Meses después de Endgame
- Miles.... Miles.- decía una voz alargando la última sílaba-. ¡Miles Morales!
- ¿Qué sucede?- preguntaba el chico quitándose los audífonos.
- La siguiente clase bro.- decía Ganke, su amigo regordete.
Miles Morales no soportaba ya la escuela, su escuela-internado duraba 5 días y tenía 2 días de descanso en su casa, con sus padres, lo cual lo tenía muy aburrido, lo único que le gustaba era sus escapadas con el tío Aaron.
- Ya voy bro, solo dame un segundo.- dijo calmado, dando un trago a su bebida.
El chico estaba resignado desde hace tiempo, en su nuevo internado no era popular, no como en su antigua escuela, la del tiempo que desapareció mucha gente, y ahora era más del tipo de chicos que no habla mucho, que se la pasan con sus audífonos, aunque llegando a su casa cambia radicalmente su actitud.
- Muy bien alumnos, tenemos un trabajo importante para la próxima semana.- dijo la docente algo sonriente-. Será en equipos...- el chico se desconectó, solo quería que dijera su apellido ya, no le interesaba mucho quién fuera su compañero o compañera, él haría el trabajo-. Lee con Johnso...- ¿esta mujer no pensaba decir Morales nunca? Él ya se quería ir, era viernes por Dios, ya necesitaba un descanso-. Morales con Gallagher.- listo, el chico anotó en una hoja lo que planeaba investigar de proyecto y apenas la profesora lo autorizó, se levantó y se retiró del aula.
Morales iba caminando tranquilamente, en sus audífonos sonaba Someflower, le encantaba esa canción, estaba relajado, yendo hacia la salida-. Morales.- dijo una voz femenina, que apenas pudo distinguir por la música, mientras le tocaba el hombro.
- Gallagher.- dijo quitándose un audífono y mirándola.
La chica de cabello moreno le sonrió un poco y se acomodó el cabello-. Quería preguntarte ¿sobre qué va a tratar nuestro proyecto? Y ¿quieres que nos veamos en casa de alguno mañana? Para hacer el proyecto claro...- dijo algo nerviosa.
- No te preocupes, yo lo hago, por cierto, llámame Miles.- dijo reanudando su camino a la salida del lugar, dejaría su maleta, dejó todo en orden antes de salir y la seguridad del lugar era buena, hasta cierto punto.
- Tu puedes llamarme Chasi...- el chico se puso el audífono antes de que la chica terminara, no era por ser grosero, pero sabía su nombre, y sabía muy bien que fingía los nervios para quedar bien y que la ayudara con la materia, cosa que le importaba poco a Miles.
El chico salió de la escuela y avanzó por las calles, no tenía preocupación alguna, desde hace tiempo se había olvidado de eso, ya que... un hormigueo.
- ¡Cuidado niño!- gritó una señora y el joven dio un salto, esquivando por completo el auto que casi lo arroya.
- Eh... lo siento señor.- le dijo al hombre que frenó en seco para no acabar con su vida.
El chico salió corriendo de la escena, tal vez el cosquilleo era lo único bueno, junto al factor de curación parcialmente mejorado, que le había dado la araña, tardó más de un mes intentando controlar el adherirse a las cosas, de hecho aún no lo tenía cien por cien controlado, y las descargas paralizantes, iba mejorando, ya no noqueaba a cualquiera que lo asustara al tocarlo, era un avance, el volverse invisible, eso ya lo controlaba, y qué bueno, no quería ni pensar en lo que le dirían o en lo que lo convertirían si un día alguien lo viese haciendo eso sin querer; el joven de catorce años llegó a su barrio, un barrio de Brooklyn alegre.
- Hey, ¿qué pasó Miles?- decía un chico con un balón de básquetbol en las manos.
- ¿Que pasa bro? ¿Y la escuela?- respondió el moreno, chocando el puño con el otro chico.
- Ahí va amigo, ya me hacen falta tus clases particulares.
- Hola Miles.- decía una chica-. Por fin te dejas ver.
- ¿Que tal Chloe?- dijo sonriente, saludándola de lejos.
El chico caminó hacia su edificio.
- Hola Miles.- lo saludó un señor saliendo del ascensor.
