirigió a la salida; era completamente de noche y las luces del parque de atracciones hacían que todo se viera más bonito y único. Una persona estaba fuera, cerca de la puerta por donde iba a pasar Younghyun, y no se trataba que de otro que de aquel acosador que arruinó la vida de su novio. Después de todo lo que le había contado Jaehyung, no se iba a quedar con los brazos cruzados como si nada mientras veía la asquerosa cara de aquel chico.

En cuanto salió por la puerta, Younghyun se hizo el despistado chocándose con aquel individuo queriendo. Para la mala fortuna del chico que estaba a punto de encenderse un cigarrillo para fumar fuera del restaurante y al chocarse con Younghyun se le cayó al suelo la cajetilla de los cigarros. Younghyun se agachó para recogerlos y leyó la famosa frase que venía en la mayoría de cajas de cigarrillos.

- "Fumar mata" - cuando lo leyó, el otro chico se quedó perplejo sin entender qué hacía el que se había chocado con él.

- ¿Eh? - exclamó dudoso.

- Nada - aclaró su voz antes de continuar y devolverle la caja - haces bien fumando - le sonrió malvadamente a la vez que le daba de vuelta aquel objeto lleno de cigarrillos y le miraba a los ojos, sin olvidar su cara, sin perder detalle a lo que tenía delante. El chico no entendía para nada la situación, lo raro era que no hubiera actuado agresivamente ya que la mayoría de veces era su forma de reaccionar a cualquier cosa, solo que aquello le dió que pensar... ¿Acaso un desconocido le había deseado la muerte? No entendía nada. Lo que estaba claro es que Younghyun no se podría haber contenido a decir aquello, aunque él siempre sea una persona pacífica y tranquila, pero que le hubiera hecho tanto daño a una de las personas que más quería en este mundo, eso no lo podía permitir, no iba a dejar que después de todo ese sufrimiento aquel estúpido se fuera de rositas.

Después de eso y de ver la cara de extrañado que se le había quedado al contrario, Younghyun se alejó lentamente sin decir nada más, tampoco quería arruinarlo todo, ya que su novio le había dicho que no quería remover aquello porque estaba superado e intentarse enfrentar con él sería una pérdida de tiempo y ponerse a su nivel. Jaehyung ya sentía que le había ganado teniendo a la persona que quería a su lado, viviendo su amor libremente mientras que el otro probablemente no conseguiría aquel éxito en su vida si seguía portándose como lo había estado haciendo esos años atrás.

De pronto Jaehyung regresó del baño y salió donde le esperaba Younghyun, quien fue enseguida a su lado y dejó un largo beso en sus labios, asegurándose de que el acosador les estaba viendo, para simplemente hacerle de rabiar más.

- ¿Nos vamos, cariño? - dijo el pequeño agarrando al mayor por la cintura y sonriéndole como si el mundo se acabara mañana. A lo que el mayor asintió con otra sonrisa en su rostro y ambos se fueron de allí dándose la mano. Y a lo lejos allí seguía aquel chico, fumando su cigarro y mirando a la pareja feliz, envidiando lo que él no tendría nunca por ser tan odioso como era.

El día había pasado muy rápido, más de lo que podían imaginar, ya se les hacía tarde; les daba tiempo a montar en alguna atracción más antes de irse, y como no, Younghyun la eligió. Se dirigieron a una gran noria, bastante transitada por parejas. Decían que desde lo alto de la noria se veían todas las luces preciosas, y a lo lejos la gran ciudad donde ellos vivían. Llegaba su turno de montar y Jaehyung estaba bastante más relajado pensando que ahí era imposible que se mareara, no como en las otras. Seguían ambos dándose la mano, y en cuestión de minutos les tocaba subir. Cada cabina tenía una luz que hacía el ambiente especial; se sentaron uno en frente del otro, sin soltarse la mano en ningún momento; podrían parecer la pareja más empalagosa que había existido nunca, pero ellos eran felices así.

La noria empezó a funcionar, y con eso a elevarse cada vez más del suelo, hasta que llegaron a lo más alto del todo y se paró un rato para observar las vistas.

Younghyun seguía teniendo aquel brillo en su mirada que llevaba teniendo todo el día, además de que su cara reflejaba lo feliz que estaba. Jaehyung también estaba muy contento de verle así, sin duda alguna, esa no era la misma cara de cuando le fue a visitar por primera vez. Ambos miraban las preciosas vistas que había desde allí, todo repleto de luces de colores, una noche despejada en la que la Luna lideraba el cielo, y una leve brisa fría por la altura. No podían pedir más que aquello, les daba un cierto recuerdo a la noche del festival, donde se dieron su primer beso.

Llevaban varios minutos callados, solo admirando su alrededor. El menor se cambió se sitio y se sentó al lado de Jaehyung, seguidamente le abrazó y con una dulce y suave voz le dió las gracias como por decimocuarta vez en el día. El mayor sonrió y acarició su pelo, para luego volver a entrelazar sus dedos con los de su amado. Notaron como la noria levemente empezaba a moverse de nuevo, pero muy lento. Younghyun se recompuso y miró a su novio a los ojos, el mayor lo único que hizo fue darle un beso disfrutando los últimos momentos que les quedaban allí arriba a solas. El pequeño le siguió el besó lentamente y cuando se separó le volvió a abrazar, amaba estar entre sus brazos. A pesar de las cosas que les podrían haber arruinado la noche, no fueron nada comparadas con las buenas. Se sentía demasiado bien como para ser verdad.

✼ FLOWERS ✼ - JAEHYUNGPARKIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora