El Diario de Ámbar Smith ©

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Hace unos años mis regalos eran inútiles pero... ¿Y... los tuyos?

Hace ya más de seis meses mi madrina me dio el peor regalo del mundo y me molesta que nunca sabe lo que a mi me gusta y no sin embargo yo siempre me preocupo por saber más de ella, conozco casi todo de ella y ella simplemente no le importa ni mi vida ni mis grandes gustos.

Ya el cuarto viaje a New York que simplemente ya tengo amigos ahí y conozco toda la ciudad pero bueno ahora vamos de regreso pero por último a hacer la mejor compra del viaje, una mansión.

Solo a una hora más y aterrizamos directamente en México más claramente Cancún, si ahí es la compra mis amigas por ahora también están de vacaciones y no e podido tener una comunicación bien además alguien como yo no tiene mucho tiempo para hacer llamadas, más bien no tiene tiempo recorriendo todo lo que fue la ciudad de New York y un poco de L.A ya que ahí mi madrina tenía una amiga a la cual deseaba ver y obviamente no se olvidó de ella y pasó lo más rápido que se pudo pues no teníamos tiempo y aún así llegamos un poco tarde a su compra realizada en Cancún, México.

Ahora solo estoy a unos minutos de aterrizar y de llegar al aeropuerto obviamente el mejor solo que antes mi madrina me quizo obsequiar algo por si México no me gustaba, mientras lo abro por mi mente solo paso...

Hace unos años mis regalos eran inútiles pero... ¿Y... los tuyos?

–Gracias por el regalo pero TÚ sabes perfectamente bien que no me gustan los pendientes hechos de oro rosado

–Deberías pensar en el regalo que te acabo de dar no es nada barato

–Y... eso que

–Simplemente eres una malagradecida yo nunca te acostumbre...

–¿Cómo así de malagradecida? No claro que no porque ni me cuidaste

Llegando sólo quería hablar con mi novio pero su teléfono no estaba para mi y tampoco el día.