- Señor Borundi, ¿me repite el nombre de su país?
- Wakanda Miles, se llama Wakanda.- dijo el señor africano, Miles siempre se burlaba del nombre raro del lugar de origen del señor.
- ¡Detengan el ascensor!- se escuchó una voz femenina y el moreno puso el pie para detener las puertas-. Oh, muchas gracias Miles.- dijo una chica de ojos rasgados.
- De nada... Cindy.- dijo el chico, poniéndose los audífonos de nuevo.
- Morales, ¿qué sucede contigo? Desde hace tiempo te comportas raro, y he notado que solo es conmigo, ya que a otros los tratas como siempre.
- No pasa nada Moon, solo que no tengo mucho tema de conversación.- dijo el chico.
Desde que ella volvió, todo era raro, ella había vuelto como si el tiempo no hubiera pasado, como si todo estuviera normal, pero él había crecido, había madurado un poco más, o eso creía él, y pues, ella lo ponía nervioso, era atractiva, pero no tenía tiempo para eso, su escuela era muy demandante.
Las puertas del elevador se abrieron, dejando que ambos chicos salieran del lugar, avanzando hacia sus respectivos departamentos, el uno junto al otro, y entraron al mismo tiempo, sin decir una palabra más.- ¡Miles!- gritó Rio Morales, haciendo que su esposo Jefferson saliera del baño.
- Hijo, ¿qué tal el instituto?- preguntó antes de que el chico se fuera a su habitación después de darles una abrazo y un beso a cada uno.
- La carcel está bien padre, ninguna nota baja.- dijo casi en grito, cerrando la puerta de su habitación.
El departamento era bastante grande, su familia no era adinerada, pero tenían lo suficiente para un buen hogar, y más después de que el consiguiera la beca completa para su internado.
El chico se recostó sobre su cama y miró el techo.- Es hora.- dijo para levantarse rápidamente y ponerle el seguro a la puerta-. Concéntrate Miles, tú puedes.- se dijo a sí mismo.
El chico dio un salto y se adhirió al techo, tal como lo había practicado, y se relajó, dejó de tensar los músculos de sus dedos y se despegó-. Bien... ya casi lo tengo.- el moreno prosiguió a poner un muñeco de goma que había conseguido tiempo atrás-. Venga, venga, si se puede Morales.- dijo y puso su mano junto al muñeco de práctica y vio que soltó una pequeña descarga-. Si... casi dominado totalmente... ¿debería llamarlo de alguna forma?- pensó un momento-. No... aunque sonaría cool toque venenoso.- dijo para sí mismo; posteriormente se puso en frente del espejo de su armario, y boom, era invisible-. Esto ya está, este si lo controlo genial.- dijo volviendo a la normalidad.
El chico no estaba del todo contento con el hecho de tener poderes, era algo agridulce para él, ya que en verdad no quería ser Spider-Man, el solo quería ser un chico común y corriente... un chico común y corriente que resuelve un problema matemático más rápido que un joven promedio... más sin embargo, no podía quejarse de algunas de sus nuevas habilidades, el curar más rápido sus heridas que el humano promedio era genial, menos dolor, y el hormigueo que le prevé los peligros es simplemente fantástico, a veces es confuso, pero fantástico al fin y al cabo, no se puede quejar de saber cuando un peligro está cerca, y tener los reflejos tan agudizados para poder evitarlo, la fuerza era otro añadido que le venía de maravilla a veces, en verdad tenía sus cosas buenas, pero eso no quitaba que tuviera cosas malas, o al menos no tan geniales y que a él no le gustaban, pero pues ya los tenía, ya no podía volver atrás y eso lo tenía muy claro.
- Miles, ven a comer amor.- se escuchó la voz orgullosa de Rio.
- Voy mamá.- respondió Miles.
ESTÁS LEYENDO
Quiero ser normal
Fanfiction- ¿Nombre? - Miles Morales. - ¿Edad? - 14 años. - ¿Genero? - Masculino - ¿Estatus? - Soltero. - ¿Orientación sexual? - ¿Es en serio esta pregunta? ¿Quien escribe estas cosas? - Solo contesta. - Heterosexual. - ¿Queja? - ¡Su estupida araña me mordió...