Los días pasaron, y por fin llego el día de mi huida, y a decir verdad estoy muy emocionada, pero a la vez me siento algo preocupada del solo imaginar que podría ser descubierta, pero no debo pensar en eso y menos ahora que estoy a un paso de salir de aquí. Solo debó esperar; y el momento perfecto es quince minutos antes del cambio de turno de los médicos y enfermeras, debido que, a esa hora hay menos vigilancia de parte de las enfermeras y guardias e incluso de parte de los médicos ya que ellos están realmente ocupados dejando todo en orden para los doctores del siguiente turno.
La mañana pasó rápido, y ya era la hora de actuar, solo tengo que ir a ese cuarto de aseo abandonado (en espera de mantenimiento) en donde tengo algo de ropa y zapatos en una bolsa de basura para poder salir de aquí sin llamar la atención.
Llegada la hora planeada, sali del cuarto y me dirigí al pasillo que va hacia el área de la limpieza, estaba caminando hacia aquel cuarto en mantenimiento que nadie usaba por que llevaba más de un mes en espera; mientras caminaba alguien sujeta mi hombro y al voltearme noto que es uno de los guardias de turno, me mira con un gesto serio y dice:
- ¿Qué haces aquí? Ya deberías saber que no es permitido el acceso en esta zona del hospital, a no ser, que seas del área de limpieza y por lo que veo no lo eres – dijo mientras miraba mi pijama, me miro a los ojos y sentencio – así que será mejor que vuelvas ya que no quiero tener problemas con mis supervisores.
Mi corazón latía muy rápido y no sabía qué decir y mucho menos qué hacer, hasta que decidí poner en práctica el año en el que estuve en una escuela de teatro; le dije mientras le enseñaba el libro que llevaba a mano:
- Siento causarle problemas, pero me gustaría leer un poco en un lugar tranquilo sin que nadie me interrumpa, y hace poco encontré este sitio y me pareció un lugar perfecto para leer. – me miro y frunció el ceño, y justo antes de que diga algo lo mire a los ojos con una mirada suplicante y dije:
- ¿Podría por favor dejarlo pasar solo por hoy?, después de todo, ya estoy por terminar el libro y la verdad es que me gusta mucho la historia además de que está super interesante, y quisiera terminarlo sin ninguna clase de interrupción, así que... por favor, juró que no le diré a nadie que lo vi y mucho menos que usted me vio, solo por esta vez déjelo pasar, ¿si? – Me miró, cerro los ojos y suspiró, para luego decirme:
- Lo dejare pasar por hoy, así que sigue con lo tuyo y que no te vuelvan a pillar. – luego de eso se dio la vuelta y se marchó.
Después de haberlo perdido de vista corrí a toda prisa asía la puerta en donde tenía mis cosas. Abrí la puerta y saque la funda de basura en donde estaban mis botas y la ropa que necesito. Comencé a desvestirme, luego de eso me puse mis pantalones jean azul y una playera blanca, agarré mis botas y me las puse, y para no ser descubierta me puse una chaqueta negra con gorro para así cubrir mi rostro.
Una vez lista mire que todo esté en orden y busqué en el bolsillo de mi chaqueta para comprobar si aún estaba el dinero que dejé, la verdad es que me alegro de haberle pedido a Adam dinero, con la excusa de querer mandar a comprar unos libros de esos que él no se atrevería ni a ver su portada y mucho menos comprar uno, me causa mucha gracia solo al recordar su rostro, cuando le dí el nombre de aquella novela gay muy hot.
Una vez Salí a toda prisa del cuarto, me dirigí hacia el pasillo directo a la salida y como esperaba estaban en pleno cambio de turno de los guardias, la verdad, eso es bueno ya que como supuse seria su momento de descuido, debido a que ellos suelen entretenerse charlando con los del otro turno y gracias a eso pude salir junto a un grupo de personas sin ningún problema.
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Detrás de tu sonrisa
RomanceAlice Flores es una joven de 23 años muy optimista y animada que a pesar de los golpes de la vida ella siempre mantuvo su sonrisa; ella a la edad de 15 años perdió a su padre debido a una enfermedad, quedando bajo la tutela de su hermano mayor Adam...