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Y ahí estaba la familia Park, esperando en el aeropuerto al muchacho que pronto vendría a su humilde hogar para vivir con ellos por un tiempo.

—Jimin, quita esa cara. No queremos que Jungkook se asuste y se vaya. —Hablaba la señora Park.

—Pues por mí, que se regrese por donde vino.

—¿Cómo puedes ser así Jimin?, ni lo conoces. —Decía su madre, parecía ser la más entusiasmada con recibir a alguien en su hogar.

—No lo conozco, pero ya siento que lo odio. ¿Quién se cree que es para querer entrar a nuestras vidas así como así?

El menor mantenía su ceño fruncido por lo que todos notaban su gran molestia.

—Basta Jimin, exageras mucho, sigue levantando el cártel y observa por todos lados al muchacho que esperamos.

Jimin estaba totalmente disgustado con la situación. No le agradaba en nada la idea de que un completo extraño fuese a invadir su acomodado hogar. Desde que se enteró que el hijo de un empresario vendría a vivir con ellos a Busan, él estaba seguro que desde que aquel muchacho pusiese un pie en su casa, todo sería diferente, y él no tenía deseo de que algo cambiase en su vida, porque él vivía bien hasta ahora, o eso creía.

—Hijo, levanta ese cartel que se te está cayendo. —Hablo la señora Park, sacando a Jimin totalmente de sus pensamientos.

Ya era algo tarde, la hora de llegada se estaba atrasando algo más de lo que esperaban. Jimin ya estaba cansado de estar parado ahí sin hacer nada, mientras que sus padres esperaban con algo de emoción y preocupación al muchacho de Seúl.

Ya habían pasado casi cuarenta minutos, cuando de repente, un joven con buen porte, mirada algo intimidante y con un cuerpo algo agarrado, se para en frente suyo. Mirando primero al muchacho de delgada contextura, con un pequeño cartel que decía: "Jk".

El pelinegro de ojos intimidantes, miro a toda la familia y preguntó:

—¿Son ustedes la Familia Park?

La madre sólo atinó a responderle con un gran "¡sí!" y acompañada de una gran sonrisa y pequeña reverencia, al igual que el padre.

—¿Tú eres Jungkook? ¿Jeon Jungkook cierto?. —Preguntó la mujer.

—Sí, Soy Jeon Jungkook; un placer conocerlos. —Respondió Jungkook, acompañado de dos reverencias a cada uno de los mayores.

—No me digas señora hijo, dime Sunny; soy Sun Hee, pero dime Sunny, toma confianza hijo. —Agregó la Señora Park.

Jungkook sólo respondió con una pequeña sonrisa y una corta reverencia nuevamente.

—Y a mi puedes llamarme Seung. —Agregó el Señor Park.

Todo iba bien hasta que el mayor centró su vista hacia el muchacho de cabello castaño, que estaba parado detrás de los señores Park, con la mirada levemente fruncida y perdida.

—¿Estás bien? —Preguntó Jungkook al muchacho.

—No es de tu incumbencia.

—¡Hey Jimin!, esa no es manera de responder hijo.

La señora Park le recriminó con la mirada.

Jimin sólo optó por bufar y dirigir su mirada hacia otro lugar que no sea el chico que tenía al frente, aparentando así no importarle la situación y alejando un poco la incomodidad del ambiente.

—Bien, Vámos a casa. —Sugirió el padre de Jimin.

Jungkook estaba algo divertido con la situación, nunca se había visto antes en una situación así, donde se encontraba sentado en una pequeña mesa con una familia humilde, en un lugar humilde, situado en una zona algo parecida a lo rural, toda la situación le daba una sensación extraña, pero nada cerca a lo de gusto, si no a lo de repugnancia.

Jungkook se encontraba sentado ahí observando como la mujer le servía de la comida con una gran sonrisa en el rostro. Y como al frente suyo, se encontraba el señor Park, o como él prefirió que lo llame "Seung" Mientras que al otro extremo se encontraba el muchacho que al parecer de Jungkook estaba algo "desnutrido" comiendo mientras miraba a la nada.

Jimin estaba algo cansado de la situación, habían terminado de comer pero seguían en la mesa, tres miembros de la familia Park se encontraban sentados con un "Jeon"

El castaño en ese momento sólo podía maldecir a su tío por haberles hecho saber a Jungkook sobre su existencia.

Todo giraba a que al comienzo de la historia, donde Jungkook no formaba parte de sus vidas, llegó alguien que lo metió a ellas. El tío de Jimin trabajaba de jardinero para la Familia Jeon, y este le comentó a los Jeon sobre su hermano y todo sobre ellos, donde les mencionó la falta económica en la que se encontraban. Haciendo que el Señor Jeon, padre de Jungkook hiciera que su único hijo varón, regresara de su departamento en Los Ángeles a Seúl para luego ir a Busan y que se hospedara en la casa de los Park, ofreciéndoles dinero, a cambio de experiencia.

El señor Jeon solo quería darle una lección a su hijo y vió en esa situación una oportunidad.

Jimin no aguantaba más la situación, había estado una hora escuchando sobre la vida de Jungkook, de como este estudiaba en una buena Universidad en Los Ángeles, estudiando "Administración de Empresas" y como este vivía solo, de forma "independiente", siendo uno de los mejores alumnos en su curso. Aunque claramente para Jimin todo esto era con el dinero de sus padres.

A todo esto, Jimin no aguantó más y se dispuso a levantarse con la calma más posible que pudo, agradeciendo por la comida a los presentes y ofreciéndose a recoger los servicios. A paso apresurado se dirigió hacia la cocina para colocar todo en el lavadero, y luego así disponerse a lavar a estos. Todo iba bien hasta que escuchó unos pasos acercándose, pero esto no hizo que dejara lo que hacía. Creyó que era su madre.

—¿Te ayudo? —Habló alguien a sus espaldas con una voz grave.

Jimin pudo sentir como su rostro se tornaba de un tono rojizo, y no como un "sonrojo" por la persona que le gusta, o uno por vergüenza, si no, uno por rabia.

Había estado escuchando esa voz por casi todo el día, haciendo que supiera más de la vida del chico de lo que le interesaba.

Porque si antes le desagradaba, ahora le desagradaba más.

Para Jimin, Jeon era solo un mimado.

No necesito tu ayuda. Puedes irte, y no me refiero a la cocina.

—¿Tanto te desagrado?

Preguntó Jungkook enarcando una ceja a lo que Jimin no respondió.

—Bien escúchame, muchacho con rasgos femeninos. Mi problema no es que no te sientas a gusto con mi presencia. Es más, me vale lo que pienses. Estoy aquí sólo para aprender más de la vida, de toda clase de personas. La idea de pasar aquí mis vacaciones no es de mi total agrado, pero ya estoy aquí, no hay vuelta atrás y esperaré a que estos tres meses se pasen volando. Porque créeme que no tengo el mínimo interés en relacionarme con ustedes en un lado más sentimental como uno al de familia o amistad.

Jimin escuchaba atento a todo lo que el pelinegro detrás suyo decía, se volteó dispuesto a gritarle todas sus verdades en la cara a ese niño consentido, pero justo cuando iba a soltar media palabra, se trabó en esos ojos marrón oscuro que lo miraban directo a los ojos, como si leyera su mente y se burlara de él por lo que diría.

Jungkook estuvo a punto de agregar algo cuando se escuchó a alguien entrar a la casa. Desviando toda su atención del muchacho que tenía al frente.

—¡Familia,estoy aquí! —Hablaron desde el comedor.

¿Otro Park más?

Porque sí ahora a las justas soportaba al menor de los Park, no tenía idea de lo que sería tratar con el mayor.

                              Hice mi mayor esfuerzo:( un poquito de love para mí:(♡

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